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A. MENDIETA / P. CLAVIJO

Antes de construir o refaccionar en Colonia del Sacramento se debe realizar un estudio arqueológico a fin de preservar los vestigios históricos. Pero para Montevideo colonial especialistas advierten sobre vacíos legales y falta de control.

El arqueólogo y director del Museo Nacional de Antropología, Arturo Toscano, reconoció que en Colonia existe una buena colaboración entre propietarios, arquitectos, arqueólogos y Estado para estas obras.

Pero criticó con dureza lo que ocurre en partes históricas de Montevideo. "Lo lamentable es la omisión en la cautela y la protección del registro arqueológico", dijo a El País. Toscano lo denuncia "a los cuatro vientos" porque todos los días se ven intervenciones que "cavan como si nunca existió nada".

El profesional lleva adelante una prospección arqueológica en el barrio histórico de Colonia a instancias del propietario de un predio. Ya se han encontrado restos de veredas y lozas antiguas que los arquitectos del estudio EDL incorporarán a la obra posterior.

"Todas las construcciones, demoliciones o refacciones dentro de este lugar están sujetas a una reglamentación que vela por la conservación. La simple modificación de un baño exige que un arqueólogo supervise todo tipo de obra", sostuvo el especialista.

Esta parte de la ciudad fue declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Unesco en 1995. "Todas las construcciones, demoliciones o refacciones están sujetas a una reglamentación que vela por la conservación", explicó Toscano.

CIUDAD VIEJA. Pero en este barrio histórico uruguayo no hay leyes tan específicas y quienes se preocupan por conservar y descubrir ventanas al pasado del país denuncian que las actuales no sirven.

El Departamento de Arqueología de la Comisión del Patrimonio advirtió en un informe presentado en abril de este año que si bien la ley 14.040 prevé la figura legal de Monumento Histórico de la Nación, esta normativa es insuficiente.

El documento, al que tuvo acceso El País, agrega que el artículo 14 de la ley habilita la actuación del Departamento en aquellas obras que revelen bienes arqueológicos y les otorga potestad sobre lo hallado.

Pero, continúa el texto, en el actual marco es muy difícil garantizar esta protección ya que la Comisión depende que lo encontrado sea informado.

Si el hallazgo se mantiene en secreto, el patrimonio y su contexto se pierden para siempre.

Por eso establecen la necesidad de modificar en profundidad la normativa legal vigente para alcanzar "una adecuada gestión de esta zona patrimonial", adaptando la nueva regulación jurídica a "la evolución constante del concepto de lo patrimonial" y ampliando las categorías de protección.

A nivel de Montevideo se hace necesario para la Comisión incorporar normas compatibles con la investigación, protección y preservación preventiva del patrimonio arqueológico.

Una de ellas es la obligación de realizar un estudio de impacto arqueológico previo a una obra: identificar y diagnosticar la existencia de patrimonio, evaluar el impacto que sufrirá por las obras y proponer medidas que corrijan o mitiguen el impacto.

El arqueólogo y profesor adjunto de la cátedra de Arqueología de la Facultad de Humanidades, Antonio Lezama, dijo que las leyes a nivel nacional son genéricas.

Sobre la patrimonial dijo que no tiene un sentido práctico o moderno. "¿De dónde viene Patrimonio? De aquella vieja legislación que busca declarar un monumento histórico, cosas de mucho valor. En definitiva no hay cautela", expresó. Lezama coincidió con Toscano en que se trabaja como "si abajo nunca hubiese existido algo". Sostuvo que la protección que tiene Colonia debería ser aplicada a la Ciudad Vieja.

RENOVACIÓN. A eso se enfrenta la actual Ley de Patrimonio, que tiene ya 38 años de antigüedad. La directora del Departamento de Arqueología de la Comisión, Elianne Martínez, dijo a El País que se comenzó la discusión de una nueva redacción normativa.

La misma mantendrá el espíritu de la original pero se pretenderá tener normativas más claras y específicas sobre lo que es el patrimonio.

La arqueóloga Elizabeth Onega, quien hasta hace pocos años atrás realizó investigaciones en Ciudad Vieja, afirmó que lo primero es entender que cuando uno camina por Ciudad Vieja lo está haciendo sobre el casco histórico colonial.

"Lo increíble es que no haya políticas al respecto, porque la cautela que hay es para la parte edilicia", expresó.

Onega fue muy crítica respecto a la falta de leyes efectivas. Si bien existe la de Patrimonio, cuestionó a la Intendencia Municipal de Montevideo por haber dado permisos para construir en lugares que ya tenían una declaración de parte de la Comisión.

Los arqueólogos piden que la comuna emita una declaración de cautela arqueológica como tiene la arquitectónica.

