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Más de 50 chinos fueron "traficados" en dos años

Coyotes. Mafias eligen a Uruguay para llevar chinos y dominicanos hacia Argentina

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El tráfico de personas, fundamentalmente chinas y dominicanas, es cada vez más frecuentes y confirma que Uruguay forma parte de una ruta trazada por "coyotes" locales, empleados de poderosas mafias con bases en toda Latinoamérica.

Los resultados que arrojaron diversos operativos permiten estimar que en menos de dos años a través de Uruguay organizaciones traficaron decenas de ciudadanos dominicanos y más de cincuenta chinos de entre 17 y 24 años. En el caso de los asiáticos, todos son nacidos en Fujian, una de las más pobres provincias de China y reconocida porque allí encuentran su materia prima poderosas organizaciones dedicadas a la trata de personas.

Los "coyotes" cobran entre 10.000 y 15.000 dólares por el traslado y en cada país arman una ruta en la que los traficados son entregados como postas en una carrera.

Los chinos llegan a Brasil por avión, país que no les exige visa. Allí los esperan "contactos" que tienen todo preparado para cruzarlos en camionetas y al amparo de la noche hacia Uruguay a través de algún punto de la extensa y vulnerable frontera terrestre. Ya en Uruguay aparecen otros "empleados" en escena que, en bote a través del río Uruguay o por la frontera legal y con la ayuda de funcionarios corruptos y documentación falsa, los cruzan hacia Argentina.

El "cargamento" es entregado a otros miembros de la organización y su destino final en el vecino país es una incógnita.

ESPERANZA. En la madrugada del 15 de diciembre un precario y pequeño bote de remos acondicionado para la pesca se dio vuelta en el río Uruguay. A bordo, a más de 18.000 kilómetros de su lugar de nacimiento, viajaban, apiñados, ocho jóvenes chinos de ambos sexos, entre ellos un menor de 16 años. Los trasladaba el dueño de la embarcación, un hombre de iniciales V. R. y conocido en la zona de Fray Bentos como "El Pescador". El accidente no cobró ninguna vida. En medio del río lograron subir al bote y seguir su ruta hacia la costa argentina. En esos días, otros ciudadanos chinos y dominicanos eran pasados por la misma organización a través del puente San Martín con documentación falsa y la complicidad de un funcionario de Migraciones que cobraba $ 4.000 por "cargamento". La "Operación Esperanza", exitoso procedimiento producto de un paciente trabajo policial y judicial que incluyó escuchas y demandó varias semanas de seguimientos y vigilancia, desbarató una miniorganización de tráfico de personas. Se rescataron 16 ciudadanos chinos, 4 dominicanos y fueron procesadas diez personas en Uruguay y Argentina.

SILENCIO. La humilde ropa que visten es su única posesión. Desamparados y vulnerables, los chinos comparecen ante la Justicia uruguaya y la barrera idiomática y el miedo son los principales aliados de los traficantes. Repiten una y otra vez la misma historia: dicen que quieren llegar a Argentina para reunirse con sus familiares o estudiar. Argentina tiene una de las más importantes colonias de inmigrantes chinos de América Latina y es probable que su intención sea la reunificación familiar, aunque con su situación de vulnerabilidad extrema se convierten en potenciales víctimas de trata con fines laborales o sexuales. En el conourbano bonaerense fueron detectadas mafias dedicadas a la extorsión y jóvenes chinos de ambos sexos que trabajan en condiciones de explotación o son obligadas a ejercer la prostitución.

En Uruguay la "trata" es un delito muy específico y no pudo se comprobado en ninguno de los casos aclarados. En todos ellos el delito tipificado ha sido el de tráfico de personas.

Los traficantes siempre alegan desconocer qué destino les espera a los extranjeros y se limitan a señalar que fueron contratados para el traslado puntual. Fuentes policiales señalaron que es imposible determinar el tamaño de las organizaciones y cuántos "negocios" han concretado.

La logística preparada también sirve para traficar ciudadanos dominicanos, a quienes Argentina les exige visa. Todos llegan a Uruguay desde Santo Domingo con documentación falsa o con visa turística. La mayoría son mujeres que no superan los 25 años. Mientras esperan el momento para cruzar la frontera son alojadas en apartamentos u hoteles de Montevideo. La Policía siguió la pista de dominicanas que se prostituyeron durante algunas semanas en un apartamento de Pocitos pero no pudo confirmarlo. De haberlo hecho, el delito de trata podría haberse tipificado. Argentina les cerró la puerta delantera y ahora ingresan por la trasera.

Cambian flujos migratorios

"La `trata` es la forma moderna de esclavitud porque lesiona los derechos humanos mientras que el tráfico es un delito que se comete contra el Estado. Son cosas diferentes, pero la mayoría de las veces están vinculados", explicó a El País Alba Goycoechea, responsable de la Organización Internacional para las Migraciones en Uruguay. Señaló que las corrientes migratorias están cambiando en el mundo como consecuencia de las dinámicas de los mercados laborales y Uruguay es hoy un país de tránsito. "Donde la mano de obra se encarece aumenta la demanda por mano de obra barata. También, en momentos de crisis, el cierre de fronteras o la expulsión de inmigrantes redirecciona los flujos y hoy la región es la que los recibe", dijo.

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