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Beneficios a construcción pueden acelerar proyectos

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Para recibir exoneraciones, la inversión debe ser como mínimo de US$ 15: en obra civil. Foto: F. Ponzetto
Obras de construccion del edificio Estrellas del Sur, Montevideo, ND 20161011, foto Fernando Ponzetto
Archivo El Pais

Gobierno presentó exoneraciones; privados creen que es un “empujón”.

La construcción atraviesa un período de menor dinamismo y ante eso el gobierno anunció una serie de estímulos para intentar contrarrestarlo. En el sector las medidas fueron bien recibidas aunque esperan que lleguen mayores novedades vinculadas a la construcción de viviendas de interés social. Además, se entiende que los beneficios anunciados estimularán inversiones ya decididas (aunque frenadas por la baja actividad), pero no traerán nuevos capitales al país.

El ministro interino de Economía, Pablo Ferreri, fue el encargado ayer de comentar los nuevos estímulos fiscales para la construcción. Indicó que llegan en un momento donde a pesar que el nivel de empleo en el sector se encuentra por encima de los promedios históricos, igualmente ha perdido cerca de 20.000 puestos de trabajo.

El decreto señala que en la actualidad la economía atraviesa por una fase de menor crecimiento y dificultades en la creación de empleo de calidad. Entonces, es "particularmente importante dinamizar actividades intensivas en empleo y que generen externalidades positivas hacia otros sectores de la economía". Y definió que los proyectos de gran dimensión económica de construcción de inmuebles con destino a vivienda cumplen con esa doble condición. Por eso, el Ministerio de Economía (MEF) delineó el decreto donde se mencionan las nuevas exoneraciones a las actividades de construcción y venta de inmuebles con esas características.

Los beneficios serán para los proyectos presentados antes del 31 de diciembre de 2017 ante la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones (Comap) y que sean ejecutados antes del 31 de diciembre de 2019.

Los emprendimientos deben tener un valor de construcción en obra civil superior a 123 millones de Unidades indexadas (aproximadamente US$ 15 millones), que cuenten con al menos un 20% del área destinada a uso común. Con esos requisitos, los empresarios podrán exonerar impuestos a la importación de equipos, máquinas y materiales para la obra civil siempre que hayan sido declarados no competitivos con la industria nacional.

Otro de los beneficios es la exoneración de IRAE establecida en tres franjas. Se podrá exonerar hasta el 20% de los proyectos con un valor de entre US$ 15 y US$ 25 millones; el 25% de los emprendimientos entre US$ 25 y US$ 35 millones y el 30% para los que superen los US$ 35 millones.

El decreto expresa que en caso de no completarse la totalidad de la inversión en el plazo dispuesto, siempre que se hubiera ejecutado más del 50% del avance de obra "los porcentajes de exoneración se proporcionarán a dicho grado de avance a la fecha indicada".

Aclara que el monto a exonerar no podrá superar el 60% del impuesto a pagar en los ejercicios comprendidos en el período exonerado. El plazo máximo para la aplicación de la exoneración es de 10 años.

También se prevé la exoneración del Impuesto al Patrimonio. La normativa señala que los constructores podrán quedar exceptuados del pago del tributo por los inmuebles comprendidos en la actividad promovida por ocho años si el proyecto se ubica en Montevideo y por 10 años si es en el interior.

Sobre lo anunciado, el asesor inmobiliario Julio Villamide dijo a El País que todos los incentivos ayudan, ya que en la actualidad hay grandes proyectos de construcción que están esperando el momento adecuado para ser desarrollados.

"En ese sentido, puede ser el empujón que los haga empezar antes, probablemente en 2017. No creo que nadie se plantee hacer un megaproyecto en Uruguay desde cero porque apareció este nuevo incentivo fiscal", sostuvo Villamide.

Por su parte, el asesor independiente Diego Vallarino coincidió en el concepto. "Va a incentivar a los que ya tienen realmente la decisión de hacer la obra. No va a traer nuevas inversiones, porque el incentivo no es tal para que haga mover comportamientos, es uno que lo que hace es acelerar la decisión de invertir", sostuvo.

Sin embargo, observó una debilidad sobre la exoneración del IRAE. "Generalmente, la venta se hace en los primeros años. El monto que habilitan a exonerar va entre el 20% y 30%, pero de cada año es el 60% de la renta a pagar. Me están dando más años de los que necesito y menos renta de la que puedo lograr", indicó.

Interés social.

Ayer, Ferreri indicó que los beneficios anunciados son complementarios a medidas que se tomarán acerca de la construcción de viviendas de interés social.

Los constructores sostienen que este tipo de obra se ha enlentecido luego que en 2014 el gobernó colocó un tope de precio al 25% de las viviendas de esas características. Ferreri añadió que el Ministerio de Vivienda será el encargado de comunicar los cambios que se están analizando.

"Estamos esperando los cambios que flexibilicen la ley 18.795 (de interés social). Ahí sí hay proyectos más concretos de promotores en el interior y en Montevideo que están esperando efectivamente esos anuncios", dijo Villamide.

"El país necesita inversiones y recuperar miles de puestos de trabajo. Por el tope, solo en Montevideo, se perdieron más de 3.000", afirmó.

La pérdida de los beneficios.

El decreto también prevé la pérdida de los beneficios en caso de incumplimiento. Expresa que la Comap realizará el contralor de la efectiva ejecución de los proyectos y del cumplimiento de los compromisos asumidos. "Si se verificara el incumplimiento de las obligaciones asumidas por los beneficiarios, tanto en el suministro de información como en los aspectos sustanciales de ejecución y operación del proyecto, se procederá a reliquidar los tributos indebidamente exonerados y abonar las multas y recargos correspondientes", indica el decreto. Añade que la Comap tendrá la facultad de comunicar los incumplimientos a la Dirección General Impositiva (DGI) a efectos de la reliquidación de tributos correspondiente.

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Para recibir exoneraciones, la inversión debe ser como mínimo de US$ 15: en obra civil. Foto: F. Ponzetto

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