Casi la mitad de las denuncias que llegan a la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados (CRIDOVNI) ameritan una investigación. Se registran imágenes de una gran variedad de objetos: opacos y luminosos, avistados de día y de noche. "A veces estos no fueron vistos por quien hace la denuncia, sino que son descubiertos luego en las fotografías", explica el presidente de la comisión, el coronel Ariel Sánchez.

Cuando llega una denuncia, la CRIDOVNI procesa toda la información existente y comienza a descartar las posibles causas. "A partir del horario en que ocurrió el avistamientos nos fijamos el tránsito aéreo, la información meteorológica, el pasaje de satélites y de la estación espacial internacional, y los acontecimientos astronómicos que hubieren. También revisamos que no haya sido algo producto de ejercicios militares que al tirar una bengala pueden hacer creer que hay algo extraño en el cielo".