Filme polaco ambientado en Uruguay compite en festival de Venecia

Italia - El gran maestro del cine polaco Krysztof Zanussi compite hoy en el festival de Venecia con un filme sobre la diplomacia y la hipocresía, ambientado en Uruguay.

La película, que lleva el título "Persona non grata", dirigido por Zanussi luego de tres años sin rodar, fue tímidamente aplaudido durante la proyección a la prensa.

Zanussi, autor del primer filme sobre la vida del recién fallecido Papa polaco Juan Pablo II ("De un país lejano", 1981), narra esta vez la historia de Viktor, embajador de Polonia en Uruguay.

"Es un filme sobre una obsesión: la sospecha", afirmó el director, quien combina reflexiones existenciales, principios y valores con acuerdos para la venta de helicópteros militares y contactos.

Ambientada en una elegante mansión de Montevideo, con servidumbre medio polaca y medio sudamericana, la película, casi siempre rodada en ambientes cerrados, ilustra la incertidumbre, las dudas y las conjeturas que invaden a un hombre que acaba de perder a su amada esposa Helena.

El refinado diplomático polaco, ex pianista, se abandona a sus obsesiones tras la muerte sorpresiva de su esposa, compañera desde la juventud y se atormenta por saber si ella lo traicionó o no con su mejor amigo, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Oleg, interpretado por el célebre actor y director de cine ruso Nikita Mikhalkov.

Simpatizante del sindicato polaco independiente "Solidarnoc", idealista decepcionado ante los cambios de la realidad y los artificios para lograr la compra de los helicópteros sobre los rusos, Viktor representa de alguna forma la nueva cara de la clase dirigente de los países del Este.

"Me identifico mucho con el personaje. A mi edad no es fácil tener ideales porque nos hemos dado cuenta de que muchas de las cosas que nos imaginábamos que iban a pasar jamás ocurrieron. De todos modos quiero seguir siendo un idealista decepcionado, no sólo del mundo sino de mí mismo", comentó.

Zanussi, vencedor en Venecia del León de Oro hace 21 años con "El año del sol quieto", critica indirectamente al capitalismo y apela al recuerdo con su nuevo filme.

"Nosotros los polacos estamos felices por formar parte de la comunidad europea, pero claro, no todo era tan bello como creíamos", asegura.

El director, cuyo filme es producido por polacos, rusos e italianos, se siente como un principiante al competir en Venecia.

"Estoy feliz aquí porque he encontrado a muchos amigos y a la vez estoy muy nervioso, temo la crítica, la prensa, me asaltan dudas, como a un principiante", confesó con modestia.

AFP

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