MADRID | El número de desempleados en España cedió ligeramente en el tercer trimestre gracias a los efectos positivos de la temporada estival y a un descenso muy significativo de desocupados entre la población inmigrante, reveló ayer el Instituto Nacional de Estadística.
El desempleo bajó en algo más de 14.100 personas, apenas 0,3% con respecto al trimestre anterior, dejando en más de 4.100.000 el total de desocupados. La caída, por su levedad, no tuvo impacto en la tasa de desempleo nacional, que se mantuvo inalterable en el 17,9%, la más alta de toda la Unión Europea.
El dato más sorprendente, sin embargo, es que fueron los inmigrantes los principales contribuyentes al primer respiro que se toman las estadísticas del mercado laboral en España desde hace dos años. Según el INE, el desempleo entre los españoles creció en más de 18.000 personas durante el tercer trimestre, pero descendió en 32.200 entre la población extranjera.
La tasa de desocupados del colectivo inmigrante disminuyó medio punto porcentual y se situó en el 27,5%, más de un 1 millón de personas sin trabajo, muy por encima todavía de la media de todo el país.
El gobierno valoró con cautela los datos y dibujó un horizonte más negro de cara a final de año. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, explicó que el descenso se debió fundamentalmente a los planes de estímulo de la contratación impulsados por el gobierno y al verano, una temporada que genera mucho empleo gracias al turismo. AP