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Tras 37 días falta censar el 38% de hogares del país

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José M. Calvo

El director de Censos 2011, José María Calvo, actualiza la situación del relevamiento nacional de datos entrado el segundo mes de su realización. Insiste en que los temores de algunas personas son infundados y reconoce que hay gente que miente porque piensa que le van a poner más impuestos o que la información va a ser utilizada para fines que van más allá de los estadísticos.

VIVIANA RUGGIERO

-Al día de hoy (viernes 7), ¿en qué etapa está el censo?

-Hoy estamos, según los datos relevados, en 1.830.000 personas. Tenemos un 62% de los domicilios relevados, 115.000 locales y casi 786.000 viviendas. Sin perjuicio de eso, la situación a nivel de los distintos departamentos varía; en algunos se está por debajo del 50% y en otros por encima. Flores, por ejemplo, está más avanzado, por su dimensión, mientras que otros como Maldonado vienen con más retraso: hemos tenido allí reales deficiencias de recursos. En Montevideo es variable, tenemos regiones que están más avanzadas que otras. Hay zonas donde hemos tenido una asignación de personal un 40% por debajo de lo requerido para la tarea, y eso genera un retraso por mejor que trabaje la gente que está asignada a esa zona. Hay otros lugares cuyo grado de avance es de 0%. Son áreas donde no tenemos cobertura de censistas y por tanto, se espera cerrar otras áreas para reposicionar personal y seguir trabajando.

-Está la crítica planteada y la comparación con la forma en cómo se trabajaba en censos anteriores. Antes se hacía en un día, ahora 30 días no es suficiente. ¿Cómo se explica eso?

-Antes se hacía en un día, dos años de digitación y ocho meses de escaneo de datos. Y después había que procesar la información. Hoy tenemos 40 días de relevamiento, pero ese 60% de la información relevada nos llega procesada. Se van generando indicadores sobre la misma marcha. El día que terminemos de ingresar el último dato, el 90% de la información ya va estar procesada.

-¿En todos los campos de consulta?

-Sí, salvo aquellos que refieren a educación, trabajo y rama de actividad de trabajo. Eso precisa una etapa de codificación de los datos.

-¿Cuál es el promedio de entrevistas con el que cierran cada jornada?

-Es variable. Hay días que ingresan en el orden de los 80.000 domicilios. Otros días más de 100.000 domicilios. Es fluctuante. Un día como hoy (de lluvia) es un día muerto de campo tanto en zonas urbanas como rurales.

-Al día de hoy, ¿se viene superando el ritmo de recolección de datos?

-En este momento estamos en una estabilización. Veníamos con una curva creciente de rendimiento y ahora nos hemos estabilizado, porque empezamos a sufrir un proceso de renuncias de aquellos funcionarios de campo que revisten en las universidades y están empezando períodos de parciales, revisiones y exámenes. Muchos de los que renunciaron tenían buen rendimiento, pero lamentablemente comenzamos a perderlos.

-En la conferencia de prensa que brindaron hace unas semanas anunciaron la extensión del tiempo de trabajo, pero reconocieron que no estaban en condiciones de decir hasta cuándo se extendía. ¿Hoy hay un panorama más claro?

-No. Podríamos arriesgar, pero es justamente lo que no queremos porque no hemos logrado tener una respuesta cierta en cuanto a los volúmenes de transferencia de información. Y en eso es donde el personal superior de relevamiento está haciendo los esfuerzos para mantener un proceso de trabajo lo más estándar posible en cuanto a las tareas de campo.

-¿La prolongación del plazo del relevamiento está atado a una buena o mala planificación?

-No, la planificación preveía un escenario malo y uno excelente, y en ese abanico una serie de escenarios. Y ahí ciertamente había cosas que estábamos jugados. Los tiempos nos obligaron a tomar una decisión y decir "septiembre mes del censo", pero si ves nuestra planificación está también incluido octubre y noviembre.

-Septiembre mes del censo ¿Es una frase que los condenó?

