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Posada del Minero, el hotel que invita a pescar pepitas de oro en Minas de Corrales

En Rivera, un hotel que potencia la rica historia de Minas de Corrales y la época en la que regía la fiebre del oro.

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Búsqueda de oro en Rivera
A la pesca de pepitas de oro.
Foto: Gentileza.

Por Fabián Muro

En una de las más recientes películas del director británico Guy Ritchie, los villanos planifican un golpe mortal a la economía globalizada: mediante un intricado plan pretenden dejar todo patas para arriba y fuera de línea y tomaron la precaución de acumular mucho oro, porque calculan —con mucho tino— que ante una catástrofe financiera, el precioso metal será lo único que tendrá algún tipo de valor. Si eso llega a ocurrir algún día, quienes hayan ido a pasar algunos días al hotel Posada del Mineroen Rivera estarán en una envidiable posición: porque lo más probable es que tendrán pepitas de oro para hacerlas valer.

El hotel ubicado en Minas del Corrales está vinculado a la historia de la fiebre del oro prácticamente desde que empezó a hospedar gente, en 1878. Las actuales directoras-dueñas de Hotel Artigas —Edelweiss Oliver y Mercedes Viana— lo adquirieron hace12 años y si bien el establecimiento ya estaba impregnado por la historia del lugar, ellas decidieron potenciarla mucho más. Sin demasiada experiencia previa en la gestión hotelera (solo Mercedes había estudiado hotelería previamente), poco a poco fueron aprendiendo y ampliando su oferta. Por ejemplo, en Semana de Turismo realizarán todos los días —dos veces en cada jornada— el paseo denominado “La ruta del oro” y visitan lugares emblemáticos de la antigua labor de extracción del metal precioso. En el recorrido un experto acompaña a los visitantes para que tengan la chance de encontrar algo de oro y llevárselo a su casa. “En vez de pescar mojarritas, pescás oro”, comenta Oliver.

“El hotel tiene algo que va más allá de lo que hace a lo exclusivamente al hospedaje. Todo cuenta una historia, y no solo desde el punto de vista de la historia formal, más allá de que eso también está presente. Pero hay mucho de fofoca, que es como le decimos al chusmerío en la frontera”, cuenta Oliver entre risas. Y agrega: “La ambientación de las habitaciones está pensada así, de hecho hay pequeñas etiquetas que narran distintos hechos. El pueblo tiene mucho para contar, tanto histórica como culturalmente”.

Mina de oro Rivera
Una inmersión en la historia de la minas de oro.
Foto: Gentileza.

La propuesta de la posada no solo tiene que ver con el oro, sino también con otros aspectos que hacen la vida del lugar, aunque la cultura que se generó en torno a la búsqueda del oro tiene una sitio central en Minas de Corrales. Como explica Oliver, además de temático, el hotel también es lúdico. Hay, entre otras actividades, un misterio que hay que resolver buscando pistas en las instalaciones. Algunos de estos entretenimientos, como descifrar ese misterio, se realizan en la posada misma, pero hay otros, como “Sea minero por el día”, que invitan a salir.

Otro componente central de la experiencia en Minas de Corrales es visitar el Cerro Miriñaque. Una excursión al lugar, ofrece vistas panóramicas que permiten maravillarse con los paisajes. Recorrer el camino hacia ahí es otra vivencia a tener en cuenta, porque el paseo ofrece la chance de apreciar la flora del lugar. Llegar a la cima del cerro no solo da pie para otear a la distancia, sino también para apreciar una especie de palmera “enana”—por decirlo de alguna manera— que solo existe ahí, y que además es una especie que está en peligro de extinción. “Es una especie que se llama butiá paraguayensis (también se la conoce como Yatay enana) que solo está ahí, no en otro cerro”.

Cerro Miriñaque
Cerro Miriñaque.
Foto: Gentileza.

“El inventario del marqués”, es otra de las actividades que se realizan en la posada. Se inspira en las peripecias de un antiguo noble francés que llegó hasta Minas de Corrales para trabajar. “Paul de Malherbe era accionista de la compañía francesa Minas de oro en el siglo XIX, y en una de las tantas veces que la compañía quebró —porque la extracción de oro era un negocio muy irregular— él hace un inventario de todo lo que había en la usina de Cuñapirú. Para cualquiera que le interese la historia es un aporte valioso, porque gracias a ese inventario es que hoy se sabe qué maquinaria se usaba en esa época, cuánto se producía y mucho más. El juego es como una cacería fotográfica experta y, en vez de que te digan qué tenés que fotografiar, te dan las fotos y vos tenés que recorrer la represa y encontrarlas”.

En otras palabras, hay de todo un poco en la oferta de la posada. Para quienes gustan de satisfacer los deseos del paladar, también una carta gastronómica con aspectos temáticos y un “Oro y vino tour”.

Oferta gastronómica Posada del Minero
Hay tours de vinos e historias del oro.
Foto: Gentileza.

Quienes prefieran entrarle al descanso, pueden hacer uso de piscinas climatizadas, tipo spa, para tirarse panza arriba y no hacer más que eso. Para descubrir más sobre la posada puede visitarse el sitio web laposadadelminero.uy.
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