Publicidad

Un arquitecto que pinta inaugurará en el MAC

Exposición. "El hilo de plata" reúne obras de Giancarlo Puppo

Compartir esta noticia
 20110723 720x500

JORGE ABBONDANZA

El martes a las 19 horas se abrirá en el Museo de Arte Contemporáneo de El País (Avda. 18 de Julio 965, piso 2) la muestra "El hilo de plata" integrada por pinturas, dibujos y arquitectura de Giancarlo Puppo.

Nacido en Roma en 1938, Puppo estudió y se recibió de arquitecto en Montevideo, donde además realizó su primera exposición de pintura en 1960. Ahora vive en Buenos Aires, donde ejerce su profesión, es docente universitario y figura asimismo como miembro de la asociación de críticos de arte.

Ha expuesto abundantemente en todos estos años (Milán, Buenos Aires, Córdoba, Holanda, Panamá) y ahora presenta en el MAC una selección de óleos, acuarelas, dibujos a tinta, objetos, máscaras y trabajos en medios combinados que reafirman su tránsito por ciertas coordenadas expresivas.

Como el propio artista lo señala en el catálogo, su producción en el arte visual se apoya en lo narrativo, y por eso desarrolla esa tarea en series o ciclos donde se extiende sobre un tema. Un primer vistazo a su pintura y sus dibujos ya interna al observador en un mundo lúdico donde circula gozosamente el buen humor de Puppo en base a la figura humana y a la suerte que corre en medio del paisaje azaroso y variado que la encierra, la suspende en el aire o la destripa.

La historieta ilustrada y el cine, pero también la afilada ironía del autor, abastecen esas estampas y hasta la frecuente broma de los títulos que las acompañan, transmitiendo los estimulantes estados de ánimo con que Puppo emprende la labor y extendiendo ese clima a la desenvoltura del diseño de criaturas, edificaciones y objetos circundantes, como en el cuarteto de comensales en torno a una mesa servida, la caravana de jinetes al borde de un abismo, la radiografía burlona de una mujer encinta, los oficinistas atrapados en un recinto o los interlocutores que entablan una conversación capaz de volarles la cabeza. Es contagiosa la libertad con que el pintor resuelve sus escenas y es palpable el disfrute con que recorre esas historias, donde los excesos y transformaciones de la actualidad parecen asaltar al hombre e incluso atormentarlo hasta hacerlo ocasionalmente pedazos. En esos cuerpos que pueden partirse en dos hay una metáfora oculta sobre las presiones y violencias de una época a menudo más sombría que el radiante sarcasmo con que la reproduce este ilustrador.

En el texto que Puppo incorporó al catálogo, sostiene que "me interesan los sueños, la combinación de personas, la simbiosis de personas-animales con objetos o con otros seres: en fin, todo lo que sirve para contar historias. Pero no me seduce el drama y el realismo tampoco me atrae".

Cabe dudar de esas dos afirmaciones finales, porque detrás de la cortina risueña de sus obras hay referencias indirectas a un fondo dramático y hasta una reflexión oblicua sobre la realidad, aunque afortunadamente el artista las recubre con el distanciamiento festivo que es el filtro constante de su trabajo y la fuente inicial de placer que puede compartir su público.

En el prólogo de ese catálogo del MAC, la curadora Sarah Guerra alude a que las formas de Puppo "configuran una obra abierta que testimonia la crisis de las categorías tradicionales del arte y legitima la libertad con que el artista domina materiales y técnicas: lienzo y telas rugosas, óleo, acuarela y tierras, assemblage, collage, escultura e instalaciones, cajas y objetos". En todo ese arco de recursos y de herramientas, Puppo se mueve con notorio desenfadado y con un encanto nada desprovisto de sugerencias, dobles lecturas y despliegue de ideas. Bienvenido.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad