Del libre acceso a la información, al control de contenidos

Desde que las laptops XO empezaron a distribuirse, se multiplicaron las loas a una iniciativa que busca universalizar el "alfabetismo digital" y -como efecto colateral- acortar la brecha entre las generaciones más familiazarizadas con la computadora y las que aún recuerdan con claridad a la máquina de escribir.

Al mismo tiempo, bajo el argumento de que hay que proteger a los menores de edad de los posibles peligros que existen en el espacio virtual -léase, pedófilos- distintas iniciativas buscan restringir el acceso a internet.

Antel, por ejemplo, ya comenzó a difundir un decálogo de consejos para padres, según informó El País el pasado 4. "Los padres tienen la responsabilidad de velar por la seguridad de sus hijos menores de edad, orientándolos sobre los riesgos de internet y ayudándolos a descubrir la mejor manera de disfrutar de este medio, en casa o en cualquier otro ámbito", dice el comunicado de la empresa.

También es próxima la promulgación de un proyecto de ley que controle con mayor eficacia a lo que se accede desde un cibercafés. Se planea limitar el acceso a los juegos en red con apuestas, juegos con apología de la violencia, el delito o la drogadicción (no se podría jugar más al Grand Theft Auto, por ejemplo), y en general toda página que atente "contra la moral y las buenas costumbres". José Carlos Mahía, diputado de Asamblea Uruguay que integra la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara de Representantes, dice que será "el sentido común" el que determinará en qué consisten "la moral y las buenas costumbres". Con la aprobación de la ley, el poder político y judicial tendrá una nueva y actualizada herramienta para supervisar los hábitos de navegación de los uruguayos.