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Mensaje de esperanza a enfermos de botulismo

La historia de un hombre que venció la enfermedad en 1999

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Juan Lacaze | Pedro R. Clavijo

Omar Díaz le ganó al botulismo. Fue hace casi once años, el 12 de marzo de 1999, cuando junto a un compañero de trabajo, Rodney Sosa, contrajeron la enfermedad tras consumir alimentos en un local de la ciudad de Colonia. Hoy Omar cuenta su experiencia y envía un mensaje de esperanza a quienes luchan contra esta enfermedad.

"Me parece que podemos dar una mano, para que la gente sepa lo que se siente en este estado", dijo a El País.

Desde su casa en Juan Lacaze, Omar recomienda paciencia, contener al enfermo y tener cuidado de lo que se habla, "porque uno escucha todo".

En marzo de 1999 fueron tres los afectados por botulismo en Colonia: Omar, Sosa y Sixto Vidal, que falleció.

Hoy hay tres mujeres de Paysandú internadas por botulismo (dos fueron trasladadas a Montevideo), que se mantienen estables. De los tres casos, la que tiene al momento mejor pronóstico es la que está internada en Paysandú, porque la patología se detectó a tiempo y le pudieron dar una inyección antibotulímica. Un caso fue detectado en noviembre y los otros dos a mediados de diciembre.

El botulismo es una intoxicación grave causada por una toxina que es producida por la bacteria clostridium botullinum. La enfermedad puede surgir al ingerir alimentos que contienen esta toxina que, por lo general, se encuentra en la comida enlatada o en los alimentos caseros en conserva.

Entre las medidas de prevención, el Ministerio de Salud Pública aconseja el correcto lavado de manos, recipientes y alimentos; evitar dar miel a los lactantes (menores de un año) ya que esta sustancia es una fuente posible de exposición a la toxina botulímica en este grupo etario; desechar los envases de un alimento enlatado o en conserva que se encuentren deformados (en particular hinchados); y hervir 10 minutos los alimentos enlatados antes de ingerirlos.

Omar recuerda que unas horas después de consumir los alimentos contaminados comenzó a tener una visión borrosa, falta de aire y notó que el cuerpo no respondía. Cansado y molesto por su estado, llegó a su casa sobre las diez de la noche luego de una fatigosa jornada de trabajo. Intentó descansar pero no puso.

"Casi no podía moverme, ni hablar ni respirar", contó.

Fue internado en Rosario. Estuvo 12 días entubado en el CTI, con traqueotomía y respirador artificial. En total fueron 145 días en el CTI y dos días en sala. "Se debe tener cuidado frente a este tipo de pacientes, porque nosotros escuchamos todo", recomienda.

Omar actualmente lleva una vida normal. La recuperación llevó un año, porque aparecieron dificultades en la visión. "Hoy recuperé la vista y no tengo problemas", dice aliviado.

E insiste en su mensaje: "que la familia sepa esperar, que vayan con el mejor humor, hablarle bien al enfermo, contenerlo y van a salir adelante".

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