El espacio cultural Punto de Encuentro, del MEC (en San José 1116) inaugurará la semana que viene dos exposiciones: Error y No retornable. Las mismas abrirán al público el martes 31 a las 19.30 horas, y se podrán visitar hasta el viernes 2 de marzo.

En un mundo sujeto a cambios climáticos de gran magnitud (recalentamiento global, derretimiento de los hielos continentales, tormentas y huracanes cada vez más violentos y numerosos), la reflexión sobre el papel y la responsabilidad del ser humano en este deterioro no debe ser eludida. Con este cometido, el equipo de coordinación de Punto de Encuentro seleccionó estos dos proyectos expositivos que cuestionan la relación del hombre con el medio ambiente.

La primera es una exposición de Lucas Cilintano, quien usa el concepto del error como base de su trabajo artístico y de todo aprendizaje. Para materializar el concepto, un árbol majestuoso fue instalado en el medio de la sala de exposiciones. Es un árbol seco, que ya no dará ningún fruto, y que se presenta como una imagen de una naturaleza agotada.

Este árbol sin fruto es la consecuencia de los errores de la humanidad (contaminación de la atmósfera a través de la combustión de CO2 principalmente) y busca recordar que si bien es indispensable equivocarse para aprender, hay errores que el sentido común debería inducirnos a evitar, entre ellos la autodestrucción de entorno natural.

Por su parte, en No retornable, Ana Rodríguez aborda la contaminación del medio ambiente a través del problema generado por el consumo desenfrenado de las bolsas de plástico en nuestro país. Según un estudio del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, en Uruguay se consume en promedio más de 400 bolsas plásticas por persona por año, ocasionando daños directos a distintas especies y al medio en general. No retornable es una instalación didáctica, hecha con una multitud de bolsas de nylon que generan una sensación de asfixia y de ceguera al visitante.

En el medio de este entrevero plastificado yacen los cuerpos de un hombre y de una mujer, cubiertos y envueltos en bolsas de pies a cabeza. De este modo, a través de dos miradas bien diferentes, Punto de Encuentro busca abrir una reflexión de corte ecologista.