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Expertos en derecho laboral y seguridad social advierten que habilitar la desafiliación de las AFAP de forma genérica podría afectar la viabilidad financiera del sistema. Otros creen que las virtudes del ahorro individual harán que se defienda solo.

En cualquier caso, los tres abogados consultados por El País afirmaron que las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) deben mantenerse por considerar que en términos generales son convenientes para los trabajadores que vierten parte de sus aportes jubilatorios allí.

Nelson Larrañaga, director del Departamento Laboral y Seguridad Social del estudio Ferrere, dijo a El País que "antes de producir cualquier cambio jurídico, necesariamente se tendría que hacer un informe actuarial que valorara cuáles son los impactos de una medida de esta naturaleza en el sistema mixto".

Un decreto reglamentario de la ley 16.713 de seguridad social impide la desafiliación de las AFAP, aunque ya hubo cuatro instancias en las que distintos gobiernos lo habilitaron. En esos casos se brindó la opción solo a quienes que optaron por el régimen y al 1° de abril de 1996 (cuando comenzó a regir el nuevo sistema) tenían 40 años de edad. Se entendía que podía no haberles sido conveniente ingresar dado que la mayor parte de su vida laboral aportaron solo al BPS. Esta "ventana" se abrió en los años 1996, 2000, 2004 y 2008.

Pero esta vez el gobierno analiza habilitar la salida de forma gradual y general a los usuarios del sistema que así lo deseen. El Ministerio de Trabajo respalda que se abra un período para que los trabajadores que ingresaron en forma voluntaria al sistema de las AFAP (el de ahorro individual) puedan desafiliarse. Esa posibilidad fue impulsada por algunos directores del Banco de Previsión Social.

La medida, entonces, sería de un impacto mucho mayor, ya que hay 800.000 del 1.100.000 de afiliados al sistema que se incorporaron por su voluntad ya que sus ingresos en ningún mes superaron el tope de $ 28.067 que hace obligatorio el ingreso.

Por esto, Larrañaga afirmó que tomando en cuenta la magnitud de la cifra es necesario hacer un estudio de proyecciones que "permita la continuidad del sistema mixto". A su entender, "abrir una ventana general que permita salir de las AFAP afectará la viabilidad financiera del sistema mixto previsional".

El abogado explicó que las AFAP cuentan con un fondo de reserva técnico pero el resto del capital que poseen está invertido (esto es lo que genera rentabilidad en base a los aportes jubilatorios). "Si hay una corrida hacia el sistema de reparto (el del BPS) y se tiene que devolver todos esos fondos ahorrados el tema es ver si hay liquidez como para atender todas esas transferencias", señaló, lo que consideró otro asunto a estudiar.

Beatriz Murguía, socia responsable del Departamento Laboral y Seguridad Social de Hughes & Hughes, afirmó que dar la opción a quienes optaron por ingresar al régimen de ahorro individual "de forma equivocada, porque sacaron mal las cuentas" (como ocurrió con las cuatro habilitaciones anteriores) le parece correcto, ya que los cambios introducidos al sistema de seguridad social buscó brindar una mejor jubilación a la edad de retiro. No obstante, afirmó que si lo que se busca es hacer desaparecer las AFAP sería "un gravísimo error", ya que esas administradoras "son muy beneficiosas para los trabajadores, incluso para aquellos que no tienen ingresos muy altos".

Murguía consideró que "sería muy peligroso" habilitar la desafiliación de forma genérica acompañada de "una campaña pro eliminación de las AFAP", ya que la salida masiva de trabajadores "podría afectar las jubilaciones futuras" de los que quedan dentro de la AFAP o incluso contribuir a la "desaparición del sistema".

De hecho, la experta señaló que eliminar las AFAP implicaría "pasar un mensaje de inseguridad jurídica general que podría afectar el clima de inversiones en Uruguay". Además, señaló que el sistema "es atractivo" y recordó que cuando los aportes jubilatorios se canalizaban solo por el BPS "las personas llegaban a jubilarse con un tope y accedían a jubilaciones irrisorias".

El socio del estudio Guyer & Regules responsable de asuntos laborales y de seguridad social, Eduardo Ameglio, estimó que "el sistema se defenderá por sí mismo y van a ser muy pocos los casos de gente que finalmente se desafilie".

El abogado afirmó que el sistema de ahorro individual es "claramente ventajoso" para quienes se iniciaron en el mundo laboral tras 1996. Esto lo lleva a desestimar riesgos para el sistema y dijo que las personas "se tienen que informar para ver qué les conviene", pero que "a la mayoría le va a convenir quedar en el régimen mixto".

Ameglio informó que en países como México se dio la opción de que los afiliados puedan optar por qué régimen jubilarse a determinada altura de su carrera. Esto va en línea con la propuesta que hicieron las AFAP de habilitarlo a los 50 años de edad. El experto lo consideró "razonable", ya que permitir la desafiliación en cualquier circunstancia "puede perforar el sistema", dado que no da garantías de previsibilidad.

Uno de los aspectos a tener en cuenta al momento de decidir dejar de aportar al sistema de ahorro individual de las AFAP es que el pasaje para hacerlo exclusivamente al Banco de Previsión Social (BPS) es de carácter retroactivo a 1996, por lo que puede generar deudas.

Así ocurrió las veces que se habilitó la desafiliación de las AFAP. El último decreto de 2008 estableció que el afiliado que desea salirse debía abonar al BPS "los aportes personales no efectuados correspondientes a las asignaciones computables que hubieren superado el límite del segundo nivel del artículo 7° de la ley 16.713".

Esto remite a las personas que aportaron por salarios superiores a cerca de $ 84.200, explicó el abogado laboralista Nelson Larrañaga, del estudio Ferrere.

Es que las personas aportan por el tramo de ingresos laborales hasta $ 28.067 un 15% al BPS mientras que por el tramo entre esa cifra y los $ 84.200 otro 15% a su cuenta individual de las AFAP, pero no realizan ningún aporte por el tramo que excede los $ 84.200.

Antes de la reforma, se pagaba un 15% por todo el ingreso, por lo que al desafiliarse la persona tiene una deuda con el BPS por los aportes superiores a $ 84.200.