"ENEMIGOS". Onega criticó además que la Intendencia no cuente con arqueólogos trabajando en la Comisión de Ciudad Vieja o en la patrimonial de la comuna. "Cuando hablan del patrimonio se refieren al arquitectónico. Es un problema de competencias, de quién está formado en qué", afirmó.

Para Onega, los arquitectos toman decisiones arqueológicas sin estar preparados para eso. Y aunque reconoció que la Intendencia de Montevideo ha mejorado en cuanto a la coordinación de trabajos, reiteró su crítica a que no exista la misma cautela para la arqueología como para la arquitectura.

El escribano Raúl Baroffio, investigador y especialista sobre la muralla de Montevideo, afirmó que los arquitectos son los enemigos "número uno" de que los restos arqueológicos no se conserven.

El profesional argumentó que por su formación académica, deberían contar con la sensibilidad y el conocimiento de la materia. "Está plagado de casos en Ciudad Vieja donde se han eliminado vestigios porque molestaban a la construcción".

Los entrevistados coincidieron en la necesidad de contar con normas específicas y efectivas para Montevideo y que se equipare a la Ciudad Vieja con Colonia del Sacramento.

"El Departamento de Arqueología de la Comisión del Patrimonio es consciente que, pese a haber trabajado en las declaraciones de algunos bienes arqueológicos en Ciudad Vieja, las mismas no son suficientes ni reflejan la diversidad de evidencias del pasado".

"Se constata que testimonios de nuestro pasado se ven amenazados, registrándose casos de destrucción y pérdida de patrimonio arqueológico como consecuencia de la expansión y renovación urbana".

"En el marco de actuación actual es muy difícil garantizar la protección de los restos arqueológicos ya que dependemos de que se concrete la comunicación del hallazgo a la Comisión. En este sentido estamos supeditados a la buena voluntad de los actores directamente involucrados en la obra, o a denuncias efectuadas por particulares".

Legislación: Trabajan en la redacción de una nueva ley de patrimonio que será más específica.

Montevideo: Afirman que si el patrimonio que hallan no es informado permanece en secreto.

El comentario obligado de quienes regresan de países europeos es la fascinación con la forma en que se mantienen e integran los vestigios. El arqueólogo Antonio Lezama dijo que en Uruguay hay un problema de cultura, pero recordó que a Europa le tomó mucho tiempo entender el valor de sus patrimonios.

Confía que a la larga se podrá generar esa cultura, la cual es producto de un proceso que toma años. "Es también responsabilidad nuestra hacer más trabajos y presentarlos mejor a la población".

Lezama dijo que no se pueden quedar quejándose de que la legislación no es buena, sino trabajar mejor con lo que se tiene.

El especialista Raúl Baroffio coincidió en que hay carencias culturales. Pero consideró que el Día del Patrimonio influye en revertir esta tendencia. "Ayuda a que el común de la gente y las autoridades también avancen culturalmente. Se está teniendo otro nivel de aceptación y se está más atento a este tipo de cosas", finalizó.

El investigador Raúl Baroffio afirmó que el pasaje de los años marcó en forma negativa a Montevideo en la posibilidad de ser declarada, al igual que Colonia, Patrimonio de la Humanidad. "Colonia tuvo una evolución importante a partir del período patricio, a partir de nuestra Independencia", explicó.

En ese entonces comenzaron a registrarse construcciones con influencias italianas y francesas que aprovecharon los vestigios coloniales. "Así llegaron hasta nosotros esas casas de 1720", agregó.

En el caso de Montevideo, la evolución fue mayor y por tanto los inmuebles coloniales son menos.

"Y muchos de los pocos que quedan los han dejado venir abajo y están prácticamente ruinosos. Son contados con los dedos de una mano los inmuebles que todavía se mantienen", puntualizó Baroffio.

El investigador sostuvo que donde antes había una casa colonial ahora hay otro tipo de construcción. "Si un edificio estaba al lado de la casa, no había problemas. Pero el tema es que ese edificio fue construido sobre la casa", dijo. Baroffio se lamentó que por eso "desapareció la arquitectura civil, militar y religiosa".

La arqueóloga Elizabeth Onega dijo que para lograr la declaración de la Unesco primero se tiene que mostrar lo que hay en Ciudad Vieja. Además enfatizó que un hallazgo arqueológico valoriza la propiedad. Y si se está inmerso en un mercado turístico que pretende vender a la Ciudad Vieja como parada obligatoria de cualquier tour, "no puede ser que lugares tan cerca a llegadas de cruceros y demás no sean puestos en valor".

Onega recordó que tampoco hay una buena cartelería de los hallazgos que pueden observarse a simple vista. "Pero esto no es sólo culpa de la comuna, es culpa de muchas políticas culturales cerradas que vienen desde hace tiempo", opinó.