Teheran y Viena - La reunión del consejo de gobernadores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) en Viena, que debía reanudarse hoy a las 14 de Uruguay para tratar el caso de Irán, ha sido pospuesta hasta el sábado, anunció la agencia.
En tanto Irán está resuelto a pasar al enriquecimiento industrial de uranio y a limitar su cooperación con la AIEA, como represalia por la decisión de la agencia de seguridad nuclear de trasladar al Consejo de Seguridad de la ONU el expediente iraní.
Irán podría sustraerse así desde el mismo sábado al régimen de control reforzado de sus instalaciones, establecido en el marco del protocolo adicional del Tratado de No Proliferación (TNP), advirtió ya el martes el jefe de la diplomacia iraní, Manuchehr Mottaki.
Desde entonces, las autoridades iraníes han multiplicado las advertencias contra un envío de su expediente nuclear al Consejo de Seguridad de la ONU.
El ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), que comenzó ayer una reunión de urgencia en Viena, debe volver a reunirse el sábado para someter a votación un proyecto de resolución en ese sentido, redactada por los europeos y apoyado por Estados Unidos.
Ayer por la noche, el presidente iraní, el ultraconservador Mahmud Ahmadinejad, afirmó que "el pueblo iraní sigue su propio camino y no renunciará bajo ninguna condición a su derecho legítimo" a la tecnología nuclear.
Justo después, la agencia Irna informó de una carta oficial dirigida por el principal dirigente iraní a cargo del sector nuclear, Ali Larijani, al director de la AIEA, Mohamed ElBaradei.
"En caso de envío del expediente iraní al Consejo de Seguridad, sea cual sea la forma, el control de las actividades nucleares iraníes por la AIEA será limitado considerablemente e Irán reanudará todas sus actividades nucleares suspendidas, sin ninguna restricción", dijo Larijani.
El responsable iraní no ocultó que entre las actividades suspendidas voluntariamente por Irán hace más de dos años ocuparán un lugar central en las represalias las relacionadas con el enriquecimiento de uranio.
El propio Ahmadinejad lo subrayó al señalar que "lo principal en la energía nuclear es el enriquecimiento".
Ali Larijani declaró también que "los países que utilizan todos medios para detener nuestro programa de investigación nuclear deben atenerse a que Irán utilice todas sus capacidades en la región".
El origen de la crisis actual está en el anuncio por Teherán, el pasado 10 de enero, de su decisión de retomar las actividades de investigación vinculadas al enriquecimiento de uranio.
El dominio de ese procedimiento es indispensable para obtener tanto el combustible necesario para el funcionamiento de una central nuclear como la carga de una bomba atómica.
Es esto lo que inquieta a los occidentales, que sospechan que el programa nuclear civil iraní enmascara un aspecto militar para obtener el arma atómica.
"Evidentemente, esperamos que Irán comprenda el mensaje de que debe volver a una suspensión completa (de sus actividades) y no replicar", dijo un diplomático occidental destinado en Teherán, quien subrayó que las medidas de represalia constituirían "un gesto muy peligroso".
AFP
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