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Casos de bronquiolitis saturan a los CTI pediátricos y emergencias

Emergencia sanitaria. | La bronquiolitis y otras enfermedades habituales del invierno están haciendo colapsar el sistema, advierten pediatras | Acuerdan derivar pacientes al Hospital Policial

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En pleno colapso de los CTI, los casos de bronquiolitis infantil golpean fuerte y hacen aumentar la demanda de camas pediátricas en el sector público y privado. Ayer, ASSE firmó un convenio con el Hospital Policial para derivar pacientes.

Los cuadros respiratorios están alcanzando su pico en estos primeros días de julio. Niños y bebés con bronquiolitis, adenovirus y gripe se agolpan en las emergencias pediátricas y muchas veces -como está ocurriendo en los servicios de adultos- deben esperar unas cuantas horas antes de ser internados en una cama de cuidados intensivos.

Ayer mismo, en la tarde, había cuatro niños esperando en una sala común del Hospital Pereira Rossell. Su situación demandaba atención en unidades intensivas, sin embargo tenían que ser asistidos en piso mientras se procuraba ubicar camas libres en los CTI privados, algo que tampoco es fácil.

"El sistema colapsó, ya no hay camas en ningún lado. Los CTI están al tope", dijo a El País Wilson Guillén, presidente de la Sociedad Uruguaya de Neonatólogos y Pediatras Intensivistas (Sunpi).

Álvaro Galiana, pediatra infectólogo del Pereira Rossell coincidió con su colega. "Todos los servicios de salud, desde el Hospital Británico hasta el Pereira Rossell, están saturados", señaló y agregó que la explicación a la demanda actual es el aumento de los cuadros respiratorios, en especial por los casos de bronquiolitis -hay un brote de esta enfermedad- que son causados por el virus sincicial respiratorio (VRS). Galiana explicó que cuando ese virus es contraído por bebés de 20 días, puede derivar en "infecciones importantes, con riesgo para la vida del niño, y que requiere de asistencia en cuidados intensivos". Los pacientes deben ser entubados y ventilados para mejorar su respiración.

El momento crítico de la enfermedad dura un par de días. Después los niños mejoran, pero para eso es clave que la recuperación se haga en un entorno adecuado: en un ambiente calefaccionado, sin humedades, para evitar recaídas.

Fuentes médicas dijeron a El País que la necesidad de camas en el Pereira Rossell obliga a la rotación continua de los pacientes, y teniendo en cuenta que la población que asiste a ese centro es la de menos recursos, las condiciones de recuperación no son las adecuadas. Por eso sobrevienen las recaídas. Las autoridades sanitarias advirtieron ayer de la propagación de este virus y lo vincularon directamente con la saturación de los servicios.

Pero no es la única explicación. También hay una falta de personal crónica.

Guillén dijo que en un área del Pereira Rossell hay seis camas nuevas, prontas para inaugurar, "pero no se pueden usar porque no tenemos gente".

"Mientras sigan existiendo estas dificultades va a seguir habiendo problemas, que no tienen tanto que ver con las camas como con los recursos humanos", advirtió.

Para el presidente de la Sunpi, lo que hay que tener presente es que cada vez que se abre una nueva unidad, no solamente se incorporan camas, porque esa unidad consume mucho material humano también, que es finito".

La jefatura pediátrica del Pereira Rossell resolvió el martes pasado que ante la falta de dotación necesaria irá cerrando muchas de las camas que queden libres: al menos cinco se clausurarán en el CTI neonatal y el 30 % de las camas de cuidados intermedios.

Policial. Frente a esta situación, el directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) firmó un convenio con el Hospital Policial, que ayer mismo inauguró un CTI pediátrico con 19 camas polivalentes.

El director del Hospital Policial, Leonardo Anzalone, dijo a El País que destinarán cinco de esas 19 camas para atender la demanda de ASSE.

Los directores de ASSE anunciaron que priorizarán al Hospital Policial para derivar a los pacientes del Pereira.

El convenio también establece que ambas instituciones coordinen un proceso de fortalecimiento de sus laboratorios de apoyo a los CTI. El convenio tendrá validez de un año a partir del 5 de julio, prorrogándose por períodos iguales.

MUJICA. El Sindicato Médico del Uruguay (SMU) le pidió al presidente José Mujica que los reciba para plantearle esta situación que han calificado de "emergencia sanitaria".

La reunión fue solicitada la semana pasada y aún esperan la respuesta. Los médicos tienen propuestas para paliar el déficit de recursos humanos en la salud.

Galiana: "Hay un pico de infecciones respiratorias que saturan los servicios".

"Una salud pobre para pobres"

El vicepresidente de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Enrique Soto, sostiene que el organismo es un "gigante maniatado" por la normativa a la cual está sujeta, por sus restricciones presupuestales y por sus propias debilidades.

En el documento al que accedió El País titulado "Apuntes para repensar ASSE", Soto señala que esperar cinco años para presentar correcciones a la reforma es demasiado tiempo, por lo que advierte que "seguiríamos con una salud pobre para pobres". Según dice, en ese lapso "seguirán rodando las cabezas de quienes se expongan a la conducción de ASSE".

El vicepresidente del organismo sostiene que "es posible cierto amateurismo (en la gestión) durante un período limitado mientras la curva de aprendizaje se consolida. Pero llega un momento en donde no son suficientes los antecedentes políticos o gremiales para el ejercicio de los cargos públicos".

Para Soto, "hay una pérdida de equilibrio en detrimento del poder político, especialmente del partido de gobierno al ceder un lugar a la oposición". Por lo que se está ante la presencia de un directorio en donde el partido de gobierno es minoría". Según el jerarca, el hecho de que ASSE sea un organismo descentralizado "genera limitaciones en la planificación de la propia organización al no poder adaptar su presupuesto a las exigencias de las empresas de salud".

Soto plantea la necesidad de "solucionar las situaciones propias de la dinámica sanitaria (factores estacionales y emergencias) que no admiten demoras". También se reconoce "un déficit en la cobertura de recursos humanos con el consecuente resentimiento de la asistencia". Por lo que se propone la descentralización del sistema.

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