THE NEW YORK TIMES | GARY GRAFF
El nuevo álbum de Tim Robbins y su vuelco hacia la música surgió de una necesidad de hacer limonada con limones, un monedero de seda de la oreja de un cerdo, ensalada de pollo con… bueno, captaron la idea.
Tres años atrás, Robbins, más conocido como actor premiado, director, libretista y activista político, se involucró en un proyecto cinematográfico que casi sin querer derivó en el álbum Tim Robbins and the Rogues Gallery Band.
"La persona que estaba financiando la película tuvo problemas con su esposa", cuenta Robbins, "sus activos fueron embargados y se apartó de mí". No ayudó que todo eso ocurriera mientras se producía la ruptura de la relación de veinte años de Robbins con la actriz Susan Sarandon, con quien tuvo dos hijos.
"Fue un período oscuro", dice por teléfono el actor de 52 años. "Estaba deprimido por la caída de la película. Me fui a casa con la cola entre las piernas, y mi casa también estaba cambiando. Supe que tenía que hacer algo. Encontrar un proyecto, hacer algo que quisiera. Siempre es mejor que nada. Puede ser algo tan simple como remendar una cerca o hacer una estantería, pero tenía que hacer algo. Era lo que tenía en la cabeza".
Lo que Robbins eligió hacer fue tomar su guitarra y un puñado de canciones que había acumulado en el correr de los años. "Muchas de las canciones del álbum fueron escritas en habitaciones de hotel", dice, y fueron grabadas en el estudio que tiene en su casa de Nueva York. "Grabé quince canciones en unos pocos días y no pensé mucho en ello", agrega. "Me fui a trabajar en otro libreto y me dediqué a eso".
Un par de meses después, sin embargo, Robbins se encontró con su amigo Hal Wilner, productor de proyectos de grabación estelares como Lost in the Stars: The Music of Kurt Weil (1985) y Leonard Cohen: I`m Your Man (2005).
"Me preguntó qué había estado haciendo", recuerda Robbins. "Escribiendo", contestó. Entonces Wilner dijo: "No, quiero decir qué has estado haciendo con la música". Robbins dijo que había compuesto algunas canciones, y quiso escucharlas. "Me llamó unos días después diciendo que creía que había un álbum realmente bueno allí, y quiso saber si disponía de un par de semanas".
La idea de Wilner fue reunir a Robbins con su Rogues Gallery Band, que estaba de gira por Europa promoviendo su álbum Rogues Gallery: Pirate Ballads, Sea Songs and Chanteys (2006). Robbins estuvo de acuerdo en tocar y cantar con el grupo, y durante un par de días de descanso en la gira, Wilner los reunió en los Strongroom Music Studios de Londres para grabar las canciones de Robbins.
"Fue realmente el entusiasmo de Hal por las canciones lo que me hizo grabarlas", dice el actor. "Nos reunimos y él dijo que haríamos algo con eso".
Robbins puede ser un novato en el tema de las grabaciones, pero no lo es en la música. El CD puesto en venta incluye una foto suya, con ocho años, enarbolando una guitarra en la cocina del Gaslight Cafe, una cafetería y salón de música folk manejado por su padre, Gilbert Robbins. De hecho, los padres de Robbins se conocieron en la banda de la UCLA, donde el padre era tambor mayor y la madre, la actriz Mary Bledsoe, tocaba la flauta. Los Robbins también integraban el grupo folk Highwaymen además de manejar el Gaslight.
"Mi deseo de hacer música viene de haberlos visto a ellos", dice Robbins. "Mi primer recuerdo en la vida fue verlos en el escenario y oírles pedir a un público de unas mil personas que cantaran con mi padre. Era entusiasmante".
Robbins pudo seguir los pasos de su madre, haciendo su debut como actor profesional en el New York`s Theater for the New City a los doce años, y yendo a la escuela de cine de la UCLA. Incluso cuando, después de graduarse en 1981, ayudó a fundar el colectivo teatral Actors Gang en Los Ángeles, la música estaba todavía en su corazón.
