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El cáncer se puede prevenir

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DR. PABLO PERA PIROTTO

Días atrás la Unión Internacional contra el Cáncer determinó que su lema para este año será "El cáncer también se puede prevenir". El objetivo de la campaña es difundir algunas medidas de fácil aplicación cotidiana a través de las que se puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades oncológicas.

En primer lugar colocaron el abandono del hábito de fumar así como evitar la exposición al humo de tabaco en el ambiente. Como es sabido, el cigarrillo es la causa principal de cáncer que se puede prevenir a nivel mundial. Provoca entre el 80 y el 90% de las muertes por cáncer de pulmón, además de ocasionar otras enfermedades oncológicas como por ejemplo el cáncer de laringe o de boca.

Otro de los consejos es limitar el consumo de alcohol porque aumenta el riesgo de desarrollar distintos tipos de cáncer como por ejemplo de hígado, boca y laringe, pero también de mama e intestino. Se ha estudiado que una persona que consume 1 litro de vino o 2 litros de cerveza diarios tiene un riesgo mucho más elevado de padecer estas enfermedades que alguien que consume en forma moderada o que no toma bebidas alcohólicas.

Especial hincapié se hace también en un número de infecciones que pueden provocar cáncer en forma directa o aumentar el riesgo de padecerlo. Según esta organización internacional, de las 12 millones de personas que son diagnosticadas con cáncer cada año, cerca del 20% puede atribuirse a infecciones virales o bacterianas. Conocidos son los virus de la hepatitis B y C, vinculados al cáncer de hígado, y la bacteria Helicobacter pylori, que aumenta el riesgo de sufrir cáncer de estómago. Estas patologías pueden prevenirse mediante estrategias tales como cambios en el estilo de vida y la vacunación. Por ejemplo, está la vacuna que protege contra el Virus del Papiloma Humano (HPV), cuyo contagio puede resultar en cáncer de cuello de útero, que es la tercera causa de muerte por cáncer en las mujeres. También hay que destacar la vacuna contra el virus de la hepatitis B, cuyo contagio puede derivar en cáncer de hígado, la tercera causa de muerte por cáncer en los hombres a nivel global.

Otras de las medidas saludables es realizar actividad física en forma regular. Se estima que su ausencia está relacionada con el 25% de los casos de cáncer de mama y de colon. Se aconseja, entonces, hacer al menos 30 minutos de actividad física moderada cinco días a la semana. Y esto no es sólo para los adultos, ya que la práctica de ejercicio debe incentivarse en los niños desde la edad escolar.

No cabe duda que esto es de gran ayuda para controlar el peso corporal, ya que el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de cuello uterino, riñón, esófago, estómago, colon y mama en mujeres posmenopáusicas, así también como de próstata, vesícula y páncreas. Mantener una dieta saludable es otro de los factores importantes a tener en cuenta. En este sentido, se recomienda consumir frutas y verduras, ya que una porción diaria de aproximadamente 80 a 100 mg de estos alimentos reduce un 20% el riesgo de padecer cáncer de boca y 30% de desarrollar cáncer de estómago. Algo similar sucede con la ingesta de fibras, cuyos beneficios han sido bien estudiados, así como los de los cereales integrales. Por otra parte, es conveniente disminuir el consumo de carnes rojas, grasas saturadas, sal y alimentos en conserva.

Finalmente, otro de los cánceres prevenibles es el de piel, a través de la protección adecuada de las rayos ultravioletas provenientes del sol, y evitando exponerse a las radiaciones emitidas por las camas solares.

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