El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la puesta en marcha de una comisión independiente para investigar las causas del derrame de petróleo en el Golfo de México.
El órgano, con siete integrantes y creado por decreto, deberá establecer en los próximos seis meses sus recomendaciones para evitar y atenuar en el futuro el impacto de un eventual derrame de petróleo debido perforaciones marinas.
"Esta catástrofe no tiene precedentes por su naturaleza, y presenta una serie de nuevos desafíos, en los que estamos trabajando", dijo Obama en su programa de radio semanal, durante el cual anunció la conformación del grupo investigador.
"Pero la cuestión es qué lecciones podemos tomar de este desastre para asegurarnos de que nunca vuelva a suceder", enfatizó.
La comisión tendrá al frente al ex senador demócrata Bob Graham --también ex gobernador de Florida, uno de los estados afectados por la marea negra-- junto al republicano William Reilly, ex titular de la Agencia de Protección del Medioambiente (EPA, en inglés).
"No se me ocurren dos personas con más experiencia o mejor conocimiento de la tarea en cuestión", dijo Obama.
Los otros cinco integrantes de la comisión serán designados en los próximos días, entre científicos, ingenieros y defensores del medioambiente, agregó.
En el Golfo de México, el petróleo sigue saliendo de la perforación a 1.500 metros de profundidad, a unos 80 km de las costas de Luisiana, sur de Estados Unidos.
El incesante vertido de más de 800.000 litros diarios de crudo a las aguas del golfo se originó con el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon el 22 de abril, dos días después de una explosión que se cobró la vida de once operarios de British Petroleum (BP).
Obama dijo que el gobierno tiene trabajando en el derrame a 1.100 barcos, cerca de 24.000 funcionarios y más de 600 km de barreras de contención para intentar detener la expansión de la marea negra.
"Y hacemos todos lo que podemos para ayudar a los pescadores y pequeños empresarios afectados y a sus dependientes", subrayó el presidente.
BP, que explotaba la plataforma, no ha logrado hasta el momento contener la fuga, cuyos inciertos efectos a futuro desataron varios pedidos para terminar con la exploración petrolífera marina.
"El Golfo de México puede jugar un papel importante en nuestro futuro energético, porque representa 30% de nuestra producción petrolífera", destacó Obama.
"Pero no podemos proseguir con las perforaciones marinas mientras no tengamos la garantía de que una catástrofe como la de BP no se reproducirá. La comisión ayudará --eso espero-- a brindar esas garantías", agregó.
Los legisladores estadounidenses procedentes de estados productores de petróleo pidieron el viernes al Gobierno que excluya la exploración en aguas bajas de la nueva moratoria de perforaciones en alta mar ordenada por Obama mientras no concluya la investigación del derrame.
Los senadores demócratas y republicanos de Luisiana, Misisipi, Alabama, Texas y Alaska escribieron al secretario de Interior, Ken Salazar, pidiéndole a la Casa Blanca "excluir las plataformas en aguas bajas de su moratoria de nuevos permisos de perforación offshore".
Según los legisladores, los pozos a baja profundidad son más fáciles de inspeccionar, mantener y controlar en caso de emergencia.
"Además, la exploración en aguas bajas afectan a recursos naturales como el gas que entrañan menos riesgos medioambientales", añadieron.
AFP