Redacción El País
Hay personas que se levantan y se activan inmediatamente. Van de la cama a la cocina, ponen el agua a calentar para el mate o el café, despiertan a los demás, consultan el clima... No paran. ¿Está mal? No necesariamente, pero tampoco es una ventaja o beneficio. En cambio, empezar el día con una rutina de ejercicios tiene múltiples ventajas. Veamos:
Beneficio físico: Activar tu cuerpo con ejercicio (aunque sea suave) justo después de despertar le envía una señal inequívoca a tu metabolismo: "¡Es hora de ponerse en marcha!". Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre y puede mejorar la sensibilidad a la insulina durante el resto del día.
Beneficio mental: Es un logro temprano. Completar tu rutina de ejercicios genera una sensación de productividad y disciplina que tiende a contagiar al resto de tus actividades. Te vas a sentir más en control y con más energía mental para enfrentarte a todo lo que el día te vaya a tirar.
Pero además hay otra ventaja, que tiene que ver con lo práctico. De mañana, es menos probable que surjan imprevistos que te roben tiempo. Las reuniones, el cansancio acumulado, los planes sociales o la simple falta de voluntad al final del día son los principales enemigos del ejercicio. Por la mañana, te levantás y lo hacés. Punto. Es la estrategia más efectiva para convertir el ejercicio en un hábito.
¿Con qué ejercicios empezar?
Una rutina que no te va a llevar mucho tiempo ni te va a requerir grandes inversiones es la de este youtuber, que tiene algo más de 150.000 suscriptores a su canal y que elegimos porque lleva solo cinco minutos y —también— porque como dice un usuario que comenta abajo del video: solo hay sonido ambiente, una música relajante y un cronómetro en pantalla para que puedas seguir la duración de cada ejercicio.