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Mujeres con cuerda para rato

| La Melaza suena en los últimos ensayos rumbo al desfile de Llamadas 2008. Es la primera comparsa íntegramente femenina que participa en el certamen.

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María Inés Hiriart

CATERINA NOTARGIOVANNI

"Me llamó la atención una comparsa llena de mujeres blancas que me crucé recién: le pegaban lindo", comenta el taxista mientras se aleja de la esquina de San Salvador y Joaquín Requena. Un rato antes y en otra esquina, un cuarentón levanta las cejas y comenta en voz alta: "Mira vos che, toditas mujeres". Diez metros más adelante, una mujer le dice a su marido: "Suenan bien las muchachas, ¿no?". "Suenan", responde él, "pero hay que ver cuánto aguantan con esos tambores".

Las "muchachas" en cuestión son las integrantes de La Melaza, la primera cuerda de tambores de mujeres que competirá oficialmente este año en el desfile de Llamadas de febrero y que sale todos los martes y viernes a las 20 horas de Lauro Müller y Juan Manuel Blanes.

GÉNESIS. Enero de 2005. Playa de Valizas, Rocha. Un grupo de diez amigas percusionistas hacen música alrededor del fogón. Toque va, charla viene, alguien comenta: "¿y si hacemos algo para el 8 de marzo?" (Día Internacional de la Mujer). La idea prende y dos meses después se juntan cerca de 80 tambores y 50 bailarinas por la avenida 18 de Julio.

El éxito de la convocatoria, que se hizo boca a boca y por mail, motiva a aquellas pioneras e impulsa la creación de lo que hoy es La Melaza. Pero no todo es tan lineal.

"Al principio éramos seis, después doce, y con el tiempo nos dimos cuenta de que La Melaza se convertía en un lugar de encuentro de gente muy distinta que se acercaba a escuchar, bailar y disfrutar", comenta Melania D`Acosta, integrante de la comparsa en la que hoy participan 50 mujeres. Vale aclarar que si bien el sonido de La Melaza es 100% femenino, en el cuerpo de baile sí participan hombres.

SONIDO. La ausencia del género masculino hace que La Melaza suene distinto: "Hay algo natural que es que el hombre tiene más fuerza que la mujer, entonces el sonido va a ser diferente", explica Ana "Chacha" de León, también integrante de La Dulce. "Llevamos el toque de pianos de Ansina, con un tiempo y volumen moderados, y con matices: a veces tocamos dos cuadras bajito y de pronto explotamos. Es así porque tenemos que descansar el cuerpo, porque estamos aprendiendo y nos gustó", agrega de León.

El sonido que hoy produce La Melaza es el fruto de un proceso de auto conocimiento. "Fue surgiendo espontáneamente. Cuando vimos que nos cansábamos dijimos: ¿qué hacemos? ¿paramos? Entonces decidimos seguir pero bajando el volumen, con lo cual inevitablemente baja la velocidad", acota Fernanda Bértola, quien dirige la comparsa junto a Andrea Silva.

Uno de los momentos fuertes del toque callejero de La Melaza es cuando las damas cantan a capella una canción de la compositora peruana-afrodescendiente Susana Baca que terminó inspirando el nombre de la comparsa. La letra dice: "Somos la melaza que ríe/ Somos la melaza que llora / Somos la melaza que ama y en cada beso es conmovedora/ Caras lindas de mi gente negra".

El público acompaña el toque bailando en silencio. Los transeúntes hombres que se la cruzan por accidente, observan entre incrédulos, enamorados y sorprendidos. Los más entusiastas cambian de planes y se suman al cortejo. De los balcones se asoman cabezas y tímidos aplausos. La Melaza, sin la fuerza interpretativa de una comparsa tradicional, tiene una energía contagiosa que invita a seguirla. Hay algo de hipnótico en esa marcha que recuerda a la fábula del flaustista de Hamelin.

PROPUESTA. La estructura que presentará La Melaza en el desfile de Llamadas es idéntico al de una cuerda tradicional: pancartas, banderas, luna, estrella, mamá vieja. La diferencia estará en el vestuario (a cargo de la diseñadora Verónica Artagaveytia). "No vamos a respetar los trajes tradicionales, reinventamos una vestimenta para mujeres. No vamos a llevar ni el bombachudo ni nada de eso porque si nos vestimos con esa ropa quedaríamos embolsadas. Va ser algo más femenino", adelanta de León.

Los integrantes del cuerpo de baile -que incluye a un hombre y una mujer bailando sobre zancos- son en su mayoría amateurs. "La gente fue llegando y a partir de eso elaboré un proyecto. Algunos nunca salieron en las Llamadas. La idea es trabajar con la naturalidad de cada uno respetando el baile tradicional del candombe", cuenta Rafael Martínez, el coreógrafo.

