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Hallan una falla genética que afecta la fertilidad en hombres

Salud. Es la falta de una proteína vinculada a movilidad de espermatozoides

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DÉBORAH FRIEDMANN

La falta de una proteína que cubre a los espermatozoides podría explicar una porción significativa de los casos de infertilidad masculina, según un nuevo estudio que abriría el camino a nuevas formas de análisis y tratamiento del problema.

La proteína DEFB126 actúa como un "dispositivo de camuflaje": permite a los espermatozoides atravesar la mucosidad y evitar al sistema inmune para alcanzar al óvulo y fecundarlo, explicó Gary Cherr, profesor de la Universidad de California y autor principal de la investigación que fue publicada ayer en Science Trasnational Medicine.

Ahora los científicos encontraron que, como máximo, uno de cada cuatro hombres tienen un gen defectuoso que codifica esa proteína. En concreto, el estudio de muestras procedentes de Estados Unidos, Reino Unido y China evidenciaron que hasta 25% de los hombres pueden tener dos copias de ese gen defectuoso, lo cual podría afectar su fertilidad.

La infertilidad afecta a entre 10% y 15% de la población. Cerca de la mitad de los casos tienen relación con problemas masculinos, según John Gould profesor de Urología en la Universidad UJ David.

Uno de los misterios de la infertilidad humana es que la cantidad y calidad del esperma parece tener poco que ver con si un hombre es fértil, dijo Ted Tollner, autor del estudio.

"En 70% de los casos de infertilidad masculina, no podemos explicar su infertilidad sobre la base del conteo y la calidad del esperma", sostuvo. Este tipo de estudios pueden ser el inicio de poder dar la respuesta a estos interrogantes, añadió.

La infertilidad es una zona "gris" para los científicos. Es claro cuando una persona es estéril pero cuando hay problemas de fertilidad actúan numerosos factores, algunos conocidos y otros no.

Según Cherr, a los parámetros habituales con que se examinan los casos de infertilidad masculina, como conteo de espermatozoides y su morfología, podría agregarse la falta de esta proteína.

"Por ejemplo, si tienen la mutación pero un nivel de espermatozoides muy alto y de muy buena calidad y movilidad, el efecto puede ser nulo o muy leve. Sin embargo, si un hombre tiene un recuento de espermatozoides marginal o problemas en su movilidad, el efecto puede llegar a ser dramático", dijo el científico ayer en una teleconferencia.

"El saber si la mutación está presente puede dar una gran cantidad de información importante y llevar al paciente por el camino correcto", agregó el científico.

A lo que apuntan los investigadores es a poder implementar pruebas para identificar a quienes carecen de la proteína y entonces poder derivar a esas parejas a que directamente utilicen métodos como la inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), técnica en la que se extraen óvulos de la mujer y se les inyecta directamente el esperma. Eso evitaría altos costos para estudiar otras causas de la infertilidad, dijo Gould.

Los autores de la investigación trabajarán en poder generar kits diagnósticos que determinen la ausencia o presencia de esta proteína. También intentarán agregar la proteína DEFB126 a los espermatozoides, mediante por ejemplo, un gel vaginal que la contenga.

COMIENZO. Tollner y Cherr estaban buscando formas de hacer una vacuna anticonceptiva cuando se detuvieron en la proteína DEFB126. La proteína pertenece a una clase de moléculas que se llaman defensinas y son asesinos naturales de gérmenes que se encuentran en la superficie de las mucosas.

La DEFB126 se produce en el epidídimo, la estructura donde se almacenan los espermatozoides después de que son producidos en los testículos para formar una capa que los recubra.

Ambos científicos intentaron, sin mucho éxito, producir anticuerpos para esa proteína. En ese momento recurrieron al profesor Charles Bevins, un experto en defensinas, que acabada de ingresar al Departamento de Microbiología Médica e Inmunología.

El laboratorio que Bevins dirige hizo una copia del gen DEFB126 con el objetivo de generar una proteína purificada y que Tollner y Cherr pudieran usar para crear anticuerpos. En su primer intento, hallaron que el gen tenía una mutación que le impidió convertirse en proteína. Pero cuando utilizaron un esperma de un donante diferente pudieron ser capaces de producir una proteína normal.

Tras esa revelación el equipo se dedicó a ver cuán frecuente era ese gen en el ADN de personas de Estados Unidos, China, Japón y África. Encontraron que alrededor del 50% de los hombres tienen una copia defectuosa y una cuarta parte dos copias defectuosas, que hacen que el esperma tenga problemas para desplazarse en la mucosa.

El equipo analizó el efecto de la mutación en el grupo de parejas que intentaban concebir. Encontraron que había una disminución estadísticamente significativa en los embarazos que lograban la parejas cuyo hombre tenía dos copias negativas del gen defectuoso DEFB126.

ASPECTOS CLAVE

Una proteína fundamental

La proteína DEFB126 actúa como un "dispositivo de camuflaje": permite a los espermatozoides atravesar la mucosidad y evitar al sistema inmune para alcanzar al óvulo y poder fecundarlo.

Investigación muticéntrica

Tras ese hallazgo los científicos decidieron estudiar muestras de esperma procedentes de Estados Unidos, Reino Unido y China. Como resultado hallaron que hasta 25% de los hombres pueden tener hasta dos copias de ese gen defectuoso, lo cual podría afectar su fertilidad. Por eso proponen sumar este análisis genético a los estudios básicos sobre infertilidad.

La cifra

25% De los hombres que estudiaron los científicos tenían dos copias del gen defectuoso.

Mirada al microscopio

Los espermatozoides de los hombres que tienen falta de proteína DEFB126 lucen como normales en el microscopio. En ambas imágenes los puntos verdes muestran la presencia de la proteína que permite a los espermatozoides moverse a través de la mucosa. Los de la imagen de arriba son normales, mientras que los de la imagen inferior tienen mucho menos proteína DEFB126, lo que les genera dificultades para desplazarse.

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