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Crisis anunciada

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GUSTAVO PENADÉS

El País informó sobre graves problemas en el Hospital Militar. En efecto, a las 1.500 intervenciones quirúrgicas atrasadas, se sumó el hecho de que debió ser cerrado el centro de cuidados intermedios por no disponerse de los funcionarios necesarios para atenderlo. En realidad, se está cumpliendo todo lo que el año pasado se pronosticó al considerarse el proyecto de Presupuesto Nacional elaborado por el Poder Ejecutivo.

Allí expresamos que, de no actuarse de manera rápida e inteligente, se ahondarían las dificultades en Sanidad Militar; entre ellas, el cierre de algunos servicios y, en términos generales, un grave resentimiento de la atención.

Desde el Partido Nacional -también lo hicieron legisladores del Partido Colorado- presentamos un conjunto de iniciativas para contribuir a paliar, en algo, los problemas; pero, todo ello fue en vano.

El Poder Ejecutivo, por voz de los ministros de Economía y de Defensa, reiteró que el Ministerio de Defensa no era prioridad y que, por lo tanto, no se asignarían más recursos.

Fue inútil que se denunciara que, mientras Salud Pública incrementó su presupuesto en 56%, Sanidad Militar, en cambio, perdió un 4%.

Poco le importó al equipo económico que el sistema de Sanidad Militar atendiera a más de 180.000 personas o que se le explicara que se trata de un componente fundamental de la Defensa Nacional. Por el contrario, parecen creer que la sanidad militar obedece a un mero capricho que se vendría reiterando desde los tiempos de la colonia, cuando era "Hospital Militar y Asilo de Ancianos".

La realidad demuestra que los gobiernos frentistas han adoptado sistemáticamente medidas que, lejos de contribuir a mejorar, han operado en sentido opuesto, contribuyendo a deteriorar aún más la situación. En material salarial, por ejemplo, se amplió tanto la brecha con los salarios de ASEE que se hace imposible que el Hospital pueda retener a su personal. Por el contrario, la gente se jubila o simplemente migra a otros trabajos.

Todo esto da paso a las preguntas que son esenciales: ¿hasta dónde quiere llegar el Poder Ejecutivo? ¿Por qué se desprecia el esfuerzo de las generaciones de militares y profesionales de la salud que contribuyeron a crear un sistema dotado de un Hospital que exhibe una trayectoria ejemplar? ¿Es que se pretende reducirlo a la mínima expresión para que después ASSE se haga cargo? Si ese es el objetivo: ¿no sería más honesto decirlo?

Nuestro país está atravesando por un momento en el que no es admisible el argumento de que no hay recursos. Tan es así que, en el mismo Presupuesto Nacional, mientras se negaron las soluciones para el Hospital, fueron creados numerosos cargos de dirección y de particular confianza, entre ellos el de director de los servicios de Sanidad Militar. Aunque esos cargos fueron, en realidad, una gota de agua entre los cientos de cargos cuya creación habilitó el Presupuesto.

Reiteramos la pregunta: ¿por qué se le niegan los recursos y los instrumentos legales que el Hospital Militar necesita para su correcto funcionamiento? ¿Desconocimiento, desidia o venganza?

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