Durante estos tres últimos años las integrantes de La Melaza han recibido todo tipo de comentarios de quienes se consideran candomberos clásicos. "Nos han dicho cosas como `la Melaza suena horrible` a `qué bien suenan las gurisas`. Otros vinieron porque querían tocar y pedían que lo hiciéramos más fuerte. Todas esas cosas nos ayudaron a delinearnos, a asumirnos como somos y saber que ésta es nuestra energía", dice de León.

OBJETIVO. Cuando se les pregunta si van con expectativas de ganar la respuesta es contundente (y a coro): "Nooooo".

"Lo importante es la ceremonia. La alegría será el simple hecho de haber participado. Ese es el festejo", afirma de León. "Queríamos cumplir con el sueño de caminar por Isla de Flores", agrega D`Acosta.

Ahora las coordinadoras de la cuerda se encuentran abocadas a obtener el dinero para salir en febrero. "Las primeras en apoyarnos fueron las ONG que trabajan para mujeres, pero necesitamos más sponsors", explica de León.

Un aplauso general cierra el recorrido de La Melaza. Las tamboreras, con las mejillas rojas del calor, se apuran a descolgar los pesados tambores. "Bien La Melaza eh", grita una. Abrazos y felicitaciones cruzadas: el ensayo salió bien. Ahora a descansar y a esperar el día de febrero en el que pasarán a formar parte de la historia del candombe uruguayo.

Montevideo será un carnaval de corrido

El desfile de Llamadas 2008 se realizará el próximo 7 y 8 de febrero por el tradicional recorrido que va por Isla de Flores, desde las calles Carlos Gardel hasta Minas. Las localidades se ponen a la venta a partir del 25 de enero (próximo viernes) a través de la red de cobranzas Abitab.

Los asientos ubicados por Isla de Flores entre Zelmar Michelini y Carlos Quijano tendrán un valor de $115. De allí hasta la calle Aquiles Lanza el costo será de $150. Igual monto tendrán las sillas ubicadas desde Lanza hasta Ejido. En la acera Sur de Isla de Flores se ubicará el palco turista, donde un asiento se venderá a un costo de $ 300.

La entrada más barata de las Llamadas es la de la fila de asientos ubicados en la acera Sur de Isla de Flores, entre Salto y Minas, que se ofrecerán a $65.

Habrá que ver a cuánto alquilarán este año los vecinos sus balcones. En 2007 pedían entre $1.000 y $3.000.

Paralelamente ya están a la venta (también en Abitab) las localidades para el Desfile Inaugural del Carnaval 2008, que tendrá un recorrido que va desde la Plaza Independencia hasta la calle Javier Barrios Amorín.

Para ver el desfile en los asientos ubicados entre la plaza y Ejido, las entradas cuestan $110, con excepción del tramo comprendido entre Julio Herrera y Obes y Río Negro, donde ver el espectáculo sale $135.

En el otro extremo está el tramo desde Ejido al final, que se vende a $60.

También están a la venta los abonos para presenciar el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas 2008, que se realiza en el Teatro de Verano.

El costo del abono para ver el certamen completo (tres ruedas), asciende a $3.600, mientras que para las dos primeras ruedas el abono sale $3.100.

Los mismos están a la venta en la sede de Daecpu (Joaquín Suárez 2927) en el horario de 12 a 18 horas.

Este año la Intendencia tiene previsto repetir la experiencia de los escenarios (o tablados) populares, donde se podrán ver los espectáculos por un costo de $ 30. Serán 14 escenarios ubicados en barrios como Paso de las Duranas, La Teja, Maroñas, Colón y Cerro.

Historia de tamboreras

Si bien La Melaza será la primera cuerda de tambores femenina que participe oficialmente del desfiles de Llamadas, hay antecedentes en la historia de otras agrupaciones.

Documentos de prensa montevideanos del año 1845 dan cuenta de comparsas mixtas que andaban por las calles o visitaban casas de familia, según consta en un artículo de El País de julio de 1998.

El historiador Oscar Padrón Fabre documentó la existencia de grupos de mujeres blancas que integraban comparsas de señoritas, como Las Jardineras y Las Marinas.

En 1870, de 34 agrupaciones, 14 eran femeninas, aunque quedaban circunscriptas a las tertulias familiares o bailes de máscaras.

También había otras comparsas de raíces afro que después del Brindis hacías valses, mazurkas, marchas coreadas y tangos. En ese rubro se menciona a Las Candomberas, Las Negras del Pueblo y Las Pobres Negras Lavanderas. Hay que aclarar que por entonces la denominación de "comparsa" no se limitaba a grupos de raíz afro ni estaba acotada a Montevideo.

En 1889 la prensa de Durazno destaca la existencia de una comparsa exclusivamente femenina: Negras Orientales, presidida por María Rosario y compuesta de 33 mujeres que salían vestidas con trajes blancos y celestes. En la actualidad hay algunas que incluyen mujeres tamboreras, pero predominan los hombres.

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