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Ocho generales sancionados por la visita a un militar retirado preso

Ejército. Mujica tomó la medida sin avisar y a pedido del general Rosales

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Por primera vez desde 1985, el gobierno sancionó colectivamente a ocho de los quince generales en actividad, alegando "desobediencia" al no acatar una orden de no visitar a un camarada preso por matar en 1973 a un militante comunista.

A pedido del comandante en jefe del Ejército, Jorge Rosales, el presidente José Mujica convalidó una sanción de arresto por tres días aplicada a los generales Daniel Castellá (jefe de la División Ejército I), Pedro Aguerre (jefe de la División de Ejército IV), Domingo Montaldo (jefe de la Casa Militar de la Presidencia), Sergio D`Oliveira (director del Instituto Militar de Estudios Superiores), Juan Saavedra (Escuela Militar), Neris Corbo (Sanidad Militar), Nelson Pintos (Logística) y Luis Pérez (Comando del Ejército).

La sanción se les aplicó por haber visitado el jueves 2 al coronel retirado Tranquilino Machado, procesado días antes por el juez penal Ruben Saravia como autor del crimen del militante comunista Ruben Peré en 1973 durante un enfrentamiento con el Ejército. Machado está recluido en el Regimiento de Coraceros de la Policía.

Tras el procesamiento, Rosales dio la orden de que no se visitara al coronel retirado, pero estos generales -en una nueva muestra de la tensa relación que tienen con su comandante- fueron a Coraceros y recién después se lo comunicaron a Rosales, lo que éste interpretó como un desconocimiento de su orden.

El lunes 13, el presidente y el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, aún evaluaban si se aplicaría alguna sanción o no a estos oficiales, pero ayer martes 14 el comandante Rosales pidió al mandatario que actuara. Entonces, Mujica lo respaldó en la aplicación de sanciones.

Ayer por la mañana, al conocerse las sanciones, en el Ministerio de Defensa hubo "sorpresa" por la decisión del presidente cuando, la noche anterior, Mujica y Rosadilla habían convenido seguir analizando la situación pero sin hablar de medidas de ningún tipo.

Según lo que había conversado con Mujica, Rosadilla no estaba seguro de la conveniencia de sancionar a los generales dado que en poco más de tres meses habrá que nombrar a otro comandante en jefe del Ejército y de esa forma, con la próxima tanda de ascensos a la jerarquía, se esperaba "recomponer" la interna en la fuerza, dijeron a El País fuentes oficiales. La sanción expone a estos generales a no ser elegibles para la máxima función en el Ejército.

La decisión presidencial to-mó por sorpresa al ministro de Defensa, de la misma forma que ha venido sucediendo en las últimas semanas con anuncios o medidas del presidente que sus ministros desconocen.

Entre las más recientes se cuentan la idea de aplicar un impuesto a la tierra, de la cual los ministros Tabaré Aguerre (Ganadería) y Fernando Lorenzo (Economía) no tenían idea, y la posible venta de arenales en el departamento de Rocha, algo que no había sido hablado siquiera con la ministra Graciela Muslera (Medio Ambiente).

COMPAÑERO. Según las fuentes, Mujica consideró que se debía "reforzar la cadena de mando" en el Ejército a raíz de este hecho, es decir darle un enfoque distinto al de Rosadilla, y decidió respaldar la aplicación de sanciones. Entre los argumentos de Rosales figuró el hecho de tomar la visita como una "señal de protesta colectiva" contra el fallo judicial por el procesamiento de Machado.

Sin embargo, uno de los generales ahora sancionados dijo a El País que no hubo "coordinación" en la planificación de la visita y que simplemente se trató de "la visita a un compañero de promoción para apoyarlo en un momento difícil".

"En las buenas estamos todos, pero en las malas a veces no", remató el general al explicar el motivo de la visita.

Según el militar, los ocho generales y "varios" coroneles retirados y en actividad también compañeros de promoción de Machado, "fuimos a las 8, a las 9 o a las 10 de la mañana" a visitarlo a Coraceros.

A las 11 horas de ayer los ocho generales fueron notificados de la sanción, que consiste en un arresto simple por tres días por "desobediencia" al comandante en jefe. Los generales la cumplen desde hoy en sus domicilios. Además, los oficiales recibieron una amonestación que constará en sus legajos pero que no tendrá efectos en los respectivos destinos.

Pero detrás de la visita al coronel retirado Machado se esconde un nuevo elemento del largo conflicto existente entre Rosales y sus generales: voluntaria o involuntariamente los ocho altos oficiales que concurrieron a Coraceros mostraron en público una acción unificada que supuso desconocer una orden de su comandante.

La sanción "no nos cae muy bien" porque no es "coherente", afirmó un general que pidió reserva sobre su identidad. "Nosotros estamos respaldando a un compañero de promoción, un camarada", insistió.

Fallos por "decreto"

Los abogados Miguel Langón y Graciela Figueredo, defensores del coronel (r) Tranquilino Machado, presentaron ayer la apelación contra el procesamiento del militar enjuiciado con prisión por el homicidio de Ramón Peré. Los abogados señalan que los hechos ocurridos durante la dictadura se imputan con serias agravantes "como por decreto". En el caso de Machado, alegan que no puede ser inculpado ya que actuó cumpliendo órdenes y se trató de un enfrentamiento armado.

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