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Haití decreta el estado de emergencia

Tragedia. Declararon 30 días de luto nacional Un estadounidense murió en una operación de ayuda La violencia y los saqueos aumentaron Líderes se reunieron para coordinar soluciones

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AP

EL PAÍS DE MADRID, AP Y AFP

Brigadas de todo el mundo luchan para atender a cientos de miles sin techo, heridos y desesperados por comida, agua y medicina. La situación es caótica por los saqueos y brotes de violencia, ante lo que se decretó el estado de emergencia.

Las tareas de socorro se intensificaron ayer en un Haití acechado por la violencia tras el terremoto de hace seis días que podría haber dejado unos 200.000 muertos, según estimaciones. En este contexto el gobierno haitiano decretó el estado de emergencia hasta fines de este mes y también decidió un duelo nacional de 30 días por el devastador terremoto.

"Los precios de la comida y los transportes se dispararon desde el martes pasado y los incidentes violentos y los saqueos están en aumento, al tiempo que la desesperación crece", advirtió el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

La violencia alcanzó a los socorristas. Ayer, un estadounidense murió en una operación de ayuda internacional, en circunstancias aún no aclaradas, mientras que otros tres fueron tratados por heridas menores.

El comandante del Ejército estadounidense en Haití, teniente general Ken Keen dijo que unos 2.200 infantes de Marina se unirán a los 1.700 militares que están en Haití, mientras que el secretario general de la ONU Ban Ki-moon dijo que pidió al Consejo de Seguridad enviar 1.500 policías y 2.000 soldados para reforzar la misión de paz de ONU, que tiene 7.000 militares y 2.100 policías.

"Las cosas desgarradoras que vi nos obligan a actuar rápida y generosamente", dijo Ban tras visitar Haití.

Por su parte, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, enviado especial de la ONU a Haití, defendió ayer en Puerto Príncipe, el suministro de ayuda exterior al país devastado por el sismo y elogió el trabajo de los médicos que trabajan en condiciones "heroicas", tras visitar un hospital.

Unas 200.000 personas pueden haber muerto por el terremoto de magnitud 7, dijo la Unión Europea. La UE estimó además que unas 250.000 personas sufrieron heridas y que 1,5 millones perdieron sus hogares. También hay muchos otros que viven en la calle por miedo a que las estructuras dañadas se derrumben.

Tanta gente perdió su vivienda que el Programa Mundial de Alimentos planea erigir un campamento para 100.000 personas en las afueras de la ciudad, dijo la directora de la organización en Haití, Myrta Kaulard. Unas 50.000 personas ya duermen en un campamento establecido por la 82da división aérea del ejército estadounidense en el campo de golf.

Aunque más de 73.000 personas han recibido raciones de alimentos para una semana, según la ONU, muchas más siguen esperando comida.

El gobierno haitiano anunció que unos 70.000 muertos habían sido enterrados hasta el momento en fosas comunes. En las calles, todavía se veían cadáveres, pero los pobladores habían recogido muchos para enterrarlos o quemarlos. La gente arrastraba cuerpos a las esquinas esperando que los camiones de basura o grupos de asistencia se los llevaran.

El agua comenzaba a llegar a más gente pero, con el puerto bloqueado y quejas sobre el manejo estadounidense del aeropuerto, la comida y los medicamentos seguían escaseando. El enojo aumentaba por la lentitud de la ayuda.

Seis días después del sismo, decenas de cuadrillas de rescate seguían intentando rescatar a sobrevivientes atrapados entre los escombros. "Aún hay gente viva", dijo la vocera de la ONU Elisabeth Byrs. "La esperanza persiste". Luego que los 1.700 socorristas habían salvado a más de 70 personas, Byrs dijo que algunas personas atrapadas podrían sobrevivir hasta el lunes o más.

VIOLENCIA. Los saqueos se extendieron por más sectores del centro de la capital ayer, con cientos de jóvenes y niños que trepaban a las paredes dañadas de las tiendas para llevarse lo que encontraran. La pasta de dientes era codiciada porque la gente se la pone bajo las fosas nasales para no sentir el olor de los cadáveres putrefactos.

La policía tuvo que hacer disparos al aire en una tienda derrumbada y en llamas, para separar a jóvenes que peleaban con botellas rotas, machetes y navajas por una carga de ron.

