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"Vamos a erradicar a los barras y proteger al hincha"

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Es el hombre elegido por el presidente Tabaré Vázquez para dirigir la nueva Secretaría Nacional del Deporte, que pondrá el tema en lo más alto de la agenda pública y del Gobierno. 

El primer mandatario le ordenó atacar en profundidad la violencia en el deporte y le pidió que erradique a los barras y proteja a los hinchas.

Opina que la decisión de qué se hace con los derechos de televisión debe continuar siendo una decisión de los clubes, y comparte que en Uruguay se debería analizar la viabilidad de las instituciones del fútbol. “Cuando alguien se asume como profesional tiene que responder por esa autoproclamación”, afirma.

Separar el turismo y el deporte era una vieja aspiración de los últimos gobiernos. El presidente Tabaré Vázquez decidió que este era el momento para hacerlo porque enfrentará "en serio" la violencia en el deporte. Así que creó la Secretaría Nacional del Deporte, que espera la aprobación del Parlamento y que dependerá de Presidencia.

Vázquez nombró como director a Fernando Cáceres, un hombre conocedor del deporte y que ocupó varios cargos tanto a nivel público como privado. Antes de confirmarlo en el cargo, Vázquez le preguntó si estaba dispuesto a asumir la responsabilidad de "atacar en profundidad" la violencia, una promesa que el presidente hizo el 1° de marzo en su discurso por cadena nacional.

Cáceres sabe que la problemática es compleja, pero está seguro de que podrá combatirla. "Vamos a erradicar a los barras y proteger a los hinchas", afirma convencido. Dice que "por suerte" los barras uruguayos no tienen vinculaciones estructurales a nivel sindical y político, pero admite que tienen un vínculo de dependencia con los clubes. "Lo bueno es que hoy contamos con dirigentes que están convencidos de que hay que erradicarlos y colaborarán, a pesar de que algunos tienen miedo".

A continuación un extracto de la entrevista de Fernando Cáceres con El País.

—El 1 de marzo, en su primer discurso como presidente, Tabaré Vázquez dijo que atacará "en toda su dimensión" el fenómeno de la violencia en el deporte. ¿Qué le pidió?

—Especial atención en sumarle a las políticas preventivas y represivas del Ministerio del Interior otra serie de políticas que defiendan el derecho de los espectadores que son quienes respetan las reglas y cumplen con las normas que dan garantías de paz en los espectáculos deportivos. La intención será erradicar a los barras y proteger a los hinchas.

El barra está unido al club por un sentimiento de dependencia económica o de alguna otra índole. No defiende a la institución sino a sus propios intereses. El hincha sí está unido al club por un sentimiento de cariño, pertenencia y defiende ante todo el interés de la institución.

—¿Cómo protegerán al hincha?

—Vamos a proponerle al presidente que todos los sectores involucrados seamos responsables y podamos compartir compromisos. Esos compromisos tienen que ser respetando el derecho de las mayorías y sobre las bases de las normas que acepta pacíficamente la mayoría, por ejemplo, ver los espectáculos deportivos sentados y con localidades numeradas.

—¿Cree que contará con el apoyo de los clubes?

—Queremos un compromiso muy claro de parte de las instituciones deportivas, que lo va a haber porque a esta altura todos somos conscientes que hay que ponerle punto final. Tenemos la suerte que en nuestro país los barras no tienen otro tipo de cargas como las que puede tener un barra argentino que tiene vinculaciones a nivel sindical y político. En nuestro país eso no existe, por suerte. Sí tienen ese vínculo de dependencia con la institución o con algún dirigente de la institución, pero hoy contamos con dirigentes que están convencidos de que hay que erradicar a esta gente y están dispuestos a colaborar. Yo creo que hemos llegado a un punto de maduración en el cual podemos apostar a que haya un acuerdo profundo.

—Hace algunos meses se conoció una investigación judicial sobre barras que mencionaba a políticos...

—Lo que yo digo es que los vínculos que puedan existir no son estructurales, no son vínculos donde haya masivamente, institucionalmente, acuerdos encubiertos entre barras y políticos, barras y sindicalistas. Eso no existe en Uruguay; puede haber vinculaciones personales y yo me animaría a decir aisladas.

—¿Por qué cree que hasta ahora no se ha logrado una solución a la violencia en el deporte?

—Ha faltado voluntad confluyente, actuar coordinadamente entre aquellos que tenemos que tener una responsabilidad directa en el fenómeno. En segundo lugar porque hubo en el origen de la problemática dirigentes deportivos que estimularon estas prácticas, algunos de los cuales hoy están arrepentidos.

Creo que si hoy queda algún dirigente apadrinando estas situaciones es minoritario y no representativo de la realidad del fútbol uruguayo. Pero en un momento esto se dio, fue creciendo y se perdió el control, y hoy hay temores. Hay dirigentes que han sido amenazados por estas personas y les cuesta mucho avanzar en colaborar para la desarticulación de estos grupos. Me animaría a decir que, muchas veces con una buena intención, terminaron desencadenando una estructura de dependencia que terminó incorporando prácticas de carácter delictivo que hay que cortar definitivamente porque tienen vinculaciones con el tráfico de droga, armas, delincuencia.

—¿Cuántos barras hay hoy en Uruguay?

—No están cuantificados, pero son una minoría. Por eso digo que, con un esfuerzo conjunto, debiéramos desarticularlo.

—¿Se reflotará el proyecto de ley que regula la actividad de los contratistas?

—El Estado trata de intervenir lo menos posible en la vida de las instituciones deportivas: son autónomas y soberanas. Ese proyecto, que intentaba regular las transferencias, está anacrónico ya porque la FIFA avanzó en la disolución de la figura del contratista.

