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DESCANSO

¿Es posible soñar despierto? La ciencia detrás de los sueños lúcidos: de qué se trata este fenómeno

Con el entrenamiento adecuado, cualquier persona podría guiar sus sueños de forma consciente.

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Dormir
Mujer durmiendo al aire libre.
Foto: Freepik.

Por Tatiana Scherz Brener

Hay una actividad que hacemos con frecuencia, pero que, no importa cuánto la practiquemos, encierra muchos misterios: dormir. Uno de sus enigmas son los sueños lúcidos, que se producen cuando, durante el sueño, uno es consciente de que está soñando, explicó el doctor Pablo Torterolo, profesor titular del Laboratorio de Neurobiología del Sueño de la Facultad de Medicina de UdelaR.

Las pruebas.

Mientras dormimos, nuestro organismo pasa una y otra vez por dos grandes fases: sueño REM y sueño no REM. La sigla viene del idioma inglés y significa movimiento ocular rápido, en tanto es una de las principales cualidades que diferencian ambas etapas. La fase REM dura unas decenas de minutos y “es el estado más apropiado para que se desarrolle la actividad onírica durante el sueño”, expone Torterolo en Sobre los sueños (2020), artículo divulgado en AnFaMed, una publicación producida por la Facultad de Medicina de UdelaR.

Los sueños lúcidos implican un estado disociado entre las características del sueño REM y las de la vigilia, señaló el especialista. Lo explicó así: “Aparecen ciertas actividades cerebrales que no ocurren en el sueño REM, pero sí cuando estamos despiertos”.

Aunque pueda parecer extraño, en realidad es muy común, sobre todo cuando estamos por despertarnos: “A la mayoría de la gente le ha pasado, sin saber que eso es un sueño lúcido”.

Con el entrenamiento adecuado, el sueño lúcido puede llevarse al siguiente nivel. “Algunas personas son capaces de modificar la escena o las características de lo que están soñando”, sostuvo el experto. Y agregó: “Está totalmente demostrado”. En Occidente, los primeros estudios que lo confirmaron tuvieron lugar entre finales de los 70 y principios de los 80.

Pero, ¿Cómo lo hicieron? En el sueño REM movemos los ojos, pero el resto de los músculos del cuerpo quedan paralizados. Entonces, los investigadores generaron un código para que, cuando el durmiente entrara en un sueño lúcido, pudiera señalarlo a través de los movimientos oculares. Todo esto mientras medían la actividad cerebral y el movimiento ocular y muscular, entre otros indicadores.

El tema aún despierta la curiosidad de la comunidad científica. Torterolo mencionó un estudio realizado en 2021 en el que los investigadores no solo identificaban cuando el durmiente tenía un sueño lúcido, sino que, cuando lo hacían, planteaban preguntas para que la persona respondiera. “Por ejemplo, decían: ‘¿Cuánto es 3 más 1?’, y el durmiente, mediante el movimiento ocular (con un código establecido de antemano), respondía: ‘4’”, relató.

Como si fuera poco, el especialista añadió: “Lo interesante es que el durmiente luego contaba que había llegado a esa respuesta dentro del sueño; por ejemplo, soñaba que había tres personas, llegaba una más y eran cuatro”.

Cómo tener un sueño lúcido.

Para Gonzalo García Ayala, director del espacio de crecimiento personal y espiritual Casa del Alma, soñar es “una experiencia del alma”. En este sentido, entiende a los sueños lúcidos como una puerta entre dos mundos: por un lado, el plano de la vigilia, y por otro, el plano astral o del alma.

“El sueño lúcido te permite viajar en una dimensión que es atemporal, donde lo que ordenás se manifiesta”, sostuvo García Ayala, que también es el creador del Código MYA, un programa de meditación y autosanación. Entonces, dijo: “Por ejemplo, estás nadando debajo del agua, te convertís en un delfín y vivís con todos tus sentidos esa experiencia”.

Según Torterolo, en teoría y con práctica, cualquier persona podría tener un sueño lúcido en el que modifique las características de lo que está soñando. Hay varias estrategias: “Una implica despertar y volver a dormirse, y otra requiere testear constantemente los pensamientos durante la vigilia para que, durante el sueño, estés entrenado para también testear tu estado”, comentó.

Por su parte, García Ayala recomendó la meditación, el yoga y el taichi, en tanto mejoran la concentración y aportan energía vital, dos aspectos clave para facilitar los sueños lúcidos.

Meditación
Personas meditando.
Foto: Freepik.

“Cuando entrás en el plano astral, manifestás lo que está en tu mente y en tu cuerpo emocional, entonces es fundamental abrirse a la experiencia sin miedo”, subrayó. Y sumó: “Si tenés un sueño lúcido en vibración de miedo, entrarás al plano astral desde un lugar muy denso energéticamente y el resultado será desalentador”.

Lo más conveniente, aseguró, es hacerlo a la mañana. “Ponés el despertador una hora antes de la hora que tengas que levantarte y hacés un proceso de profunda relajación del cuerpo, manteniendo la atención consciente en la respiración y programando tu cerebro para que, cuando tu cuerpo se relaje totalmente, hagas ese pasaje entre mundos de manera consciente”, recomendó.

A su vez, sugirió mantener pensamientos positivos o incluso ponerle un propósito a la práctica. “Si tenés una relación tóxica que está sacándote energía, podés programar ese espacio de sueño lúcido para ver de qué manera no te afecte o, aún mejor, cómo usarlo a tu favor”, expresó.

Generalmente, la respuesta aparece “de forma muy simbólica” y te permite entender “para qué estás viviendo esa situación; qué es lo que podés aprender de eso”, finalizó.

En efecto, está demostrado que los ensueños, lúcidos o no, “hacen que despertemos de mejor humor, que mágicamente aparezcan soluciones que la noche anterior no aparecían, y que estemos más preparados para resolver problemas futuros”, concluye Torterolo en Sobre los sueños (2020).

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