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Casa Blanca no es solo un frigorífico

| El presidente de Fricasa invierte US$ 1,5 millones en un centro social y cultural que generará réditos al valorizarse la zona

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Casa Blanca es una localidad de 400 habitantes ubicada sobre el Río Uruguay a doce kilómetros de la capital de Paysandú, que surgió a partir de la instalación de la planta procesadora de carne vacuna más antigua de América del Sur hace más de doscientos años, precisamente desde 1806. El establecimiento cárnico se convirtió en Frigorífico Casa Blanca S.A. (Fricasa) en 1978. La empresa, que ejecutó el 3,4% del total de la faena bovina realizada en el país en 2010, sustenta desde hace un año un centro social y cultural que brinda importantes servicios y beneficios a la población local. Su presidente, Eugenio Schneider, afirma que los US$ 1,5 millones que ha destinado hasta ahora en el proyecto no significan un gasto, sino una inversión, con lo cual pretende aumentar el valor de los terrenos y "hacer algo por la cultura de la zona".

CLUB CASA BLANCA. Como cualquier centro social, el Club Casa Blanca funciona mediante el sistema de socios, que actualmente son 150. Para los adultos, la cuota es de 300 pesos y los menores de quince años deben pagar una mensualidad de 150 pesos. Este abono mensual les otorga una suerte de "pase libre" para todas las actividades deportivas y recreativas que se ofrecen en el club, tales como clases de gimnasia, de baile, yoga, pilates, equitación, navegación categoría optimist y hockey; también les otorga el derecho a utilizar las instalaciones de la sede social: cancha de fútbol, quincho con parrillero, baños, sala de juegos y a disponer de cien horas gratis en la guardería infantil. Asimismo, en el club funciona un restaurante-cantina, denominado "Bistró", abierto a todo el público.

Carlos López, director del Club Casa Blanca, explica que el subsidio mensual que recibe el proyecto es necesario "por lo menos hasta que esto empiece a rodar bien". Cada mes, Schneider aporta unos US$ 7.000 para el mantenimiento del club, que principalmente se destina para el pago de los salarios. Además de los profesores de las actividades recreativas, trabajan entre diez y doce personas de manera permanente en la institución. También colaboran algunos electricistas, albañiles y choferes que son empleados del frigorífico, lo cual reduce considerablemente los costos operativos ya que estos recursos humanos están comprendidos dentro del presupuesto de Fricasa.

SALADERO19. Según Schneider, ya existía en la localidad una demanda de casi todas las actividades que se realizan en el club. Pero quería hacer algo más. Continuando con su política de apoyo a eventos culturales en Paysandú, se decidió a ampliar la oferta cultural de Casa Blanca.

La parte "netamente cultural" está a cargo de Saladero19, un proyecto que funciona desde hace cinco meses, utilizando las instalaciones de la sede social para desarrollar sus actividades. Salomón Reyes, guionista, director y productor freelance, vino desde México D.F. para dirigir la gestión de los eventos artísticos y abrir una productora audiovisual que está emprendiendo sus primeros proyectos. "Intentamos presentar propuestas desconocidas, que no se podrían programar en Paysandú fácilmente", explica Reyes en referencia a la programación de cine y de espectáculos escénicos.

En "La Isla", una confortable sala acondicionada para 24 personas, se proyectan películas catalogadas como "cine arte" los viernes por la noche. Esta categoría supone la elección de largometrajes que no sean accesibles al público, ya sea a través de los circuitos comerciales o de internet. Saladero19 compra esas películas o las alquila a través de un convenio con Video Imagen Club (VIC) de Paysandú. Las funciones incluyen una breve presentación del film a cargo del crítico de cine y socio de VIC, Fabio Penas Díaz, y una tertulia luego de la función que se lleva a cabo en el restaurante del club.

La elección de los espectáculos musicales y teatrales, además de estar condicionada por la infraestructura edilicia -que por ahora les obliga a traer espectáculos con elencos de tres o cuatro personas- también se ciñe al criterio de lo exclusivo: espectáculos musicales como los de Dani Umpi, Franny Glass y Max Capote se presentaron por primera vez en el departamento de Paysandú y lo hicieron exclusivamente en Casa Blanca.

