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Sturla mantiene su misión pastoral entre los humildes

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A mí nadie me preguntó nada". Eso fue lo primero que dijo el arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, cuando su amigo Gonzalo Aemilius le anunció que fue nombrado cardenal.

El joven sacerdote uruguayo que se encuentra estudiando en Roma escuchó en vivo y en directo cuando el propio papa Francisco hacía el anuncio en la Plaza de San Pedro.

De inmediato llamó a Sturla, quien acababa de salir de un programa en Radio Oriental con dos jóvenes voluntarios. "Paré el auto para atender el celular. Era Gonzalo Aemilius que me dice: Estoy en la Plaza de San Pedro, el Papa te acaba de nombrar cardenal".

"Yo corté sin entender mucho nada y ahí veo dos mensajes de otros dos uruguayos que estaban en la Plaza de San Pedro", narró Sturla a El País.

"Es un honor para la Iglesia Católica de Uruguay. Me han nombrado a mí pero el Papa está reconociendo a la Iglesia uruguaya. Yo sigo siendo arzobispo de Montevideo y se le agrega la responsabilidad propia de ser cardenal", explicó.

Sturla dijo desconocer las razones por las que el Papa argentino pensó en él para este nombramiento. Sin embargo, aclaró que con seguridad Francisco conoce muy bien el trabajo de la Iglesia Católica en Uruguay.

"El Papa es un Papa argentino, arzobispo de Buenos Aires. Conoce Uruguay, conoce nuestra gente y quiere mucho al Uruguay. Me consta", dijo.

Sturla se reunió por primera vez con Francisco en un viaje que realizó a Roma el pasado 29 de junio, cuando recibió la distinción del Palio de las manos del Papa. Este consiste en una estola confeccionada con lana de corderos bendecidos por el pontífice que se coloca sobre los hombros de los nuevos arzobispos provenientes de diferentes partes del mundo.

En esa fecha mantuvieron también una reunión de 30 minutos, en donde Francisco demostró mucho interés por el trabajo de la Iglesia uruguaya.

Ocupado.

"Me cayó esto de ser cardenal mientras estaba en la misión y yo dije: Voy a seguir de misión", relató Sturla.

Durante esta semana, el arzobispo realiza varias recorridas por barrios de Montevideo y, si bien evaluó quedarse en la Curia debido a la trascendencia del nombramiento, decidió seguir con su agenda habitual.

Ayer recorrió durante toda la tarde Jardines del Hipódromo, culminando en una actividad en el patio de la casa de una vecina.

Acudieron al lugar familias de la zona, que asistieron a un show de magia, rezos, un pesebre viviente y escucharon historias esperanzadoras.

Una de ellas fue la de un vecino. "Escuchen que esto es lo importante", advirtió Sturla. Con uno de sus dos hijos en brazos, un joven comentó cómo sobrellevó momentos difíciles y tuvo un "2014 buenísimo" gracias a su actividad dentro de la Iglesia.

"Luego los chicos se van por un lado y los adultos reciben un anuncio del evangelio", anunció el flamante cardenal.

Sturla hace tres años que trabaja y realiza misiones en el barrio. Aunque admitió que a veces se torna un poco complicado por disputas internas, siente que el barrio ha mejorado mucho desde la instalación de una "modesta capilla" y el trabajo de los 60 jóvenes que realizan voluntariamente.

El arzobispo de Montevideo tenía planeado tomarse algunos días de descanso. "Espero poder tomármelos", dijo.

"(El nombramiento) me cambia la agenda de febrero porque voy a estar en Roma una semana al menos. Después que pase la misión acomodaré mi agenda", dijo.

Francisco nombró el domingo a 20 nuevos cardenales. El nombramiento oficial será el 14 de febrero. Sturla será uno de los miembros del Colegio cardenalicio, electores en caso de que se deba elegir un nuevo Papa y consultor del mismo.

Sturla es el segundo cardenal en la historia de Uruguay. El anterior fue Antonio María Barbieri, que ocupó ese cargo desde 1958 hasta 1979. Este es el mayor título honorífico que puede conceder un Papa.

LA REACCIÓN DEL GOBIERNO ELECTO

Lescano: "Hecho muy positivo; hay grandes coincidencias"

El exministro y futuro embajador en Argentina, Héctor Lescano (Partido Demócrata Cristiano), dijo a El País que la designación de Daniel Sturla como cardenal "es un hecho muy positivo para la historia de la Iglesia Católica y para el Uruguay". "Es un reconocimiento por cierto a un líder pastoral con el que venimos teniendo grandes coincidencias con definiciones claras que expresan un rumbo de cambio importante", dijo Lescano. Agregó que si bien no tiene una relación de amistad con el nuevo cardenal, lo conoce desde la época en que trabajó por la recuperación de la democracia con su hermano, el exdiputado blanco Héctor Martín Sturla (fallecido en 1991 a la edad de 37 años). "Juntos fuimos los organizadores de un homenaje por el centenario de Don Bosco, que realizó por primera vez el Parlamento", señaló.

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