Uribe consiguió la mayoría parlamentaria en Colombia

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AP

Bogotá - El presidente colombiano, Alvaro Uribe, ha obtenido lo que deseaba en las elecciones legislativas celebradas ayer y sus partidarios tendrán una mayoría amplia, casi aplastante, en el Congreso.

Las elecciones, que la mayoría de los analistas coincidieron en señalar que se trataba de un pulso entre "uribistas" y opositores, se decantó en favor de los primeros, algo que el presidente pidió a los colombianos para que su proyecto político y económico no tuviera trabas en un segundo mandato presidencial.

Porque Uribe, gracias a una reforma constitucional de 2005 que permitió la reelección inmediata, se ve seguro de ganar las presidenciales el próximo 28 de mayo, en primera vuelta, o en todo caso el 18 de junio, en segunda.

También, debido a una reforma del sistema electoral de 2003, con la pretensión de afianzar en lo posible las bancadas parlamentarias, o lo que es lo mismo los partidos, el Congreso elegido -Cámara de Representantes y, más, el Senado-, estará mucho menos atomizado y, en principio, será menos clientelista de intereses individuales.

Los uribistas obtienen 65 escaños del Senado, al margen de los dos representantes de las negritudes y los indígenas, y seguramente unos noventa de los 163 de la Cámara, donde otros tres están reservados a las negritudes, los indígenas y a los colombianos en el exterior.

Una de apreciaciones recurrentes durante la campaña electoral para estas legislativas ha sido la ausencia de un verdadero debate de ideas y programas políticos o económicos, para centrarse en la figura de Uribe.

Claro está que entre las dos principales agrupaciones opositoras, el tradicional Partido Liberal (PL) y el emergente Polo Democrático Alternativo (PDA), además de su objetivo de contrarrestar a Uribe, la percepción es diferente.

El PL que, con la llegada de Uribe al poder, vio cómo perdía en continuos goteos a sus congresistas, que desertaban a las filas del presidente, pretendió resucitar el partido, pero no lo ha conseguido, e incluso se considera que ha fracasado rotundamente.

Cuando esperaba tener entre 25 y 30 escaños en el Senado se ha quedado en 17 y su candidato presidencial, Horacio Serpa, suscita serias dudas, ya que perdió las presidenciales en 1998, frente al conservador Andrés Pastrana, y en 2002, frente a Uribe.

Por su parte el PDA, que poco a poco se va configurando como una alternativa de izquierda moderna, alejada de antiguas veleidades revolucionarias y que ya en las últimas elecciones legislativas, municipales y departamentales despuntó, ahora ve cómo se consolida con once senadores.

El PDA ha salido con éxito de estas legislativas, en las que no pretendía, porque lo sabía, aspirar a ganar sino a avanzar en su proceso, que inició cuando Luis Eduardo Garzón, entonces del Polo Democrático Independiente, consiguió la alcaldía de Bogotá, y otros izquierdistas alcanzaron el poder en varias alcaldías y gobiernos.

Frente al PL, que aparentemente se presentaba esta vez más cohesionado, el otro partido tradicional, el Conservador (PCC), que se declaró uribista hasta el punto de no presentar candidato a las presidenciales, le ha superado en el Congreso.

Este partido, junto al Partido Social de Unidad Nacional, conocido como La U , y Cambio Radical, son los tres pilares del presidente Uribe en el Congreso que tomará posesión el próximo 20 julio.

Los "uribistas" han contado con los índices de simpatía popular a Uribe, que oscilan, según las últimas encuestas, entre el 53 y casi el 70 por ciento, en gran medida por su política de seguridad democrática o lucha sin cuartel contra la guerrilla, la desmovilización de los paramilitares e incluso el acuerdo con los Estados Unidos de un Tratado de Libre Comercio (TLC).

Evidentemente, el PL y el PDA cuestionan o denigran esos tres "logros" de Uribe, porque creen que la lucha contra la guerrilla no ha dado los frutos deseados, que las desmovilizadas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, paramilitares) no han desmantelado sus estructuras de poder en las zonas que controlaban, y que el TLC va a ser negativo para Colombia.

Por lo demás la jornada electoral resultó tranquila sin graves incidentes, teniendo en cuenta el estado de conflicto que vive el país.

La abstención rondó el 60 por ciento, algo que suele ser habitual en las elecciones colombianas.

EFE

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