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Torrente en Montevideo

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Silvio Galizzi Flores

CUANDO EN el año 1998 se estrenó en España Torrente, el brazo tonto de la ley, la película partió las aguas. Su protagonista, José Luis Torrente, un policía corrupto, zafio, misógino, racista, machista y desaseado despertó de inmediato amores u odios irreconciliables. Mientras gran parte del público lo idolatró, la crítica "culta" fue recibiendo los sucesivos estrenos de lo que luego fue una serie, con comentarios tales como: "Torrente es una imperfecta y mediocre película, de éxito desmedido", "chabacanería", "mediocre parodia", "los gags se suceden con un nivel ínfimo". Tales halagos no impidieron que su creador, Santiago Segura, fuera en abril pasado el invitado estrella del prestigioso festival BAFICI de Buenos Aires, donde presentó la cuarta entrega de la saga: Torrente 4 3D: Lethal Crisis.

Segura posee una larga y sólida carrera como actor, productor, guionista y director, ganando varios premios, como los Goya al actor revelación por El día de la bestia en 1995 y al mejor director novel en 1998, justamente por Torrente. En los `90, el artista español publicó además, bajo el seudónimo de Bea, junto con el dibujante José Antonio Calvo (Mónica), la exitosa serie de cómics porno Pequeñas viciosas en la revista El Víbora.

Segura estuvo también en Montevideo donde, de a ratos en broma, de a ratos en serio, concedió la siguiente entrevista.

la creación y la vida privada.

-¿Cómo comienza tu relación con el cine?

-Pues yo creo que fue en una sala oscura como la mayoría de las relaciones con el cine. Mis padres me llevaron a ver Mary Poppins, cuando yo tenía dos años y medio. Seguramente pensaron: el niño va a estar todo el rato pidiendo agua, pis o así. Pero estuve las dos horas de la película callado y súper atento. Entonces pensaron que o era autista o que me interesaba el cine. Resultó ser lo primero.

-¿Y luego de Mary Poppins?

-Un festival del Pato Donald, en el cine Imperial, que era para mí el templo de la diversión, lo máximo, ya que solo ponían películas de Walt Disney. El libro de la selva, Peter Pan y Fantasía, son películas que me marcaron mucho. Luego las he vuelto a ver y me siguen pareciendo muy buenas. Son verdaderas joyas del cine. Después leí la biografía de Disney y parece ser que el tío era un monstruo, un explotador, un dictador con sus empleados. Al final va a resultar que todo el mundo es un hijo de puta. De hecho, cuando vi la película sobre Peter Sellers me deprimió bastante, ya que lo pinta como un psicópata. Y más me deprimió ver que el productor era su hijo. Ese pequeño hijo de la gran puta vengativo y rabioso, tuvo una mala infancia y habrá dicho: "Voy a putear a mi padre y hago esta película miserable". Pero a mí qué coño me interesa la vida privada de ese genio, si me ha quedado su legado. Ya con que haya hecho al Inspector Clouzot, ha pasado a la posteridad.

-Sin olvidar La fiesta inolvidable.

-¿Sabes por qué no te la he mencionado? Porque en España se llamó El guateque y probablemente no ibas a saber de qué te estaba hablando. En Buenos Aires empecé a twitear con seguidores argentinos y esto de los títulos es divertidísimo. A ellos les hace mucha gracia que nosotros le hayamos puesto La jungla de cristal a Die Hard (Duro de matar). Eso tiene su origen en que la novela sí se llama así. Pero claro, cuando ya haces la dos, que se desarrolla en un aeropuerto, lo de La jungla... ya no tiene ningún sentido. También Guillermo del Toro se reía de mí y me decía: "Como podéis llamar, cabrón, a The Blues Brothers, Granujas a todo ritmo".

EL ANTIHÉROE TOTAL.

-¿Cuál es el origen de Torrente?

-Es la suma de varias cosas. Por ejemplo, una vez estaba con un amigo en un restaurante chino y en la mesa vecina había un señor con su familia, cuya actitud y comportamiento me dieron mucha vergüenza ajena. Ahí estaba ese individuo -que no sé cómo lo dejan suelto, deberían encerrar a una persona así- gritándole a la camarera: "Chinita, chinita, ven". Y cuando la pobre camarera se acercó: "Oye, los cafés, me has cobrado los cafés. Si hemos consumido mucho chinita, ¡quítame los cafés!". Era triste y patético, pero a su vez me daba risa y me parecía un fenómeno a estudiar. Torrente surge también de un experimento que yo quería hacer. Siempre me han parecido más interesantes los perdedores que los héroes y quería saber hasta qué punto puede aguantar una película un antihéroe, pero muy antihéroe, que sea el requete-antihéroe. Y en cuanto al aspecto, yo había hecho para un documentalillo ecologista una especie de militar con el mismo bigotito de Torrente y unas gafas de ésas, de aspecto fascistoide. Y tenía cierta gracia. Más o menos ése es el origen de Torrente. Lo que me cuesta creer es que haya mucha gente, sobre todo jóvenes, que se identifican con Torrente y me gritan: "Torrente mola", "Torrente es lo mejor". Y creo que es porque es un personaje universal, humano. Una rata humana, eso sí. Por otro lado, hay gente muy pedante, que no sabe cambiar de registro. Mucha gente entre los intelectuales es muy torrentera en eso. La pedantería, sentirse superior, es una forma de torrentismo.

