Y relevante

IGNACIO ALCURI

Cada día ocurren miles de millones de acontecimientos alrededor del mundo. Un joven en Austria descubre las bondades del hilo dental. Dos ancianos tailandeses juegan a las damas con piezas de ajedrez. Una guatemalteca descubre que el hombre que la invitó a cenar todavía no descubrió las bondades del hilo dental.

Estos hechos suelen ser relevantes sólo para sus protagonistas y el núcleo de personas que los rodea. Difícilmente sean "noticiables", salvo en el twitter del austríaco, o si el guatemalteco además de poco higiénico es Primer Ministro.

En el otro extremo del espectro están aquellos sucesos ineludibles, que hay que cubrir sin importar el punto del globo en el que nos encontremos. Justas deportivas de índole mundial, asesinatos de primeros mandatarios y explosiones nucleares siempre abrirán el informativo. Salvo que la planta de emisión se encuentre cerca del sitio de la detonación, claro.

Por último quedan los asuntos regionales, que importan a un grupito de gente unida por circunstancias tan casuales como una frontera geográfica, una creencia religiosa o la afición por un equipo en particular del campeonato de baloncesto. Si la estrella de los Chicago Bulls se recuperó o no de su lesión, seguramente importe a los seguidores de los Chicago Bulls. Y a lo sumo a los del equipo que los enfrente el fin de semana siguiente.

Es muy fácil definir el alcance de un evento si uno lo mira desde afuera, como un observador objetivo o uno de los extraterrestres de Los Simpson que aparecen en los episodios de Halloween. Sin embargo, cuanto más involucrado está uno con la noticia, menos podrá determinar su relevancia.

Caso concreto: un hombre se duerme la siesta el día de las elecciones, luego de haber concurrido a votar. No importa a quién, funciona para todos los candidatos. No se duerme por un desinterés en la política, sino porque comió un segundo plato de ravioles y el cuerpo le pidió concentración a la hora de digerirlos.

Despierta pocos minutos antes del fin de la veda, cuando los canales ocultan sus relojes para que no queden registros en video de que -una vez más- violarán la normativa y darán los resultados fuera de tiempo. El país está expectante, ya que se definen cinco años de gobierno.

Pero el tipo se despierta con un calambre. Macho calambre en la pierna izquierda, aunque podría ser la derecha, no hay intencionalidad política. Funciona con cualquiera de las dos. Cuando siente el primer dolor ni siquiera sabe dónde está ni qué está pasando; sólo que algo no anda bien.

Enseguida recupera la lucidez, pero no del todo. Son esos segundos en los que el cerebro reacciona como el de un borracho. Eso me contaron. Recuerda que hay que tirar la punta del pie hacia uno de los lados. ¿Hacia adelante? ¿Hacia atrás?

Esa decisión determinará si la pierna le quedará doliendo un ratito o un par de horas. Y no hay otra persona en el mundo que considere relevante este hecho. Pero por más que te esfuerces en explicárselo, para él es el hecho más importante que está sucediendo en ese momento.

El politólogo está dando un nombre. No importa cuál, funciona para todos los candidatos. Al tipo dejó de importarle el resultado, lo único que interesa en el mundo es el dolor increíble que tiene en la pierna. Es la noticia más importante y encabezaría los titulares de su noticiero.

Así está su mundo, amigos.

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