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Himno murguero, polémica cantada

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JAVIER LYONNET

La inusual versión del himno nacional que fue interpretada en el Estadio Centenario fue más comentada que el gol de Abreu, que la piñata entre ticos y empleados de Tenfield, que la apatía del juez suizo.

"Es una versión respetuosa, seria y llena de amor. Punto. Le puede gustar a alguien, le puede disgustar a otro. Estamos en un país libre y sobre gustos no hay nada escrito", dijo a El País Jaime Roos, el arreglador de la adaptación del himno nacional que Freddy "el zurdo" Bessio cantó en el Centenario previo al partido Uruguay-Costa Rica.

Críticas y respaldo se repartieron en forma desigual, ya desde la noche del partido. Una carta firmada por cuatro "profesores de música especializados" llegó a El País minutos después de que terminara el encuentro.

Entre argumentos escritos con numerosas faltas de ortografía y de tipeo expresaron su "vergüenza ajena": "no podemos creer que en nuestro país existan músicos uruguayos capaces de deformar nuestro himno nacional. Evidentemente el que intentó modificar el Himno y el que lo intentó cantar, no saben nada de música ni de respeto hacia un símbolo tan importante como nuestro himno uruguayo", firmaron los profesores Gabriel Caldeira, Humberto E. Grieco Cattalurda, María del Carmen Ihitz y Luis Eduardo Britos.

La ministra de Educación y Cultura, María Simon, tampoco lo valoró positivamente: "creo que no hay que hacer exageraciones. En el entusiasmo del mundial, al querer darle un color local, se hizo algo que no es estrictamente correcto porque los símbolos nacionales no se pueden cambiar. Sí pienso que hay que hacer alguna recomendación y ver en qué ámbito, porque está muy poco establecido en nuestro país sobre el respeto de los símbolos. Los símbolos son símbolos y como tales tienen un valor. A nadie se le ocurre hacer la bandera con colores distintos". De todos modos, dejó caer un matiz: "Eso no quita la posibilidad de la gente de hacer versiones distintas o de hacer interpretaciones diferentes".

"Me encantó la versión murguera del himno uruguayo" es el nombre de un grupo de Facebook que ayer a las 22.44 tenía 5.870 adherentes. En los últimos tiempos Facebook ha adquirido cierto estatus de termómetro de la opinión pública.

De la misma forma, las listas de comentarios en las páginas web estallaban de mensajes. En El País Digital, a la misma hora, 1.942 personas habían dedicado unos minutos a dejar su comentario en el foro de la nota. ¿Los adjetivos? Desde "magnífico" a "mamarracho"; desde "vergüenza y falta de respeto" a "espectacular y un lujo". El País preguntó a sus lectores online: "¿Le gustó el himno cantado con ritmo de murga?". Entre más de 550 respuestas, el resultado de la compulsa informal fue: Sí, 164 votos (28%). No, 404 votos (70%). Indiferente, 13 votos (2%).

POCO TOCADO. Hay pocos antecedentes de que el himno uruguayo, escrito por Francisco Acuña de Figueroa y el húngaro Francisco José Debali, conociera versiones alternativas. Algo que es habitual -y bienvenido- en otros países resultó una audacia en Uruguay.

"Uruguayos, la patria o la tumba / con libertad o con gloria igual van a morir" cantaba el grupo de punk rock de los `80 Los Traidores, al ritmo de la música de Debali. La canción, Montevideo Agoniza, no fue incluida en el primer disco del grupo, llamado... Montevideo Agoniza (1986). Durante años fue su canción prohibida. "Era demasiado fuerte para la época", decían ellos mismos, años después. De alguna forma, era una respuesta al God Save the Queen, de los Sex Pistols, que parafraseaba al himno británico, de una forma insultante.

En algún momento, a partir de 2004, al grupo de rock pop No Te Va Gustar se le ocurrió aprovechar su sección de vientos -trompeta, saxo, trombón- así como la batería para arrancar sus shows con una introducción instrumental del himno nacional que, espontáneamente, el público cantaba. Eso ocurrió al menos en dos Pilsen Rock duraznenses (2004 y 2006) y, con especial énfasis, en shows en España.

Fabián Villalba, de los parodistas Nazarenos, cantó recientemente una versión rockera y a capela del himno en una pelea de la "Reina" Cecilia Comunales en el Palacio Peñarol. Algo muy a la usanza de las peleas de box en EE.UU. Fue muy aplaudido.

"Lo hicimos con el corazón y el mayor de los respetos", dijo Freddy Bessio, "era una representación del arte uruguayo". En su casa de Colonia los teléfonos no paraban de sonar.

"Acá no se hizo ni una parodia, ni una payasada, simplemente se hizo un estilo murguero, puesto que la murga ha sido declarada patrimonio cultural intangible de la patria, hace muy pocos meses, en el Palacio Legislativo. No sólo el candombe es Patrimonio Cultural de la Humanidad sino que la marcha camión de la batería es patrimonio cultural intangible", señaló Roos a El País.

El músico expresó que "la versión oficial, la que todos conocemos y siempre hemos escuchado, es con una orquesta sinfónica, con cantantes clásicos. A mí me encanta, a todos nos encanta. Tenemos por suerte un gran himno nacional, pero eso no impide que alguien que tenga ganas de cantarlo lo haga a su manera", sostuvo.

Roos expresó que "ojalá" este ejemplo abra la puerta a nuevas versiones "siempre y cuando sean buenas, puesto que eso significa que el himno está vivo en los músicos, porque si no nunca nadie puede tocar el himno, a menos que toque en la filarmónica". La discusión seguirá: algunos continúan erizados por la emoción de la versión, otros, "indignados" por la "aberración".

Desde Woodstock a batucada brasileña

"A mí me parece que discutir esto, a esta altura del partido, es una ridiculez", sostuvo Jaime Roos. "Me pareció una muy buena idea", dijo el músico montevideano, "así como en Estados Unidos, Stevie Wonder, Whitney Houston, Beyoncé, Bruce Springsteen, hacen sus versiones del himno nacional, cantándolo a su manera, como norteamericanos que son". Es habitual que esas versiones formen parte de espectáculos deportivos, como el SuperBowl: la final del campeonato de fútbol americano. "En Brasil, lo cantó desde Jorge Ben a Roberto Carlos o Gal Costa, en algunos casos con una batucada de samba abajo. Bueno, yo pensé que podía ser una muy linda experiencia hacer una versión con la voz del Zurdo Bessio, que es prácticamente un tenor de barrio, un Pavarotti de las calles montevideanas. En EEUU, que no creo que sean antipatriotas, lo vienen haciendo hace 40 años. Desde Jimi Hendrix, en Woodstock 1969 (foto). En Argentina, Charly García lo grabó en un disco. Y nadie hizo ningún tipo de escándalo".

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