-¿Ves mucho cine actualmente?

-Veo todo lo que puedo. Cada vez menos. Ya no como antes, que veía todo, era muy ávido. Ahora tengo una especie de saturación, hay cosas que las empiezo a ver y no aguanto más de 20 minutos. Lo que ocurre es que hay películas que te gustan más y películas que te gustan menos. Por ejemplo, la nouvelle vague. A mi Truffaut me apasionaba y Godard me parecía un gilipollas... mejor no pongas gilipollas, que está vivo y no quiero crearme un enemigo. Fellini me encantaba y Antonioni era un coñazo. Pero ¿a quién no le gustan John Ford o Billy Wilder?

LA MÚSICA.

-¿Tarantino te gusta?

-Tarantino me gusta, pero creo que alguien debería ayudarle. Me explico: hay gente que son como dioses, intocables; creo que les falta alguien que les haga las veces de hermano mayor, como yo que tengo a Guillermo del Toro. Alguien que les diga: ¿por qué no le quitas 8 minutitos? ¿O 10? Por ejemplo a Peter Jackson, un señor que le diga: "Hey, Peter, a The Lovely Bones (Desde mi cielo) ¿no te parece que le sobran cuarenta minutos?"

-¿Es cierto o es un mito, que lograste financiación para tus películas yendo a todo tipo de programas televisivos como concursos, realities y talk shows?

-Para mis películas no, porque son muy caras, pero para mis cortos sí. Así filmé "Evilio". Yo filmaba en super 8 y compraba las películas en una óptica, donde un señor que me conocía me vendía más baratas las que caducaban. A veces me salía un colorcillo virado a sepia, pero funcionaba.

-¿Lo hacías por el dinero exclusivamente?

-Sí, por la pasta hombre, sí. Pero también por el afán de notoriedad, quería que se me conociera. A mí es que me gusta mucho la televisión, me parece un medio fascinante y me doy cuenta que no tengo demasiado desarrollado el sentido del ridículo. En eso me diferencio de otros directores. Yo hago cualquier cosa. He bailado en un programa matutino con la última expulsada de Gran Hermano.

-¿Qué opinas del Fary, el cantante de tus películas? ¿Crees que fue un poco la banda de sonido del franquismo?

-Yo creo que no. Cuando el Fary se hizo famoso el dictador estaba por morir y ni siquiera sé si había sacado ya sus discos. Yo creo que es la banda sonora del pueblo. Era un tío que además trabajaba de taxista y vendía sus cedés en el taxi. Caía muy bien porque era muy bajito, muy feo pero muy carismático. Yo intuí que tenía el toque de kitsch suficiente como para ser el ídolo de Torrente, no tanto por su ideología.

-¿Cómo tomas las críticas sobre el presunto mal gusto e incorrección política de Torrente? Sobre todo ahora que en España, según afirma Pérez-Reverte, existe como una oleada de lo políticamente correcto llevada al absurdo.

-Antes dolía un poco, ahora estoy como acostumbrado. Después de mi paso por Buenos Aires me he dado cuenta que todo es bastante relativo. En Clarín hay un señor que ha dicho que es MUY BUENA, con dos cojones, entonces ya ves que es según donde vayas y quien te reciba. Con respecto a lo otra parte de tu pregunta, es como que Torrente hace todavía más ruido y creo que es un poco liberador. Yo que odio a Torrente y todo lo que representa, pero creo que de alguna forma va bien a veces un poquito de incorrección política. Si tu estás en un teatro con cien personas y haces un chiste políticamente incorrecto y se ofenden dos y se ríen noventa y ocho, yo creo que está muy bien. Lo malo es si de repente cincuenta y dos se ofenden y cuarenta y ocho se ríen. Entonces ahí yo dudaría porque creo que el humor no tiene que ser ofensivo per se. Es importante estar en la línea y pisarla a veces, hasta pasarte un poquito; pero nunca pasarte totalmente.

-¿Has tenido problemas con la censura alguna vez?

-Afortunadamente no. Sí he tenido problemas con la autocensura. Yo me censuro todo lo que creo que va a ser poco gracioso. Pero burradas o salvajadas nunca me las censuro porque me gusta ver hasta dónde puedo llegar. De alguna forma me hace gracia. Para mí es muy importante hacer un cine pochoclero, un blockbuster hispano, pero independiente, o sea muy radical. Lo que quiero decir es que, en Piratas del Caribe tienen la pirotecnia, tienen 190 millones de dólares, pero tienen también a 15 ejecutivos que deciden lo que hay que hacer y el director no tiene el corte final. Es una forma de hacer cine que está muy bien, que te permite mucha libertad en cuanto a presupuesto, pero a la hora de la verdad yo hago lo que se me pasa por los cojones, con perdón. Eso le da un valor añadido a la película. En Torrente yo intento meter todo tipo de humor, siempre digo que en el humor y en la guerra todo vale. ¿Que escatología? pues escatología; ¿que un pedo? pues un pedo. Me gusta el slapstick, un humor infantiloide, algún juego de palabras o frases ingeniosas. De hecho lo que procuro es que cada medio minuto haya un chiste, funcione o no, porque si a ti no te funciona, la señora de atrás a lo mejor se descojona. Lo importante es que en la sala nunca se apaguen las risas, porque la risa en muy contagiosa en la oscuridad. Por eso me admira haber tenido éxito a través de 25 millones de descargas o sea de gente sola en su cubículo. Ojalá me hubieran dado no ya 1 euro, sino 0,50 por cada una.

