El Papa Francisco hace apertura a otros credos

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El Papa Francisco ofreció, ayer, una oración en silencio a una audiencia de periodistas y otros trabajadores de medios informativos, reconociendo que no todos eran Católicos o creyentes, lo que constituye un gesto inusual para un Pontífice.

Fue un gesto de apertura hacia otras fes y de encuentro con un mundo secular. "Teniendo presente que muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica y otros no son creyentes, les doy esta bendición desde mi corazón, en silencio, a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno de ustedes, pero sabiendo que todos son hijos de Dios", dijo. "Que Dios los bendiga".

El Papa, el excardenal Jorge Mario Bergoglio, de Buenos Aires, concluía una audiencia con seis mil miembros de los medios de comunicación, que han estado en Roma para el Cónclave en el que él fue elegido Papa, el miércoles pasado.

En su disertación de ayer, ofreció sus impresiones sobre el Cónclave y dijo que eligió su nombre en homenaje a San Francisco de Asís, quien trabajó por los pobres y por la paz.

"Permítanme contarles una historia", dijo, y relató cómo durante el Cónclave se había sentado junto al cardenal Cláudio Hummes, de Brasil, a quien llamó "un gran amigo", que "cuando el asunto se empezaba a poner peligroso, me confortaba". Agregó que "cuando los votos llegaron a los dos tercios y los cardenales me aplaudieron", el cardenal Hummes "me abrazó, me besó y me dijo: `¡No olvides a los pobres!` Y, esas palabras penetraron", dijo el Papa, señalándose el corazón. "Cómo me gustaría una Iglesia pobre y para los pobres".

"Pensé en las guerras, mientras la votación continuaba, y durante todos los votos", dijo, sentado en un escenario en una amplia aula dentro del Vaticano. "Y, Francisco, es el hombre de la paz. Así surgió el nombre y entró en mi corazón: Francisco de Asís".

Francisco dijo, en tono jocoso, que sus colegas cardenales le sugirieron otros nombres, incluyendo Adriano, debido a que Adriano VI había sido "un reformador, y necesitamos reformar". Otros le sugirieron el de Clemente XV, para mejorar el legado de Clemente XIV, quien en el siglo XVI intentó suprimir a la órden de los Jesuitas a la que pertenece Francisco.

Los comentarios del Papa constituyeron un marcado cambio de tono con los de su predecesor, Benedicto XVI, el ahora Papa Emérito, quien por naturaleza es más reservado y rara vez habló de recuerdos.

Francisco hizo un llamado a los medios de comunicación para que ayuden a comunicar que la Iglesia Católica romana no es una institución política, sino algo construido sobre la fe, guiada por el Espíritu Santo y orientada a promover "la verdad, el bien y la belleza".

Al recibir a miles de trabajadores de los medios de comunicación, -tenían los ojos nublados por las largas jornadas de labor, siguiendo lo que ocurría en el Vaticano, desde que Benedicto XVI anunció su renuncia el mes pasado- Francisco dijo: "Han trabajado mucho, ¿no? ¡Trabajaron!". El público estalló en aplausos.

El nuevo Papa iniciará una semana de intensa actividad, que incluye planes para una visita, el sábado 23 de marzo, a Benedicto, en Castel Gandolfo, la residencia papal situada en las afueras de Roma, donde vive el Papa Emérito, hasta que se mude a un convento en el tierras del Vaticano.