1/1:  20120111 800x392 ()

CANELONES | PATRICIA MANGO

"Me la arrancaron de mis brazos", dijo José Márquez, el padre cuidador de Mía, una niña de 18 meses de edad que ayer fue llevada por funcionarios del INAU con apoyo policial para ser adoptada por otra familia.

El 20 de septiembre de 2010, con apenas unos días de vida, Mía llegó a la casa de la familia Márquez, en Canelones. Había sido abandonada por su madre, adicta a las drogas, en el hospital canario.

Los Márquez fueron designados por el INAU como cuidadores de Mía. Casados y con dos hijos, Sebastián y Clara, desde hace una década cuidan a niños del INAU.

Según declararon miembros de la familia Márquez y vecinos, la bebé fue entregada a José y Reina Márquez por autoridades del INAU Canelones con bajo peso y tomando medicamentos.

En el INAU les advirtieron que el cuidado de la bebé era por un período de 45 días a tres meses como máximo. Sin embargo, el tiempo pasó. Dos días antes de que la bebé cumpliera el año, otra familia comenzó el trámite de su adopción.

"Nosotros no fuimos avisados de que ella iba a ser adoptada", dijo ayer José Márquez.

Reina, la madre sustituta de la niña, se lamentó: "La Justicia solo respeta la lista de familias adoptantes, pero no tuvo en cuenta que Mía ya era parte de una familia. La niña ya tenía su identidad, era de nuestra casa y estaba vinculada a nosotros", dijo.

Ayer, envuelta con una bandera de Uruguay, la niña estiró en varias oportunidades los brazos en dirección a José Márquez cuando una funcionaria del INAU pretendía llevársela con apoyo de efectivos policiales.

Sebastián, uno de los hijos del matrimonio, dijo: "Estamos de velorio. Yo siento que se murió mi hermana. Me he pasado llorando". El padre no contuvo el llanto. "Que Dios se apiade y me la traiga de vuelta".

Reina afirmó que esta fue la primera vez que el INAU les sacó un niño. Enseguida mostró los informes del Centros de Atención a la Infancia y la Familia (Caif) del INAU donde asistía a talleres junto con la bebé.

"Se destaca el involucramiento de Reina al mantener una asiduidad en la concurrencia a los talleres que permitían ver los progresos de Mía mes a mes. Dado este compromiso se logró también un buen vínculo grupal", expresa el informe firmado por una licenciada en psicología y una psicomotricista.

Mientras tanto, otra familia de Joanicó fue notificada que también deberán entregar al niño de dos años que tienen bajo su cuidado. Al igual que Mía, el bebé será entregado en adopción.

CAMBIOS. El director del INAU, Dardo Rodríguez, dijo a El País que el pasaje en adopción de Mía fue resuelto por un magistrado penal y no por el Instituto. "El INAU ejecuta la sentencia", dijo, alivianando la carga de responsabilidad que se le atribuye al organismo.

El jerarca afirmó que no hay plazos legales para que las madres sustitutas cuiden a los niños a su cargo y advirtió que, durante seis meses, un equipo interinstitucional trabajó en la elaboración de un proyecto de ley que habilite el otorgamiento a menores bajo un sistema de preadopción a una familia que integra la lista de adoptantes.

Esta iniciativa será presentada en marzo de este año.

"Esos niños no serán internados en el INAU ni entregados a cuidadoras. Las familias que se acojan a este sistema deberán asumir el riesgo de que quizás no terminen como adoptantes", dijo Rodríguez.

Con respecto a las cuidadoras, Rodríguez afirmó que "vemos con preocupación que los tiempos con los niños se extienden (por demoras de la Justicia en dictar sentencia sobre las adopciones de esos menores) y se generan vínculos en ambas partes".

El proyecto establecerá que el mismo plazo que se exige al INAU para contener menores de cero a siete años, se le exija a la Justicia para dictar sentencias sobre adopciones.