El escrutinio escrutará al FA

Los datos preliminares. Cambios cargados de mensajes, vuelcos, y varias incertidumbres

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Alejandro Nogueira

Los grandes números que se conocían anoche indican un retroceso del FA, especialmente acusado en la capital, y una recuperación de los partidos tradicionales. La coalición sacará varias lecciones de los datos finales.

El FA perdió Treinta y Tres e, inesperadamente, Salto, aunque ganó en Artigas y los datos de la madrugada arrojaban incertidumbre en Paysandú y Florida en disputa con los blancos.

A los datos capitalinos donde la coalición ganó sin sabor a éxito, se suma la vigilia oficialista sobre los datos consolidados y si, globalmente, avanzó en el interior del país como para compensar el retroceso en la capital, aunque todo indica más bien lo contrario. El Frente deberá leer hoy, con los números que se conozcan tras una jornada de escrutinio complejo e incompleto, y ausencia de encuestas y proyecciones departamentales, la totalidad del nuevo mapa político surgido en las elecciones municipales de ayer. Sólo entonces sabrá si recibió apenas algunos abollones o afronta un grave accidente.

En tanto, la alta abstención en la elección de alcaldes -calificada de "exótica" por el politólogo Luis Eduardo González, del 70% en Montevideo-, evidenció falta de información e interés de la ciudadanía en el tercer nivel de gobierno radicado en los nuevos municipios en esta primera elección bajo la propuesta descentralizadora impulsada por el ex presidente Tabaré Vázquez.

El Frente Amplio recibió un sonoro mensaje de advertencia en sus principales bastiones: Montevideo y Canelones, pero fue mayor en la capital. El voto en blanco y anulado, superior al 10% (13% según Cifra), mostró, según señalaron en convergencia los principales analistas políticos, el "enojo" y "disconformidad" de una parte de su electorado con la gestión frenteamplista que, sin embargo, logró retener esas intendencias.

Los sufragios en blanco y anulados habían sido 3,9% en las municipales de 2005 en Montevideo y 1,9% en octubre de 2009, lo que indica que muchos votantes del FA castigaron a la coalición en la capital: no conformó la gestión de la administración Ehrlich y, quizá, tampoco, el proceso de designación y/o el carisma político de la candidata Ana Olivera, ganadora en el entorno del 50% de los votos (50% para Equipos, 48% para Cifra) frente al 59% que obtuvo su antecesor en los pasados comicios, que llegó al 61,9% de los votos válidos. Es probable, también, que la crisis de la basura generada por el conflicto de Adeom en los días previos al comicio haya agotado la paciencia de muchos frentistas capitalinos respecto al manejo de la administración de las relaciones laborales, dejando el espinoso tema en la boca del mazo de la gestión de Olivera.

Asimismo, la mejora en la votación nacionalista muestra que también se capturaron votos frenteamplistas.

Marcos Carámbula logró en Canelones alrededor del 54% (según Cifra) cuando había llegado al 64% en 2005. El intendente canario, empero, votó mejor que la coalición en octubre de 2009, que obtuvo entonces el 51,04%.

Recuperación. El Partido Nacional avanzó significativamente en Montevideo y festeja en Treinta y Tres, conservando Río Negro y aún con chance al cierre de esta edición en Florida y Paysandú.

En Montevideo, luego de décadas, fue la segunda fuerza, avanzando más de 10 puntos, al orden de 20% (19% para Equipos, 23,5% para Cifra), respecto a la pasada elección municipal, enancado en la doble candidatura de Ana Lía Piñeyrúa y Javier de Haedo que demostró dar rédito.

Los colorados ganaron en Rivera y reconquistaron Salto en su firme proceso de recuperación desde la catástrofe de 2004. En la capital el Partido Colorado habría avanzado respecto a su votación en las nacionales de octubre. Se ubicó en el entorno del 19% según Cifra y 15% para Equipos, cuando obtuvo el 16% en la elección nacional. Sin embargo, cayó respecto a las municipales de 2005 cuando llegó casi al 27% con la peculiar candidatura de Pedro Bordaberry, que inició entonces el renacimiento colorado. No obstante, su candidato Ney Castillo, un virtual desconocido en la política local, votó individualmente mejor que los candidatos blancos.

