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RÍO NEGRO | DANIEL ROJAS

Un nuevo caso de adopción resuelto por INAU despierta polémica. Esta vez fue en Río Negro. Una cuidadora de INAU crió dos años y tres meses a una niña de 3 años de edad que este mes fue entregada en adopción.

Con la anuencia de la madre biológica, tramitaron la tenencia en favor de la cuidadora, pero el organismo resolvió entregarla en adopción a un matrimonio de la Costa de Oro.

"No llores mamá que voy a volver", le gritó la pequeña a la cuidadora Graciela Núñez en el momento en que fue entregada a los nuevos padres.

Núñez dijo a El País, que esas fueron las palabras pronunciadas por la niña, A.J., cuando se la llevaron unos minutos antes de las 11 de la mañana del martes 4 de septiembre pasado.

La noche anterior, presintiendo que se iba para siempre, se aferró con fuerza a sus cuidadores y en la mañana se sacaba cada prenda que Graciela le ponía. No quería vestirse, para no estar pronta para irse.

El matrimonio tiene dos hijos biológicos, de 33 y 29 años, que están en Argentina y Colonia, respectivamente; pero como cuidadora de INAU tiene a su cargo, desde hace 6 años, a dos varones de 8 y 7 años.

"En diciembre del año pasado me presenté en INAU, para hablar con la directora (departamental) Vivián Tihista, porque la madre de la pequeña me había comentado su deseo de darme la tenencia porque no quería que fuera adoptada en función de que hacía un año y medio que ella estaba con nosotros", dijo Núñez a El País.

En esa reunión "ella me atendió muy bien y me dijo que me iba ayudar. Me dio los números telefónicos del juzgado de Young (porque la niña nació en esa cuidad) para que llamara e iniciara los trámites, pero me asesoré y me dijeron que como la niña vivía en Fray Bentos, los documentos estaban acá".

La cuidadora contó que con la anuencia de la madre biológica, se hicieron todos los trámites hasta que el 11 de mayo firmó la tenencia.

"Mi abogado permanentemente informaba al INAU del avance del proceso, porque creíamos que teníamos todo el respaldo. Vivián (Tihista) le dijo que sabía que yo era buena funcionaria y que era conciente que lo mejor para la niña era que estuviera con una sola persona", sostuvo Núñez.

GIRO. Pero eso no fue lo que ocurrió. El 17 de mayo la directora de INAU llegó hasta el domicilio de la cuidadora a decirles que la niña no podría quedarse con el matrimonio y además "quería que la menor perdiera todo tipo de vínculo con su madre biológica".

Núñez mostró a El País una planilla donde consta la visita prácticamente semanal que la familia biológica de Young realizaba a la niña, mediante la utilización de pasajes otorgados por INAU.

"Como la familia seguía viniendo, el 29 de mayo la directora nos citó a la oficina y fue bastante dura. Nos reiteró que la niña no iba a quedarse con nosotros y que además, estaría mejor en otro hogar. Por eso, el 3 de septiembre vino un matrimonio que es muy bien, no tengo nada que decir respecto a ellos, y se la llevaron al día siguiente. Yo no estoy en contra de quienes adoptan, estoy mal porque dejan pasar mucho tiempo y se creó un vínculo en el que para ella nosotros éramos papá y mamá y los niños eran sus hermanos.

Llorando, Graciela contó que la pequeña "era feliz, jugaba y cantaba todo el día" y recordó que cuando se la dieron presentaba serios problemas.

"A mí me la dieron con problemas motrices y de retardo. Los médicos que la trataron no pueden creer cómo se superó. Desde el primer día trabajamos en estimulación hasta que mejoró", contó la cuidadora.

DECEPCIÓN. La abuela y la madre biológica de la niña también se sorprendieron cuando llegaron un día a visitarla y se enteraron de que ya no vivía más allí. Increíblemente, INAU les facilitó los pasajes para la visita de ese día, pero nunca les informó que A.J. ya no estaba en Fray Bentos.

El abogado de Graciela Núñez, Richard Morgan, informó que el tema será dirimido por la Justicia Letrada de Young, adonde fue remitido el expediente.

Morgan explicó que a la madre biológica "porque supuestamente se estaba prostituyendo cuando aún era menor, le retiraron a su bebé. Lo cierto es que nunca se perdió el contacto; de hecho la visitaba frecuentemente en el hogar sustituto. Este es un elemento importante porque uno de los requisitos para la adopción es justamente que se pierda el contacto con la familia biológica, algo que aquí no sucedió", dijo el profesional.

LEGAL. "Acá se cumplieron con todos los pasos legales, las cosas se hicieron muy bien. Es cierto que la cuidadora se volcó por esta niña para adoptarla pero la ley de adopciones no se lo permite. Existió una orden judicial para que se procediera a seleccionar los padres de acuerdo al registro único", explicó Vivián Tihista, directora departamental de INAU.

También precisó que la madre sustituta, aunque solicitó la tenencia, nunca la obtuvo.

"Los padres biológicos pueden dar la tenencia cuando están en poder de ella; nadie puede dar lo que no tiene", expresó Tihista. En este caso esa responsabilidad la tenía el INAU.