IGNACIO ALCURI

Los genes nos empujan a elegir parejas bonitas, ya que supuestamente la belleza es sinónimo de salud, y una persona saludable tendrá más chances de seguir manteniendo la especie. No me miren a mí, miren a Dios o a Darwin, dependiendo de lo que crean. La culpa es de uno de ellos.

Es así que, en igualdad de condiciones, las mujeres van a elegir al guapetón. Sin embargo, cada vez es más común escuchar esa frase de "billetera mata galán", porque en la sociedad capitalista hay cada vez más personas que entienden que el dinero puede ser más importante que el color de pelo a la hora de criar a un pequeñito.

No es la primera vez en la historia que los hombres bonitos están en desventaja. Como verán a continuación, existieron mata-galanes en varias eras. Esto es tan sólo una muestra del eterno enfrentamiento entre el más apto y el que se la tiene que rebuscar.

Prehistoria: garrote mata galán. Lo primero que hizo el Homo Sapiens con sus pulgares oponibles fue crear utensilios para golpear en el cráneo a los especímenes más populares entre las hembras. Y varios antropólogos afirman que la rueda fue inventada para volver más rápido del trabajo y pillar a los galanes in fraganti dentro de las cavernas.

Antigua Grecia: dios mata galán. Ser un ganador con las minas en aquella época era una verdadera tortura. Lo más seguro es que Zeus bajara vestido de caracol y te soplara la novia, o que tu esposa se fugara montada en un pony que en realidad era Hermes, o que te encerraran en un laberinto tamaño baño. Después, andá a tocar timbre al Olimpo, a ver si te atienden.

Edad Media: señor feudal mata galán. En este caso la muerte podía ser literal. Por más feos que fueran, los señores feudales tenían el derecho de acostarse con cualquier damisela que viviera en su territorio, por más enamorada que estuviera del galán de turno. Éste último tenía que morderse la lengua, o terminar en alguna mazmorra haciendo crucigramas, en el mejor de los casos.

Renacimiento: hombre universal mata galán. Si sólo tenías la pinta, ibas frito. Claro que podías perfeccionarte en la pintura, escultura, música, medicina, astronomía y arquitectura. Ahí tus chances aumentaban, claro que a esa altura tenían 90 años y la única mujer que te interesaba era la empleada del servicio de acompañantes que se encargaba de cambiar la chata.

La Conquista: español mata galán. Las primeras mujeres que viajaron hasta el Nuevo Mundo se quedaron embobadas con aquellos indígenas de físicos trabajados y trenzas al viento, que vivían despreocupados. Los europeos trajeron enfermedades, guerras y hasta la religión, para complicarles la vida. Que no te engañen en la escuela; no fue por el oro, fueron los celos.

Segunda Guerra Mundial: incapaz mata galán. Los yanquis pintunes, de mandíbula cuadrada y rizos de oro, marcharon todos a patear traseros alemanes. Las mujeres ocuparon sus roles en las fábricas. Y aquellos pobres diablos de pie plano y columna desviada, que no eran aptos para servir en el ejército, se convirtieron rápidamente en la mejor opción para ellas. La única.

Los años 60: mujer mata galán. Quemaron corpiños, se dejaron crecer los pelos de las axilas, y un día las mujeres descubrieron que no necesitaban de los lindos... ni de los feos... ni de cualquier otro hombre. Pasaba desde antes, pero este fue el momento en que los galanes sufrieron el jaque mate.