Yo creo que es un tema que si lo abordamos será conjuntamente con las autoridades del fútbol y desde la perspectiva de las nuevas normativas vigentes de la FIFA que mejoraron mucho el funcionamiento del tema de las transferencias.

—¿Le preocupa al Gobierno la fortaleza democrática de las instituciones?

—Sí. El buen funcionamiento en las instancias electorales, el cumplimiento de estatutos y reglamentos. A veces ocurre que las instituciones deportivas, por debilidades institucionales o problemas de vínculo entre los propios dirigentes, propician situaciones antidemocráticas. La intervención de una federación es la última herramienta. Intervenciones realizadas por los últimos gobiernos no han dado resultados favorables.

Así que apostamos a que sean las instituciones las que reconstruyan su funcionamiento democrático y participativo. Sí hacemos controles muy importantes en cuestiones económicas. El Estado ayuda mucho al deporte y lo que hacemos es controlar el buen uso de esos recursos, el uso razonable de los servicios y el buen destino de los lugares que el Gobierno nacional o las intendencias conceden en usufructo.

Se multiplicó por diez el presupuesto para deporte.

La presidencia de la Comisión de Prevención de Violencia en el Deporte dejará de estar a cargo del Ministerio del Interior y pasará a la nueva Secretaría Nacional del Deporte. Cáceres dice que aún no tiene preparado el presupuesto que necesitará la Secretaría, pero comentó que en los últimos diez años se multiplicó por diez el presupuesto para el deporte. "Sigue siendo insuficiente pero, por ejemplo, en el año 2005 teníamos para las federaciones US$ 200.000 anuales y ahora tenemos US$ 2 millones. Tengo la expectativa de que esta cifra se amplíe porque el deporte ha ido creciendo y tiene un desarrollo a nivel nacional muy objetivo y constatable", afirmó. La inversión para erradicar la violencia también será importante aunque Cáceres no supo cuantificarla.

El llamado a precios que hizo la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) para la adquisición de un sistema de video vigilancia de identificación facial, que permitiría reconocer el rostro de 90 personas por segundo y la identificación con altísimos niveles de definición, da una idea de cuánto se necesitará invertir. Solo esta tecnología tendrá un costo de unos US$ 4 millones. "En seguridad ya se destina mucho dinero, el tema es que no se cuantifica", opinó. Cáceres dice que tan importante como el presupuesto y el apoyo de los clubes, será el papel del Poder Judicial. "Queremos reunirnos con ellos para saber cómo tenemos que tratar las situaciones para que se pueda aplicar el castigo necesario a los barras", afirmó.

"El fútbol uruguayo suele ser dominado por la contingencia"

—Fue secretario general ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol. ¿Facilitará eso el diálogo con el fútbol?

—Sí, creo que es muy bueno para todos que yo haya tenido la posibilidad de estar durante cinco años en la AUF y conozca en detalle su funcionamiento y características. Yo hoy tengo la convicción de que hemos llegado a un punto de maduración, conocimiento y confianza que me hace pensar que las condiciones están dadas para trabajar muy bien, no sólo en la seguridad. Con el fútbol nos unen otras preocupaciones que son mucho más positivas para el país como el desafío de definir qué haremos con los 100 años del primer Mundial de fútbol que se hizo en nuestro país, ya sea porque peleamos la sede del Mundial o para celebrar, que lo haremos de cualquier manera y con un gran evento deportivo.

—¿Cómo cree que está hoy la imagen de la AUF después de la tormentosa salida de Sebastián Bauzá?

—Esa crisis no le hizo bien a la AUF porque a partir de eso quedó afuera un conjunto de dirigentes sumamente valiosos. El fútbol no debería prescindir de ellos ni de su trabajo. Las crisis son frecuentes, la vida democrática de las instituciones lleva a que haya enfrentamientos producto de distintas perspectivas de interpretación. A mí me da la impresión de que se está haciendo un esfuerzo para mejorar la imagen pública. Y aspiro a que siga en ese camino.

—¿Cree que la adjudicación de los derechos de televisión debe continuar siendo una decisión de los clubes?

—Sí, no tengo ninguna duda. Debemos ser muy respetuosos de los procedimientos internos. Ahora bien, si esos procedimientos violentan lo que son las normas, estatutos y naturaleza institucional de la AUF, el Gobierno tiene herramientas para utilizar.

—¿Comparte la visión de que se debería analizar la viabilidad de las instituciones del fútbol uruguayo?

—Sí, claro, la comparto. Hay una serie de requerimientos que la FIFA establece para otorgar la licencia a los clubes de fútbol y nuestras instituciones están muy lejos de cumplirlas. Hay que hacer un esfuerzo para mejorar las instituciones deportivas. Yo soy un gran defensor de ellas, pero cuando alguien se asume como profesional tiene que responder por esa autoproclamación.

Entonces si el fútbol es profesional en primera y segunda división tiene que ser consecuente con esa definición y cumplir con los requisitos de un fútbol profesional; esos requisitos los estableció la FIFA con toda claridad, y yo los comparto. Y no nos tenemos que horrorizar sino recorrer caminos que nos permitan que la mayor cantidad de equipos puedan competir en las mejores condiciones.

—La debilidad de algunas instituciones genera dependencia...

—Sí. Es producto de decisiones que se toman en estado de desesperación. El fútbol uruguayo suele ser dominado por la contingencia, no logra pensar en proyección. Hay gente que apuesta, pero la mayoría están urgidas por economías críticas a las que deben dar solución; las domina el presente. Y a veces se toman decisiones que perjudican.

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