-¿Cómo está afectando la crisis económica a la industria del cine en España? Torrente 4 tiene justamente como subtítulo Lethal crisis y algo de eso aparece reflejado en el film.

-A mí por suerte no me ha afectado demasiado, porque con esta película hemos tenido éxito. Pero aún así te diré que afecta, porque ha gustado muchísimo más que la anterior y aún así va a ser la que menos espectadores tenga. Es que han cerrado el 10 por ciento de las salas en España y hay un 40 por ciento menos de asistencia al cine. Torrente 4 ha recaudado al día de hoy 19 millones de euros y creo que acabará su carrera en 19 millones y medio. En público, la primera la vieron 3 millones de individuos, la segunda 5 millones y medio, la tercera 3 millones y medio y ésta no va a llegar a 3. Como en todo, hay una especie de monopolio de las majors, que de alguna forma protegen sus inversiones. El poder que tienen ellos son los contenidos o sea que si tú de repente quieres poner tu película en un cine donde ellos quieren poner Spiderman 4, les molesta y pueden llegar a amenazar incluso al exhibidor: "Pues entonces X Men 4 tampoco la pones". El exhibidor piensa entonces: "Joder, no vendo palomitas, no vendo refrescos". Y te dice: "Oye entonces tu peli va a tener que tener la sección de madrugada o nada". Pues venga, que somos los que venimos detrás. Pero en España me he dado el gusto de decir que quiero estrenar tal día y los blockbusters de alguna forma han tenido cierto temor de estrenar en la misma fecha.

el cómic.

-¿Cómo nació tu afición por el cómic?

-Creo que fue con las historietas de Mortadelo y Filemón, con Vázquez, y me gustaba mucho Asterix.

-Con esos referentes ¿cómo llegaste a crear un cómic como Pequeñas viciosas?

-Esto fue porque a nosotros nos gustaba tanto el cómic que intentamos hacerlo. Antes de Pequeñas viciosas tocamos varios géneros y al final dijimos: "Si esto no nos sale lo dejamos ya. Vamos a hacer una historieta porno firmada por dos chicas, la enviamos a El Víbora y vemos que pasa". Y encima a la carta le metimos una foto de dos chicas. La hermana y la prima de mi amigo nos dejaron su foto y le pusimos Mónica y Bea. ¡Nos llamaron esa misma tarde! Tuvo mucho éxito. Además de España, se vendió en Italia, en Dinamarca, en Francia.

-¿Cuándo te empezó a interesar la historieta para adultos?

-Cuando descubrí a Richard Corben se me abrió el cerebro. Me acuerdo que no entendía esos dibujos que eran como fotos y con esos pechos... Corben para mí era lo máximo. Y luego Will Eisner me encantó, porque era el cine negro hecho cómic. Yo he disfrutado el cómic en los `80 casi tanto como el cine.

-También coleccionas originales. Es un hobby caro.

-¡Cuesta una pasta! Pero nada que ver respecto de un Miró. Siempre digo Miró, porque es uno de esos pintores que no me gustan nada. Por eso ahí donde esté un Corben o un Wrightson… Yo tengo una plancha del Frankenstein de Wrightson. Incluso cuando me llamaron para la película de Asterix, en vez de dinero pedí un original de Uderzo.

-¿Qué significó entonces para ti protagonizar El gran Vázquez?

-Me hizo mucha ilusión. Siempre a los actores los llaman para interpretar a Federico García Lorca o a San Juan de la Cruz, gente de gran talento pero que de alguna forma no son de la cultura popular. Ahora Vázquez… que se quiera hacer una biografía de ese hombre me parece un logro y un acierto. Fui muy feliz en interpretar a Manuel Vázquez, que además fue mi primera interpretación de un personaje real.

-Uno de tus últimos trabajos actorales es en La chispa de la vida, la última película de Alex de la Iglesia.

-Mi papel es mínimo, mucho más pequeño que en su anterior Balada triste de trompeta. Allí por lo menos mi personaje tenía cierta entidad, era el padre del payaso. Pero Alex es tan genial que me pasa como con Guillermo, que si me llama y me dice: "Solo quiero que te sientes allí atrás tomando un café", yo lo hago encantado

-¿Planes para el futuro?

-Sinceramente estoy pensando en hacer teatro durante un tiempo. A mí me gusta como oxigenarme un poco después de Torrente. Por el éxito que ha tenido Torrente 4 debería ya empezar a hacer Torrente 5, pero creo que si no le das tiempo, se puede notar en el resultado.

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