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Escultura coreana en rambla de Buceo

Artes visuales. La obra pesa tres toneladas, costó 200 mil dólares y es de aluminio modelado

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CARLOS REYES

El miércoles a las 15 horas en la Pza. de la República de Corea, sobre la rambla del Buceo, se inaugurará la escultura "Greetingman", que fue donada a Montevideo por el artista coreano Young-ho Yoo, quien contó a El País detalles de la misma.

La escultura fue emplazada el pasado jueves hacia las 14 horas, y el propio artista, traductor mediante, no solamente dio las indicaciones del caso, sino que también metió manos en el asunto. En un alto en la tarea se hizo un tiempo para la entrevista, que estuvo permeada por su euforia, dado que concretaba un sueño que tenía mucho tiempo de trabajo detrás.

"Elegí colocar la escultura en Uruguay dado que es un país que está en el otro extremo del mundo en relación a Corea, y eso es una forma de poner en contacto, de conectar dos extremos del mundo, y también de saludar, tanto a las personas como al ambiente. Para pensar el mundo, primero tenemos que pensar el otro punto más extremo, que para Corea es Uruguay, y viceversa", comentó Young-ho Yoo.

Este es el primer paso de un proyecto más ambicioso, que tendrá su segunda parte cuando se levante una escultura idéntica entre las dos Coreas. "El proyecto está planificado para que haya otra similar en la frontera de Corea del Sur y del Norte, y luego seguir con otros países. Tengo pensado que una tercera escultura igual se podría levantar en Vietnam, porque Corea participó en la guerra de Vietnam, y ese no fue un hecho histórico honorable, y por eso pienso que esa obra sería también como una forma de pedir perdón al pueblo vietnamita", agregó el artista, comentando que no descarta que la cuarta escultura de este tipo fuera levantada en la frontera entre Israel y Palestina, por contener un mensaje pacifista.

Pasando a la información más práctica, el escultor contó que la obra pesa tres toneladas y está hecha de aluminio moldeado. El sistema de agarre fue especialmente diseñado, contando con los fuertes vientos que soplan en la costa montevideana. "Está hecha calculando que soporte el doble de la velocidad de los vientos que soplan en ese lugar", dice con indisimulado orgullo.

En cuanto al significado, Young-ho Yoo explica que esta escultura representa a un hombre saludando: "Lo primero que hace una persona cuando encuentra a otra es saludar, o sea que el saludo es el primer paso de toda relación. Es el principio de toda comunicación".

De seis metros de altura, la obra tiene un color calmo, otro de los elementos que el artista buscó destacar. El escultor descartó colores como el negro, el blanco, o el amarillo, porque no quiso que el color fuera asociado con una raza en particular. También desechó la idea de representar a un hombre vestido: es que la indumentaria estaría hablando de su rol social, y de su nivel social. "Si estuviera de traje se podría pensar en un oficinista, o un ejecutivo, lo mismo si estuviera vestido como obrero remitiría a otra idea. Pero quise presentar a un hombre desnudo, que pudiera representar a todos los hombres", analiza.

Sobre el sitio donde quedó emplazada, que es en la rambla, una cuadra antes de llegar a José Batlle y Ordóñez (viniendo desde el este), Young-ho Yoo lo define como "precioso y perfecto". "Es un sitio muy visible, y la va a ver mucha gente que venga desde el este, incluso muchos de los que llegan al país por el aeropuerto, o sea que también será como una bienvenida, tanto para los uruguayos como para los extranjeros".

El costo de esta hermosa escultura es de 200 mil dólares, y el sistema de financiación por el cual pudo ser realizada es también singular. El escultor hizo obras similares pero a escala pequeña, que vendió para recaudar fondos. "Vendí 800 esculturas a 200 dólares cada una. Hubo mucha gente que colaboró, incluso hubo empresas que compraron muchas como una forma de financiar este proyecto. La idea es colocar una placa con todos los nombres de las personas que arrimaron una mano. "Cuando empecé a idear todo esto me parecía imposible, pero a medida que pasó el tiempo empecé a notar los logros. Soy el primer artista coreano en trabajar buscando financiación por esta vía. Así que esta escultura representa también toda colaboración para que ella haya sido posible, y además de ofrecerle a Uruguay una escultura moderna, simboliza los lazos de cálida relación entre Uruguay y Corea", sintetiza el artista.

Dos países y una única calidez

Ubicada entre la calle Juan Espinosa y la Av. Juana Pereyra, la inauguración de la flamante escultura se inscribe en el marco del Festival de la Cultura Coreana, que comprende cine, espectáculos y una demostración de taekwondo, que será hoy a las 19 horas en el Club Defensor, con entrada libre.

El escultor Young-ho Yoo estudió en la Universidad de Seúl, y luego se especializó en escultura en la Academia de Arte de Düsseldorf, Alemania, lugar que según él "le amplió la mirada sobre el mundo".

"Uruguay es un país hermoso y natural, que le ayuda a uno a calmarse: la gente es muy amable. El uruguayo sabe disfrutar de las libertades y la tranquilidad. Hace pocos días que estoy, pero creo que coreanos y uruguayos tenemos la misma calidez", afirma.

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