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Pararon 190 guardias de Libertad; Bonomi solicitó la esencialidad

Crisis. Guardias prohibieron ayer las visitas. Presos quemaron colchones

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EDUARDO BARRENECHE

La primera crisis carcelaria amenaza con estallarle en las manos al ministro del Interior, Eduardo Bonomi, que para frenarla le pidió ayer a su colega de Trabajo que firmara un decreto de esencialidad.

Esta vez la tensión no la desataron los presos, sino 190 funcionarios policiales que cumplen el servicio de guardia cárceles en el Penal de Libertad, que se rebelaron en protesta por las condiciones en que están trabajando.

En la tarde de ayer, Bonomi le solicitó al ministro de Trabajo, Eduardo Brenta, la declaración de esencialidad del servicio penitenciario. "La salud, el agua, la seguridad y la situación de los presos comprende la esencialidad", explicó Bonomi.

Brenta, en tanto, dijo a El País que "evaluamos si correspondía la declaración de esencialidad de la custodia de las cárceles. Entendimos que sí y el proyecto lo remitimos a la firma" del ministro del Interior.

"No caben dudas que corresponde la esencialidad. La seguridad es una de las áreas que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que amerita la declaración de esencialidad", dijo Brenta.

El secretario de Estado afirmó que, cuando Bonomi acompañe con su firma, "el procedimiento queda terminado".

Fuentes de la Dirección de Cárceles no recibieron ayer instrucciones de Bonomi y esperan directivas en esta jornada.

En una asamblea que comenzó a la hora 19, los guardias del Penal de Libertad decidieron continuar con la medida de paro hasta hoy martes. Es posible que, después del recuento de presos que se efectúe a las 7 de la mañana, los policías realicen otra asamblea para definir qué otras medidas adoptarán, señalaron fuentes de la guardia a El País.

En caso de que los policías continúen hoy con el paro podrán ser cesados de sus cargos tras un proceso burocrático. Además, el Ministerio del Interior deberá llamar a otros efectivos para que ocupen esos puestos en el penal maragato.

Esta medida de los guardia cárceles del Penal de Libertad ocurre 18 días después que todos los partidos políticos acordaran prohibir expresamente la huelga policial. Y 12 días más tarde de la resolución del director de Policía, Julio Guarteche, que derogó el arresto a rigor en la fuerza.

PAROS. A las 7 de la mañana de ayer, los policías alimentaron y dieron asistencia médica a los presos que lo requerían y luego comenzaron el paro. Decidieron no revisar a los familiares que llegaban a visitar a los internos y cortaron los recreos.

Al percibir que sus familiares estaban afuera del recinto, los presos comenzaron a protestar y a golpear los barrotes. Otros quemaron colchones y la tensión creció en el único penal de alta seguridad que tiene el país. Allí están alojados presos con gran historial delictivo como "El Rambo" o "El Betito", quienes lideraron bandas de asaltantes y rapiñeros.

Los guardia cárceles plantearon una serie de reclamos vinculados con los bajos salarios, la mala calidad de la comida y las jornadas de hasta 16 horas diarias que debían cumplir en el penal.

También se quejaron que son los únicos policías que no pueden realizar el Servicio 222, por lo que sus salarios no superan los $ 9.500.

Fuentes de los guardias dijeron a El País que están agotados por jornadas de trabajo extenuantes y bajo una fuerte presión psicológica por tener que convivir diariamente con muertes, heridos y enfermos de Sida y Hepatitis B.

A esa crítica situación, se suma que en la últimas semanas ingresaron al penal unos 100 presos. Los egresos fueron de apenas 20 internos.

Ahora el Penal de Libertad aloja a 1.210 presos y cuenta con 1.200 plazas. La situación más grave está en el Comcar: 3.001 reclusos en 1.600 plazas.

El director del Penal de Libertad, Carlos Melo, se reunió ayer con delegados de los guardias para negociar el levantamiento de las medidas de paro.

Melo trasmitió que el Ministerio del Interior estaba preocupado por la falta de personal en cárceles desde hace tiempo y que, por ello, había autorizado a que se llenaran 100 vacantes para esa unidad.

En el encuentro, Melo también planteó que la cartera estaba dispuesta a pagar viáticos de $ 1.100 para mejorar el salario de los guardias.

Planifican construir 12 cárceles

El Ministerio del Interior apuesta a los nuevos cupos que surgirán de las ampliaciones del Penal de Libertad y Comcar para que descienda el nivel de hacinamiento en ambos establecimientos.

Fuentes ministeriales indicaron a El País que las obras en ambas cárceles estarán listas en menos de 60 días. La cartera también construye una cárcel en Rivera que estará lista en un mes.

Pero la gran apuesta del gobierno para descomprimir las cárceles es la habilitación del ex penal de Mujeres de la dictadura ubicado en Punta de Rieles.

Estará listo en tres meses, según las fuentes ministeriales. Allí se alojarán unos 800 reclusos de baja peligrosidad.

El Ministerio del Interior planifica construir 12 penales. Según un relevamiento realizado por autoridades de la Dirección de Cárceles, se necesita 4.000 nuevas plazas para descomprimir los penales del país.

Según el último informe del comisionado parlamentario Álvaro Garcé, la cárcel de Las Rosas tiene un hacinamiento de un 301%, la de Rocha 290%, Cabildo (Mujeres) 228% y Comcar 172%.

De los 29 centros, expresa Garcé, 16 registran una densidad por encima del límite considerado crítico: 120%. La sobrepoblación carcelaria, apunta Garcé, genera "crecientes dificultades de convivencia" en Cabildo (Mujeres) y en el Comcar.

Un sistema penal caótico

Nueve mil presos están repartidos en un sistema carcelario que tiene lugar para 6.500.

Veinticuatro reclusos muertos, sólo en 2009, en circunstancias violentas; cinco de ellos incinerados en una misma noche y celda.

Tasas de hacinamiento que en algunos establecimientos marcan que conviven el doble de presos de los que tendría que haber.

Los guardias viven en la mismas condiciones de salubridad que los reclusos. Trabajan expuestos a enfermedades, agotados y bajo presión psicológica constante, afirmaron a El País.

Esa situación genera más violencia. El comisionado parlamentario Álvaro Garcé realizó este año 12 denuncias penales por presuntos malos tratos de guardias a reclusos y de golpizas entre internos. Otras tres denuncias penales fueron realizadas por la Dirección de Cárceles.

En el Penal de Libertad los guardias trabajan una semana entera por otra libre.

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