-Claro. Eso ya fue ilevantable. Pero tampoco fue fruto de una mala planificación porque no tiene nada que ver. Si éramos optimistas se hacía en 30 días, y si no, se hacía en 90 días. Eso estaba previsto. Pero nos condicionó la campaña de comunicación.

-En la conferencia de prensa también mencionaron que los censistas que estuvieran por debajo del rendimiento esperado serían desafectados, ¿eso ocurrió?

-Sí, hemos hecho un análisis desde el 20 de septiembre para acá de los recursos humanos que están trabajando en campo y en algunos casos, aunque son pocos, hemos llegado a la determinación de retirarles la carga de trabajo y desafectarlos de la tarea, porque no estaban teniendo un rendimiento ni cerca del satisfactorio, y como contrapartida hay un costo administrativo.

-Entre los desafectados y las renuncias ¿cuántas personas han dejado de trabajar para el censo?

-En los últimos días unas 250 personas. Pero esto es dinámico. En la proyección original nos habíamos planteado 7.200 personas como censistas. Y a eso le agregábamos, además, un 25% como un excedente para tenerlo como refuerzo y relevos en caso de pérdida de personal de campo. O sea que nos íbamos como a 9.000 personas. Terminamos capacitando cerca de 6.500. Y tenemos hoy asignados, activos en campo, en el orden de los 5.300 censistas pero estimamos que en los próximos días vamos a estar trabajando con un número cercano a las 5.000 personas.

-¿Qué diferencia tienen los cuestionarios censales con los del 96, más allá de los módulos que se agregaron de discapacidad y etnia?

-Los formularios censales son básicamente un calco del 63 para acá en términos globales, porque una de las primeras cosas que tienen los censos es que hay principios y recomendaciones de Naciones Unidas que hay que respetar. Pero además tienen que permitir la comparabilidad en el tiempo de la información censal, entonces no se pueden hacer muchos cambios en el cuestionario censal.

-Si tuvieran que volver a empezar ¿que cambiarían y qué mantendrían?

-En lo personal pienso que lo que debiéramos replantearnos tal vez es el procedimiento de convocatoria de los recursos humanos de campo, porque en el interior profundo del país no funcionan las convocatorias masivas por Internet. Al mismo tiempo este tipo de convocatorias nos pintó una realidad que muy rápidamente se fue desdibujando. Creo que si tuviéramos que volver a empezar debiéramos cambiar en ese punto. Pero como dicen, con el diario del lunes somos todos Pelé. Después mantendría prácticamente todo pero perfeccionando los procedimientos.

"No es para poner más impuestos"

-¿Y cuando los censistas ven casos en que lo que se declara no es lo que están viendo? Uno dijo que no tenía moto y la moto estaba ahí. Eso se pone en observaciones. -El censista puede poner en observaciones que presumen que la persona mintió en el punto tal, y eso es un dato que después cuando uno hace los análisis y los cruzamientos de la información, lo valora o no. Yo vi una moto ahí, y él dijo que no, y yo puedo anotar en observación, pero ¿y si la moto es de la novia que vino a almorzar a la casa, o es del vecino que no tiene donde guardarla? Siempre se dice que la gente miente. Después cuando uno hace la "consistenciación" de la información esa mentira no está, o es tan baja que se disipa. Pero además, insisto, si alguien puede mentir en esto o tiene la intención de mentir porque tiene miedo a que le pongan un impuesto, que no es así porque quiero dejar en claro que no se cruzan las bases de datos, que no se usan para este fin, cuando uno recorre los cuestionarios censales no nos va a mentir cuál es el material predominante de las paredes, porque eso el censista ni lo pregunta generalmente. Si lo pregunta le dicen "¿sos bobo? ¿No te das cuenta de lo que es?" Y si no lo preguntan se quejan porque no hicimos todas las preguntas. Si nos van a engañar en la edad, el sexo, en el equipamiento del hogar. Y bueno, de repente algunas personas dicen que "si respondía que tenía aire acondicionado me van a poner más impuestos, entonces yo dije que tengo una estufa a supergás". Y a veces uno saca las cuentas y de repente es más costoso tener una estufa a supergás que un aire acondicionado.

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