A partir del próximo lunes, una misión sanitaria de Corea del Sur llegará a Uruguay para interiorizarse acerca de la experiencia que tiene el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en el control y combate de la fiebre aftosa.
Corea del Sur era un país libre de aftosa sin vacunación, una de las naciones en el mundo con los controles sanitarios más estrictos, pero la fiebre aftosa penetró sus barreras y debió combatir una epidemia que costó millones de dólares.
El foco de la enfermedad comenzó en un establecimiento dedicado a los suinos, a 155 kilómetros de Seúl (en noviembre de 2010) y se llegó a cientos de casos confirmados. A medida que se fue extendiendo la epidemia mató más de 3 millones de bovinos, suinos, caprinos y ciervos, con pérdidas de más de US$ 1.790 millones, según datos oficiales. Fue la peor epidemia de la historia de Corea del Sur.
Durante sus dos días en Uruguay, la misión coreana revisará documentación del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, se interiorizará acerca de los procesos de licitación de las vacunas usadas en cada campaña; controles en los puestos de frontera y atención de sospechas, entre otros aspectos de interés. No visitarán establecimientos ganaderos.
Los inspectores también visitarán Brasil y Argentina para conocer la experiencia de ambos países en el combate de la fiebre aftosa y en la región.
Uruguay, a través del MGAP ha realizado varias cooperaciones técnicas con otros países que también tienen problemas con la fiebre aftosa, como bien fue el caso de Bolivia y Ecuador. La experiencia uruguaya, en más de una oportunidad, ha sido un ejemplo de lucha y tesón que la Organización Mundial de Sanidad Animal le mostró al mundo, para demostrar que un tropezón no es caída y que un país puede recuperar su sanidad.