GUILLERMO ZAPIOLA
Hace algún tiempo, fundamentalistas cristianos pretendieron quemar los libros de Harry Potter por considerarlos satánicos. Ahora, admiradores de Harry quieren incinerar a su intérprete Daniel Radcliffe por impúdico. Es todo muy raro.
El escándalo estalló días pasados en Londres, cuando el periódico Daily Mail publicó las primeras fotos publicitarias de la puesta en escena de la obra teatral Equus, de Peter Shaffer, que se estrenará el 27 de febrero en el teatro Gielgud, en el West End de Londres, bajo la dirección de Thea Sharrock.
En las fotos se ve el cuerpo semidesnudo de Radcliffe junto a su coestrella Joanna Christie. De inmediato comenzaron a llover en el periódico correos electrónicos de padres preocupados por la imagen del actor. En uno de ellos podía leerse: "Como padres sentimos que Daniel no debería aparecer desnudo porque nuestro hijo de 9 años lo mira como un ejemplo a seguir. Estamos muy decepcionados y en el futuro evitaremos ir a ver sus películas".
ROLES. Tarde o temprano tenía que ocurrir. Radcliffe que tiene 17 años y está por cumplir los 18, sólo le quedan por delante, en el mejor de los casos, tres películas más de Harry Potter, y no puede quedar atado para siempre a ese personaje (incluso le va a costar llegar a la última, porque para entonces estará totalmente pasado en edad). Su empeño de abrirse al teatro con una obra que tiene cierta aureola de prestigio "culto" resulta en el peor de los casos lógica, aunque pueda discutirse su opción concreta.
Para los productores de Equus, naturalmente, el truco publicitario funciona por lo menos, a dos niveles. Ya es "vendedor" tener al protagonista de Harry Potter protagonizando un drama adulto, y no es casualidad que la obra ya haya recaudado, un mes antes del estreno, un millón de libras por venta anticipada de entradas. El desnudo (fotográfico ahora, en escena después) es el segundo truco, y ya está dando también resultado. En los medios ya se habla de él, y como se sabe en el negocio del espectáculo lo importante es que hablen de uno. Que lo hagan a favor o en contra es secundario.
Si uno quiere ponerse en puritano y en estricto, corresponde recordar que Equus ha especulado con la desnudez de su joven protagonista masculino desde que su autor, el bri-tánico Shaffer (naci- do en Liverpool en 1926) la escribió en 1973 y se estrenó en Londres y Broadway. Para entonces Shaffer era un dramaturgo de cierto éxito, que había tenido un primer logro en 1958 con Ejercicio para cinco dedos y luego continuó produciendo con mayor o menor eficacia textos como The Private Ear (1962), The Public Eye (mismo año) y La real cacería del sol (1964, sobre el enfrentamiento de Francisco Pizarro y el inca Atahualpa), varios de ellos llevados al cine. Es posible que, luego de Equus, el texto más divulgado de Shaffer haya sido Amadeus, esa seudobiografía de Mozart cuyo éxito sobre los escenarios se amplió gracias a la famosa película del mismo título dirigida por Milos Forman.
TEXTO. Antes que más padres se dediquen a escribir más correos electrónicos conviene dejar en claro un par de datos. El principal de ellos es que Peter Shaffer es cualquier cosa menos un pornógrafo, y que su obra no es un intento de socavar las bases de la moralidad occidental predicando la zoofilia, como parecieran sugerir (o poco menos) algunos servicios informativos.
Shaffer tampoco es Shakespeare, y cierto gusto por el efectismo se repite en sus textos, pero de ahí al escándalo gratuito hay una distancia considerable. La sustancia de Equus (obra "freudulenta" si se quiere) es el enfrentamiento entre un psiquiatra que en la puesta que se va a llevar a cabo ahora en Londres va a ser encarnado por Richard Griffith, quien casualmente actúa también en la serie de Harry Potter haciendo del tío del personaje, y un paciente obsesionado por los caballos (no "que tiene relaciones sexuales con caballos", según otro cable), que para el caso va a ser interpretado por Radcliffe.
REACCIONES. Radcliffe parece estar tomándose las cosas con bastante calma, y también hay gente que ha salido a apoyarlo. Otro de los correos recibidos por el Daily Mail, señala sensatamente que el joven "no puede permanecer toda su vida en el personaje de Harry Potter, porque si quiere tener éxito como actor en el futuro necesita hacer papeles diferentes". El corresponsal agrega: "Si algunos padres no están a gusto porque sus hijos vean desnudos o escenas de sexo, entonces que no los lleven a ver la obra".
