Culmina cruda campaña en Bolivia de cara al referendo

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LA PAZ | AGENCIAS Y EL PAÍS DE MADRID

Mientras el mundo se obnubila con las promesas de "cambio" de Barack Obama, en Bolivia la gente está en otra cosa. Es que solo faltan dos días para que contesten "Sí" o "No" a la Constitución indigenista que propone el presidente Evo Morales.

La campaña fue cruda. Pese a que los sondeos indican que el "Sí" ganará sin mayores inconvenientes, lo que verdaderamente está en juego es el resultado en los llamados departamentos "rebeldes", en los que los prefectos (gobernadores) defienden el "No".

La oposición, dividida en dos partidos (Podemos y Unidad Nacional), tira desde hace semanas bombazos contra la Carta Magna de Morales, que si bien promueve las autonomías que ellos reclaman señalan que el gobierno nacional está en la cúpula de cualquier poder regional. La Iglesia también se unió a la cruzada y pide a la gente que "siga el camino de Dios" y vote por el "No".

Desde ayer Bolivia tiene en las calles un nuevo periódico: "Cambio". Lo lanzó el oficialismo con el fin de "contrarrestar los ataques".

"La mentiras de la oposición nos obligó a que el Estado tenga su propio medio", dijo Morales ayer en una breve conferencia en la que se presentó el rotativo. El mandatario se prestó a aclarar que "los enemigos de este cambio -la oposición-, también tienen derecho a decir su palabra por este medio".

El lanzamiento de "Cambio" coincide con los tres años de gobierno de Morales. De formato tabloide, el periódico salió a la calle con el título "Bolivia camina hacia la refundación". El enunciado es extraído de una entrevista al mandatario, cuya foto a todo color ocupa casi el 100% de la portada.

La edición cuenta con 36 páginas. Y debajo del título lleva un comprometido slogan: "La verdad nos hará libres".

Cuatro de los cinco departamentos opositores -que también son los más ricos de Bolivia- señalaron que están pensando en no aceptar la aplicación del texto constitucional en el caso de que este sea votado. El vicepresidente, Álvaro García Linera, salió ayer al cruce y señaló que si la nueva Carta Magna se aprueba a nivel nacional, se aplicará en todo el país, sin excepciones ni excusas.

La campaña se cerró ayer de la mano de dos grandes mítines que retrataron la confrontación entre los dos bloques de la política boliviana. Los partidarios del "No" se juntaron en Santa Cruz, la segunda ciudad más importante del país y la más rica. Mientras que, los partidarios del "Sí", se reunieron en La Paz, la ciudad más poblada y firme defensora de Morales.

El presidente compareció ayer en la Cámara de Diputados. Allí hizo una vigorosa defensa de su gestión. Resaltó los avances sociales experimentados en Bolivia, donde se produjo una sensible reducción de los niveles de pobreza extrema desde que él está en el poder.

Morales, que viaja continuamente por todo el país explicando su proyecto de gobierno, se atrevió el miércoles a hacer un mitin de clausura de los partidarios del "Sí" en Santa Cruz. Pese a la oposición, logró reunir miles de personas. Allí sostuvo que "las mentiras" que rodeaban al "no" ensuciaban la campaña electoral.

El mandatario arremetió contra la Iglesia y sobre su campaña en contra de la Carta Magna. "El nuevo texto reconoce la libertad religiosa, garantiza la libertad de creencia y de práctica privada y pública, como me había pedido la conferencia episcopal católica. ¿Por qué apoyan una propaganda mentirosa?", increpó Morales.

El presidente también recordó que esta es la primera vez en la historia de Bolivia en que un texto constitucional se somete a un referendo popular. También contestó a los opositores que pretenden mayor autonomía departamental.

"Quieren autonomía para dividir el país y se quejan de la autonomía que se reconoce a los indígenas y a los pueblos originarios. ¿Por qué? Las dos cosas son compatibles. Lo que sucede es que quieren debilitar a este indio para sacarle del poder. Digan lo que digan la Constitución se va a aprobar y se va a aplicar", sostuvo Morales.

AUTOGOBIERNO Se garantiza la libre determinación de 36 pueblos indígenas, en el marco de la unidad nacional. La oposición reclamaba que se acepten tan solo las autonomías departamentales.

LENGUA Se reconocen como idiomas oficiales 36 lenguas indígenas y aborígenes y los gobiernos nacional y departamentales deberán utilizar uno de ellos, además del castellano, en su funcionamiento.

EDUCACIÓN Esta será intercultural, intracultural y plurilingüe en todo el sistema educativo.

RECURSOS Se efectuará una consulta obligatoria con el pueblo indígena respecto a la explotación de los recursos naturales no renovables en el territorio que habitan.

CULTURA Y RELIGIÓN El estado asumirá como fortaleza la existencia de culturas indígenas y campesinas, depositarias de saberes, conocimientos, valores y espiritualidades. La Iglesia tacha este punto de "impreciso".