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Alentando el rencor

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Antonio Mercader

Acalentar la fragua de la lucha de clases y a fomentar el rencor entre los uruguayos se dedican ciertos líderes sindicales después de las elecciones internas. Ni siquiera disimulan que están sangrando por la herida que les causó la baja votación de la izquierda. En teoría no son políticos activos del Frente Amplio, pero en la práctica reaccionan peor que si lo fueran. Su oratoria, más belicosa que la de los dirigentes afines a Mujica y Astori, destila despecho y reparte amenazas. Están desubicados.

"La central obrera está en campaña y no va a permitir que ni un solo voto vaya a la clase dominante". La frase de Marcelo Abdala, autoridad del Pit-Cnt y miembro del partido comunista, fue dicha el miércoles pasado en un mitin ante el Palacio Legislativo. Aunque se oyeron otras de similar gravedad, esta es representativa del estado de ánimo de sindicalistas cegados por su fervor político-partidario. Vale la pena analizarla.

Lo primero consiste en indagar en qué campaña se embarcó la central obrera en opinión de Abdala. Que se sepa, la única campaña en curso es la que lleva a las elecciones nacionales de octubre. En ella no participa el Pit-Cnt, claro está, sino los partidos que acaban de elegir sus candidatos en elecciones internas. No es el caso de la central, salvo que a Abdala lo traicione su propio subconsciente y esté convencido de que la central obrera tiene el status de un partido político.

Algunos de sus compañeros así parecen creerlo al punto que, en estos días en que la fórmula Mujica-Astori estuvo en riesgo, se ofrecieron públicamente para trabajar de "elemento bisagra" para armonizar posiciones entre los candidatos en pugna. ¡Menuda bisagra! Lo plantearon con la misma naturalidad con que Abdala se siente en campaña política, como si entre las metas del Pit-Cnt figurara el mediar y entrometerse en las internas de la izquierda.

¿Quién les dio vela en ese entierro? Nadie, puesto que no son un partido político ni tienen votos para serlo.

Pero sigamos con la frase de Abdala: el Pit-Cnt "... no va a permitir que ni un solo voto vaya para la clase dominante", amenazó. Ensoberbecido, el hombre piensa que hay que pedirle permiso a la central para ejercer la democracia y votar a quien se quiera. Viniendo de un marxista (al estilo de aquellos que la historia enterró en el siglo pasado) no extraña su visión clasista. Según él, quien no vote a la izquierda lo hará por la "clase dominante".

Lo curioso es que ni de aritmética sabe este iracundo orador porque si hiciera las cuentas de la votación del 28 de junio sabría que los opositores al Frente Amplio sumaron el 60% del total de votos. ¿Serán todos votos de la "clase dominante"? ¿Serán todos explotadores? Además, si Abdala analizara la distribución de los votos vería que en zonas presuntamente proletarias los blancos sufragaron a la par o mejor que los frenteamplistas.

Se dirá que excesos verbales como los de Abdala carecen de importancia pues son parte de un discurso robótico de un cuadro comunista. Empero, alentar el encono es algo que puede cavar huella entre un público joven y menos informado. Así pasó en nuestra historia reciente en donde sobraron voceros habituados a denunciar al gobierno de turno como un "instrumento de la burguesía" y al sistema político-institucional como una mera "cáscara formal". Así nos fue.

A estas alturas, sindicalistas duchos como Abdala deberían saber que promover la idea de la lucha de clases entre los uruguayos es una forma de minar la democracia.

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