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"Se busca vivo o muerto. Recompensa por cada caracol $ 1". Con esa consigna la Facultad de Ciencias comenzó una campaña para controlar la Rapana Venosa, un predador que afecta el ecosistema local y amenaza especialmente el mejillón.

"Es una campaña de sensibilización de las especies exóticas invasoras", explicó el biólogo Ernesto Brugnoli. Las especies exóticas invasoras son organismos que han colonizado sitios fuera de su área natural de distribución, donde tienen capacidad de sobrevivir y que naturalmente no podrían colonizar esos lugares sin intervención directa o indirecta del hombre.

La Rapana Venosa es una especie nativa de los mares de Japón, Amarillo, Boahi y China. El primer sitio donde se descubrió su "invasión"-se trasladan en el agua que llevan los barcos- fue en el Mar Negro en 1947. Más tarde se expandió al Norte del Mar Adriático (1973) y a los mares de Azov y Egeo (1990).

"En el Río de la Plata su ingreso se produjo entre 1999 y 2000", explica Brugnoli, integrante del Grupo de Estudio de las Especies Exóticas Invasoras de Uruguay de la Facultad de Ciencias. A partir de 1998 se ha encontrado también ejemplares en la Bahía de Chesapeake, en América del Norte.

Tras su introducción en Uruguay, la especie invadió zonas del Este de Canelones y de la costa de Maldonado. Actualmente se encuentra en grandes densidades -aunque no hay estimaciones exactas de cuántos, según Brugnoli- a lo largo del Río de la Plata hasta la Playa Mansa de Punta del Este.

A partir de 2005 la Sección Oceanografía de Facultad de Ciencias realiza diferentes estudios sobre la Rapana Venosa, específicamente sobre su distribución y hábitos alimenticios. Ahora, con el apoyo de Ecoplata comenzaron la campaña de sensibilización de la problemática que causa esta especie, predadora de moluscos; usualmente se alimenta de mejillones, ostras y almejas.

"En Uruguay se alimenta de los mejillones que tanto nos gustan. Se los ha visto comiendo los mejillones de los bancos de Maldonado que son explotados comercialmente. Si no hacemos algo desde ahora, este voraz predador puede hacer lo mismo en otras partes del mundo: comérselos todos y dejarnos sin mejillones para nosotros!!!", señala el folleto informativo de la campaña.

"Además, afecta a los pescadores que viven y mantienen a sus familias de la extracción y venta de mejillones", agrega.

Pescadores han comunicado a la Facultad de Ciencias que encontraron ejemplares de Rapana Venosa sobre bancos de mejillones y, a su vez, una disminución en su abundancia, que atribuyen al caracol.

El comportamiento de la Rapana Venosa podría tener importantes consecuencias económicas. El mejillón es el principal recurso malacológico de Maldonado: se capturan mil toneladas por año.

Por ello, la Facultad de Ciencias comenzó la peculiar campaña, que cuenta con el apoyo de Ecoplata, de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y de proyectos internacionales. "La gratificación de un peso es simbólica. Lo que tratamos es de bajar el número de Rapanas Venosas, que permita disminuir el efecto sobre los mejillones", señaló Brugnoli.

La campaña apunta a un público familiar, por ejemplo, padres e hijos que caminen por la playa y se encuentren con este tipo de caracoles. "No esperemos que llegue alguien con 10.000 o 20.000 caracoles, que lucre con esto", sostuvo el biólogo. De todos modos, si una persona llega, por ejemplo, con 2.000 o 3.000 caracoles, le pagarán el dinero y trasladarán el tema a la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos. A ese organismo le comunicaron el interés de algunos pescadores en hacer una captura masiva.

Hay tres centros para entregar los caracoles: el Club Tiburón (La Floresta), la Colonia de Vacaciones de Anep en Piriápolis y el Museo del Mar de Punta del Este.

QUÉ ES La Rapana Venosa es un caracol acuático nativo de las costas asiáticas. Llegó a las costas de Uruguay hace unos diez años, viajando en el agua que traen los barcos para estabilizarse. Se instaló en el Río de la Plata y actualmente está en Maldonado y Canelones. Es inofensivo para los humanos, pero se alimenta de mejillones, disminuyendo su población.

DÓNDE Se ubica en zonas rocosas o en la arena, a veces enterrado. Su color marrón las hace confundirse con las rocas.

CÓMO UBICARLAS Su parte interna es de color naranja. Tiene espinas puntiagudas y su tamaño puede alcanzar hasta los 18 centímetros.