Alcaldías. La aparición en el escenario político, por primera vez, de un segundo nivel de gobierno municipal -tercero si se considera el nacional-, expresado en los alcaldes, tuvo un estreno mediocre, signado por la desinformación ciudadana en el papel de estos nuevos funcionarios y el déficit de militancia de los partidos en la distribución de listas, lo que fue más acusado en los partidos tradicionales.

Con escasos puestos de listas, blancos y colorados no ofrecieron en los días previos su abanico de opciones para una población renuente a cambiar la credencial de barrio. Quien no consiguió la lista a su alcaldía se arriesgaba a no encontrarla en el cuarto de votación, a donde muchas veces no llegaba la militancia partidaria, que era la responsable de abastecer de papeletas. Además, el voto a un alcalde de otro barrio tampoco fue un estímulo.

La indolencia también ganó a los activistas partidarios y hasta mermaron -quizá por falta de recursos- las personas rentadas que suelen repartir listas y marcar presencia en las calles.

Sin fiesta. La de anoche fue una elección casi sin festejos en la capital: solo un puñado de militantes frentistas se congregaron ante la sede nacional de la coalición en Colonia y Ejido. Ni siquiera hubo incidentes de violencia o vidrios rotos. Sí se festejó en varios departamentos, pero la indiferencia dominó en el Sur.

La mayoría de los referentes políticos abrió el paraguas frente a este estado de ánimo ciudadano, achacando parte de la apatía electoral al cansancio por la sucesión de elecciones más que a culpas propias, y consideró que debe reformarse el sistema para volver a realizar elecciones nacionales y municipales conjuntamente o separarlas bastante en el tiempo. (ver nota en página A 7).

Para el presidente José Mujica esta primera elección con alcaldes fue "un experimento" y observó que la gente está "más caliente en el interior". Apuntó que acortar los plazos entre las diferentes elecciones "requiere acuerdo político".

El ex presidente Tabaré Vázquez dijo comprender el "hastío" de la gente ante la sucesión de elecciones y consideró que hay que modificar el cronograma electoral. Estimó que "la gente esta cansada" y se manifestó por una idea expresamente rechazada para esta elección: el voto cruzado interpartidario.

El vicepresidente Danilo Astori también se pronunció temprano, anticipando la caída de la votación del FA en Montevideo: "Siempre hay que estar dispuestos a examinar las cosas que hayamos hecho mal", dijo.

El líder nacionalista Luis Alberto Lacalle no ocultó su disgusto por la cuestión de las alcaldías, que consideró tienen "un aire burocrático leninista que le quita toda la gracia".

El secretario general del Partido Colorado, Pedro Bordaberry también consideró "muy largo" el proceso electoral y dijo que la gente "no aguanta estar votando tanto tiempo; con el país parado".

Desinformación. Los candidatos comunales en Montevideo reconocieron ayer que la campaña fue "fría" y que la gente "está desinformada" y le echaron parte de la culpa a los medios de comunicación por haber dedicado poco espacio a las actividades de campaña. "Fue una campaña corta y un poco fría, los medios le dieron un espacio relativo", expresó el candidato colorado José Villar.

Para el candidato colorado Castillo estas elecciones estuvieron "mal organizadas" y predominó "desinformación".

Olivera consideró que esta situación "es responsabilidad de todos; de los sectores políticos, del Parlamento y de los medios".

Antes de que se conocieran los resultados Olivera pocos votos para los alcaldes. "Es un poco por desinformación y un poco por mala ejecución de la ley", señaló.

Piñeyrúa auguró una baja votación a las alcaldías porque "la gente rechaza no saber lo que vota" y De Haedo, atribuyó la frialdad de la campaña sobre todo a la falta de debate impuesta por el Frente Amplio.

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