Dónde comer en Buenos Aires: clásicos, novedades y cocinas que inspiran

Buenos Aires vibra a puro sabor: entre clásicos que perduran y nuevas cocinas que marcan tendencia, la ciudad invita a explorar mesas diversas, barrios con identidad y propuestas que sorprenden.

Mambo. Foto: cortesía
Mambo. Foto: cortesía

Buenos Aires es una ciudad que nunca se queda quieta cuando se trata de comer bien.

Cada barrio tiene su propio pulso gastronómico, y entre cocinas de autor, bares de barrio renovados y locales donde el producto es el protagonista, se dibuja un mapa que invita a descubrir estilos y formas distintas de disfrutar la mesa.

A continuación, una selección de lugares que valen la visita: algunos recién llegados, otros ya clásicos, pero todos con una propuesta que deja huella.

Mambo.

En el corazón de Villa Crespo, tiene apenas un año y es de esos lugares donde el tiempo parece ir a otro ritmo. Su cocina abierta y luminosa invita a quedarse, mirar y probar sin apuro.

La propuesta gira en torno al producto fresco y de estación: platos simples pero con técnica y sabor. Hay opciones como pollo de campo con papas fritas o marucha a la parrilla con ensalada de tomates y hierbas, además de vegetales protagonistas —lechugas, espárragos, remolachas— trabajados con creatividad.

Los postres también sorprenden: el alfajor helado de miso y chocolate con dulce de leche y frambuesa o el crumble tropical con frutas frescas y crema de banana muestran que en Mambo se juega con equilibrio y diversión. Está en Malabia 820, Villa Crespo – Buenos Aires.

Ness.

En una de las grandes novedades de la capital argentina: en una esquina tranquila de Núñez, con apenas un año, Ness propone una cocina transparente y de espíritu libre, donde todo se cocina y se emplata a la vista. Este año ingresó a la lista los 100 mejores en el marco del Latin America's 50 Best Restaurants, en el puesto 64.

El fuego es el hilo conductor de una carta que cambia según el mercado. Por estos días hay, por ejemplo, pan a las brasas, cottage con huevas de trucha, espárragos con acelga y za’atar, pollo con naranja y espinaca, y postres que combinan sutileza y textura, como la frutilla con chocolate blanco o el flan de halva. Está en Grecia 3691, Núñez , Buenos Aires.

Gran Dabbang.

Un clásico que sigue sorprendiendo. Hace ya once años que Gran Dabbang es sinónimo de creatividad y sabor en Palermo. Su propuesta cruza la cocina argentina con influencias de India y el sudeste asiático, logrando una fusión que se volvió marca registrada. Sin dudas, uno de los imperdibles.

El espacio es informal, siempre lleno de energía y muchos aromas. Los platos (ideales para compartir) desfilan entre especias, color y fuego: roti al hornito a leña con manteca y suantai, dosa de garbanzo y ricota con alcauciles y menta, chaat de berenjenas con chutney de limón y un curry de pato que es inolvidable. También está dentro de los 100 del Latin America's 50 Best Restaurants, en el puesto 70.

Es un rincón que mantiene viva la curiosidad de comer algo distinto cada vez que se visita. Está ubicado en Av. Raúl Scalabrini Ortiz 1543, Palermo, Buenos Aires.

Cochinchina.

En materia de coctelería, la ciudad tiene varias paradas obligadas, y una de ellas es Cochinchina, también en Palermo. Este bar franco-vietnamita combina elegancia, técnica y una mirada contemporánea sobre el mundo del cóctel.

Desde su apertura en 2021, se consolidó como uno de los más influyentes de la escena porteña, reconocido por sus creaciones de autor y reinterpretaciones de clásicos. La ambientación, inspirada en la Indochina francesa, refuerza la experiencia. En la lista de The World’s 50 Best Bars 2025 se ubicó en el puesto número 26, reafirmando su lugar entre los mejores del mundo. Está en Armenia 1540, Palermo.

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