El terremoto ya mata en Haití con arma de fuego. Camino del aeropuerto, un grupo de gente se arremolinaba alrededor de dos muchachos jóvenes recién asesinados, cada uno con un tiro certero en la nuca. Aún sangran. Cuando se pregunta qué pasó, la respuesta es: "Ladrones". Y un gesto que quiere decir: "Ahora ya lo saben, lárguense de aquí".

La tarde anterior, otro joven fue ajusticiado por la policía tras participar en uno de los saqueos que ya son la moneda que más circula por Puerto Príncipe. Luego fue apartado y quemado en el arcén, no sin antes quitarle lo que de valor llevaba en los bolsillos. No habrá autopsia. Un muerto más achacable al terremoto.

En cuestión de 24 horas, la situación cambió radicalmente. La ausencia de ayuda humanitaria, el hambre y la sed más rotunda han terminado por encender la llama y los saqueos se han generalizado en la ciudad.

A menos de un kilómetro del aeropuerto, unos 40 haitianos heridos por el terremoto, algunos de ellos rescatados en las últimas horas de las entrañas de sus casas, están tirados por el suelo. Algunos descansan sobre unos cartones quejándose de dolor por la falta de calmantes, curados chapuceramente, rodeados de suciedad y con el mismo olor a muerte que se trajeron de la tumba unas horas antes.

En la calle, decenas de personas cargadas con maletas buscan desesperadamente el modo de salir de la ciudad. En cuanto tienen ocasión se suben en camionetas tan llenas de gente que apenas pueden arrancar. Se van huyendo del hambre, pero también del clima de guerra que ya se cierne sobre Puerto Príncipe.

En el centro decenas de personas atacan un supermercado en ruinas para arrebatar de los escombros sacos de arroz y de patatas, botellas de aceite, latas de refrescos, galletas, queso y, ya puestos, cajas de cosméticos. Varios policías haitianos disparan bombas lacrimógenas, pero enseguida ya empiezan a sonar los primeros disparos. Un sonido que ya se va haciendo familiar en Puerto Príncipe.

Cumbre de líderes del mundo busca colaborar tras el sismo

SANTO DOMINGO | El presiden-te de Haití René Preval agradeció ayer a la comunidad internacional por la rápida movilización para ayudar a su país después del terremoto del 12 de enero. El mandatario haitiano se encuentra en la capital dominicana participando en una cumbre convocada por su colega Leonel Fernández -denominada "Unidos por un mejor Futuro para Haití"- de la que participan representantes de 30 países, entre ellos la vicepresidenta de España, María Teresa Fernández de la Vega, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, entre otros.

Insulza propuso la creación de un corredor de ayuda internacional mientras Fernández pidió crear un comité de seguimiento, el representante del BID anunció la condonación de la deuda de Haití con la entidad financiera y España informó que la UE dispuso una partida de 306 millones de euros. AP

Las cifras

200.000 Es la cantidad de personas que se estima que fallecieron como consecuencia del sismo. Creen que hay otros 250.000 heridos.

70.000 Es la cantidad de personas que fueron enterradas hasta ahora en fosas comunes, según anunció el gobierno haitiano.

Balance de ayuda y víctimas

Unos 70.000 cuerpos fueron enterrados, según el gobierno haitiano, que estima que hay 250.000 heridos.

El general Ken Keen, que dirige la fuerza especial establecida por Estados Unidos en Haití ubicó entre 150.000 y 200.000 los muertos, aunque precisó que se trataba de una "hipótesis de trabajo".

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que 200.000 familias -cerca de un millón de personas- necesitan techo.

Unos 4.000 edificios fueron destruidos en Puerto Príncipe, según una estimación de la Unión Europea. Las ciudades aledañas fueron destruidas casi completamente.

Cuarenta y tres equipos internacionales de socorro, unos 1.739 profesionales y 161 perros, fueron desplegados en la capital, según el Departamento de Estado estadounidense. La búsqueda de sobrevivientes entre los escombros tuvieron lugar en el 60% de los barrios de Puerto Príncipe.

Al momento 71 personas pudieron ser rescatadas.

La ONU, que lanzó un pedido de fondos de US$ 562 millones, había recibido ayer por la mañana US$ 51 millones. La Unión Europea prometió una ayuda de aproximadamente 429 millones de euros.

EE.UU. dio US$ 87 millones en ayuda humanitaria.

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