Por su parte Vanessa Davies, la representante de Radcliffe, ha dicho al diario que el actor no pretende desprenderse de Harry, pero que necesita demostrar que puede hacer otras cosas. Por otra parte, la página web oficial de Radcliffe no ha recibido, según sus responsables, correos negativos. El sitio danradcliffe.co.uk afirma que "la mayoría de los comentarios que hemos recibido sugieren que las fotos son realmente hermosas y naturales, tal y como deben ser en el contexto del contenido de la obra".
Aunque algunos correos llamen al boicot, los productores teatrales parecen tranquilos. Un millón de libras tranquiliza a cualquiera, claro.
Aquel "Equus" uruguayo tan taquillero
Desde su estreno en 1973, dirigida por John Dexter, Equus se expandió rápido por el mundo teatral. A Montevideo vino en 1977, puesta en el Teatro Solís por la Comedia Nacional, con dirección de Arturo García Buhr.
La obra llegaba como una pieza taquillera y con el aditamento de dar pie a la exhibición de desnudos. El camino que tomó García Buhr, quien tenía los derechos para la región, fue otro. Los desnudos fueron presentados muy discretamente, a contraluz, y la escenificación apostó al impacto visual y al sentido del texto.
"La puesta tuvo una respuesta grandiosa -recuerda Héctor Guido, integrante de aquel elenco-, al punto que fue una de las obras más exitosas de la Comedia, vista por más de 100 mil espectadores. Más allá de los aspectos superficiales, como los desnudos, impresionaron otras cosas, como el distanciamiento que el autor proponía, con los actores todo el tiempo sentados a los costados de una especie de cuadrilátero. También la estilización de los caballos estaba muy bien lograda. Creo que la obra era floja en los aspectos científicos, como la visión del psiquiatra, pero impresionaba mucho su gran teatralidad, con una escenografía que giraba tirada por propios caballos".
El actor se diversifica, pero no pierde de vista al personaje que le dio la fama
Desnudarse para el teatro no es el único intento de Daniel Radcliffe para ampliar su imagen. Mientras se prepara para interpretar en Londres Equus, ha estrenado ya en cine December Boys, película dirigida por Rod Hardy sobre cuatro huérfanos que compiten por ser adoptados por una misma familia, y tiene en preproducción My Boy Jack, un drama para televisión dirigido por Brian Kirk que cuenta las peripecias del escritor Rudyard Kipling y su esposa por encontrar a su hijo Jack (encarnado por Radcliffe), desaparecido en acción durante la Primera Guerra Mundial.
Por otra parte, Radcliffe no abandona a Harry Potter. Actualmente tiene en postproducción la quinta entrega de la serie, Harry Potter y la Orden del Fénix, con dirección de David Yates, cuyo estreno mundial se anuncia para el 11 de julio de este año. Y ya ha comenzado la preproducción de la sexta entrega de las andanzas del joven mago, Harry Potter y el misterio del príncipe, que va a dirigir Anand Tucker y cuyo estreno se prevé para noviembre de 2008.
Va a ser, en el mejor de los casos, la penúltima aparición de Radcliffe como Harry. Por el momento, se sabe también que a mitad de año J.K. Rowling habrá de lanzar al mercado la última entrega de las aventuras del personaje.
Peter Shaffer en cine: Equus y otras varias adaptaciones
El cine ha frecuentado a menudo la obra de Peter Shaffer. Su inicial Ejercicio para cinco dedos fue filmada en 1962 por el norteamericano Daniel Mann con un elenco interesante (Rosalind Russell, Jack Hawkins, Maximillian Schell). La real cacería del sol llegó en cine a Montevideo como El imperio del sol (Inglaterra 1967, director Irving Lerner, con Robert Shaw y Christopher Plummer). The Public Eye llegó al cine en 1971 como Algo nuevo cada día, dirigida por el británico Carol Reed, con Mia Farrow y Topol.
Amadeus no necesita por supuesto presentación, pero quizás convenga recordar que Equus fue filmada en 1977 por Sidney Lumet, con Richard Burton como el psiquiatra y Peter Firth como el joven.. Se estrenó en Montevideo en 1978, tiempo de dictadura, con algún tijeretazo.