Compite con un generador privado; la fábrica sigue cerrada.

Fanapel está en crisis y el gobierno se involucró en la búsqueda de una solución para la empresa a la cual le ofreció, a través de UTE, una rebaja en la tarifa eléctrica de 25% hasta marzo y de 30% a partir de ese mes, dijeron a El País fuentes que participan de las tratativas para encontrar una salida.

El elevado costo de la energía es una de las razones a las que la empresa atribuye sus dificultades y de hecho llegó a un acuerdo con una firma privada de generación (Ventus), hace varios meses para que le proveyese de electricidad. Sin embargo, el acuerdo recibió objeciones de la Administración del Mercado Eléctrico y la oferta de UTE aspira a igualar el precio al que Ventus podría vender.

Tras la propuesta que la empresa estatal hizo el viernes 13 la diferencia entre ambas ofertas "es mínima", dijeron las fuentes. La oferta de UTE se hizo en el marco de una reunión en la que se conformó una comisión para buscar soluciones de urgencia para la fábrica que está totalmente parada y que tiene a su personal en el seguro de paro.

Las fuentes dijeron que la caldera de Fanapel, que se compró con un crédito del Banco República, está utilizada solamente al 40% de su capacidad pese a que fue adquirida para autoabastecer a la planta y venderle a UTE. Ocurrió al revés y Fanapel le compraba a UTE antes de cerrar.

Otro costo clave que se busca abaratar es el de la materia prima. El sindicato quiere gestionar ante UPM y Montes del Plata que la provean de una parte de su celulosa a un precio barato que permita darle viabilidad a la empresa. Las fuentes señalaron que la empresa tiene mercado en Argentina para colocar su producción de papeles estucados (para impresión) pero que "quedó fuera de precio" ante la competencia de otros países. "No habría por qué cambiar los productos que se fabrican", dijo la fuente.

El viernes próximo la comisión que se conformó con participación de la empresa, el ministerio de Economía, el de Industria, el de Trabajo, el sindicato, el instituto Cuesta-Duarte del Pit-Cnt y UTE, tendrá que presentar un primer diagnóstico y una propuesta para la fábrica que sigue cerrada y que es clave para Juan Lacaze, una localidad de 14.000 habitantes que ya se vio muy golpeada con el cierre de la textil Agolan y que carece de fuentes de trabajo importantes. Al menos unos 270 trabajadores son afectados.

El sindicato se retiró la semana pasada muy preocupado de la reunión porque percibe que la conducción de la empresa no quiere realmente reabrir la fábrica.

El sindicato sostiene que no hay mucho margen para bajar el costo de la mano de obra en Fanapel que en los últimos tres años bajó 40% la masa salarial, dijo el dirigente Marcelo Olaverry. El sindicato busca que las tratativas "no se diluyan" porque "en esto nos va la vida", dijo. Buscará extender los seguros de paro.

JUAN PABLO CORREA

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