"Siempre llevaba una guitarra conmigo, y pensaba que podía hacer algo con la música", prosigue Robbins. "Pero las oportunidades para actuar comenzaron a llegar, y hubiera sido un disparate no aprovecharlas".
Puede resultar sorprendente que se hayan podido grabar nueve canciones en solo dos días, especialmente cuando el cantante y la banda se habían reunido por primera vez apenas un rato antes, pero Robbins dice que el proceso fue sorprendentemente fácil. "Pude tocar la canción en la guitarra y explicar por qué la había escrito, y los dejé hacer. Hal propuso que yo sugiriera la instrumentación, ensayamos un par de veces, y enseguida grabamos".
Hay una historia dramática detrás de cada canción
Robbins se declara particularmente satisfecho de la relación que se estableció con los músicos de la Rogues Gallery Band. Afirma que fue "perfecta", una especie de "combinación de fuerzas" cuyos resultados le parecen particularmente notables.
Una de las cosas que más lo conforma es que prácticamente todo el álbum fue grabado en vivo. Hubo apenas dos elementos que requirieron un trabajo de posproducción en estudios. Uno de ellos fue el empleo de instrumentos de viento en la canción titulada Lightning Calls, y parte de los temas corales en Joan as Police Woman. En ambos casos, la posproducción no se hizo en Londres sino en Nueva York.
Cada una de las canciones tiene detrás de sí una historia particular, generalmente dramática. Dreams fue la primera canción que Robbins escribió (en 1985), cuando estaba "quebrado y muy enamorado". Se trata de "una pasión de borracho, a altas horas de la noche", recuerda Robbins con una carcajada. "Fue la primera vez que me rompieron el corazón".
La oscura (con un toque de "blues") Time to Kill fue inspirada por un encuentro en Grand Junction, estado de Colorado. Al detenerse en un bar local, Robbins se encontró con un veterano de la guerra de Irak que cargaba con irresueltos y ambivalentes sentimientos con respecto a la experiencia.
"Simplemente, empezó a desbordarse", evoca Robbins. "Había estado en el frente en tres oportunidades, había hecho cosas que cambiaron su vida para siempre, y necesitaba decírselo a alguien. Sentía la necesidad de confesarse y expresar sus emociones, pero le parecía inapropiado hacerlo con la gente más allegada a él, porque lo consideraban un héroe y no quería defraudarlos, "¿se da cuenta?" Esas confesiones se convirtieron en la canción.
Una trayectoria como creador en varias áreas diferentes
Las primeras apariciones de Tim Robbins como estrella invitada en televisión condujeron a su consagratorio papel como deportista en la clásica película de béisbol La bella y el campeón (1988),y luego a protagónicos como Las reglas del juego (1992) y Ciudad de ángeles (1993) de Robert Altman, Sueños de libertad (1994) de Frank Darabont y Río místico (2003) de Clint Eastwood, que le valió un premio Oscar como mejor actor secundario.También se forjó una carrera como director, siendo nominado al Oscar por Mientras estés conmigo (1995), que también escribió y que le valió a su pareja de entonces, Susan Sarandon, su Oscar a mejor actriz. En realidad, bromearía Robbins en su momento, "ella realmente me obligó a hacer esa película".
Su primera película como guionista y director, El ciudadano Bob Roberts (1992) le permitió flexionar sus músculos musicales. Interpretó el papel principal, un político de extrema derecha y cantante folclórico que escribía sus propias, ultrajantes y reaccionarias canciones. El film inspiró también el nombre de Gob Roberts, una banda "punk rock" que Rob- bins movilizó durante la gira Vote por un Cambio del año 2004, en la que también participaron Pearl Jam y Death Cab for Cutie.
Las nueve canciones de Tim Robbins and the Rogues Gallery Band tienen empero un sabor más clásico y aún tradicional de "Americana", arraigadas, ricamente compuestas, repletas de arreglos matizados y narrativas sumamente detalladas.