RETORNO EN IMAGEN. Los eventos organizados por Saladero19 son enteramente gratuitos. Una obra de teatro de Buenos Aires se presentó el mismo día en Paysandú algunas horas luego de haberse exhibido en Casa Blanca. En la sala de Paysandú, la entrada costaba 120 pesos. En cambio, el público tuvo libre acceso en el Club. "Mientras ocurra en Casa Blanca, la gente puede concurrir gratuitamente. Ese es el modelo", señala Reyes al reflexionar sobre la viabilidad económica de un proyecto como Saladero19. "Yo no te cobro, pero a cambio te pido que vengas a conocer Casa Blanca". Señala que el retorno de la inversión que hace Schneider se genera a partir de la imagen positiva que produce esta movida cultural en la zona, que a su vez revaloriza la propiedad inmobiliaria de la localidad.

Según Reyes, es muy valioso que una persona se acerque por primera vez atraída por la programación -o por la gratuidad de la oferta- y luego vuelva exclusivamente a comer en el bistró. Este tipo de experiencia es la que vive el público sanducero de clase media aficionado al arte, que puede trasladarse en su vehículo hasta Casa Blanca. Sin embargo, no se trata de convertir el lugar en un polo turístico masivo, sino más bien en "una suerte de turismo cultural". Por eso es un espacio con cupos limitados y la asistencia se controla mediante un sistema de reservas, afirma el emprendedor.

Otro de sus objetivos es reproducir el buen arte para la gente de la localidad. "¿Por qué un habitante de Casa Blanca no puede vivir lo mismo que en Montevideo?", se pregunta Reyes. Agrega que las propuestas de Saladero19 generan el encuentro de personas "de diversos niveles sociales junto a la gente más humilde del pueblo" y eso es un fenómeno del que se enorgullece. La variedad de nuevos servicios que se están instalando en Casa Blanca, tales como pago de facturas, correo y todos los que agregan el Club y Saladero19, incrementa el valor de sus predios como zona residencial. "Quizás allí esté el retorno", indica Reyes.

PRODUCTORA. Otro aspecto del proyecto, aunque de más reciente surgimiento, es la productora audiovisual Saladero19. Hoy funciona en base al trabajo de Reyes como responsable y de dos técnicos. Además, cuenta con dos asistentes en Montevideo y el apoyo de las productoras más grandes con las que ha empezado a trabajar. Se trata de un emprendimiento que pretende generar rédito económico en cuanto consiga ampliarse. Aunque por el momento estén produciendo materiales relativamente sencillos como cortometrajes o videoclips, proyectan producir su primer largometraje para fines de 2012. Actualmente, disponen del equipamiento básico para el rodaje (cámara, micrófonos, luces, etc.) y la postproducción ya que poseen una isla de edición propia dentro del Club.

Schneider considera importante subsidiar al Club y todo lo que sucede a su alrededor. "No concibo Casa Blanca sin un lugar donde ir a tomar algo". Desde su óptica de empresario reflexiona sobre la madurez del emprendimiento y asegura que es "un niño que todavía no está vigoroso". Sostiene que hay muchos aspectos a mejorar que en el futuro permitirán que el funcionamiento se pueda financiar sin su subsidio.

Gastronomía y arte

El presidente del Frigorífico Casa Blanca S.A., Eugenio Schneider, abrirá a principios de 2012 un restaurante "de primer nivel". Para ello, está restaurando y acondicionando el edificio de una vieja pulpería de la zona, que fue construido en el siglo XIX. Hasta el momento esta obra ha requerido la inversión de US$ 300.000. La propuesta gastronómica aún no está totalmente definida, pero estará a cargo del chef Javier Hoffman y asegura que el menú no estará centrado en productos de carnicería, aunque allí tengan carne de la mejor calidad. "La pulpería" será un espacio que conjugue el buen comer con propuestas artísticas y buena atención al público. "No será solo gastronomía" asegura Schneider.

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