José Mujica reiteró ayer su idea que parte del capital de las empresas públicas, en rigor el de las firmas que poseen de giro privado, debe volcarse en acciones. Es una idea que ya se manejó, nunca prosperó y que el Frente y los sindicatos resisten.
Tras una reunión con directivos de la Bolsa de Valores de Montevideo, Mujica indicó que el ahorrista uruguayo "no tiene alternativas" de inversión y advirtió que los intereses que pagan los bancos "son muy bajos".
Consideró que "parte del capital de las empresas públicas debe colocarse para que se pueda tener un buen mercado accionario en la Bolsa". Ancap, ejemplificó, "tiene como 20 empresas privadas que podrían cotizar".
Mujica prohijó así una vieja idea de la Bolsa de Valores. El presidente de la entidad, Ángel Urraburu, dijo que se trata de un viejo anhelo de la institución. Agregó que, además de las empresas de Ancap, el Estado posee otras empresas privadas como Ancel (telefonía móvil), Alur (industria sucroalcoholera), Ducsa (distribución de combustibles de Ancap) y otras de UTE vinculadas con la distribución de energía a Brasil.
Consultado sobre si la intención es que coticen en la Bolsa empresas de los entes, Mujica dijo que hay que trabajar "en ese sentido" y apuntar también a "la mentalidad promedio de los uruguayos" que "se sentirán más tranquilos si el Estado les da garantías. Con Juan o Pedro (empresarios) tenemos miedo. El Estado tiene que ayudar a ganar confianza", dijo.
Según Mujica, la colocación de acciones de empresas públicas tiene dos ventajas: las empresas públicas se hacen de un capital y aumentan los controles por parte de los accionistas.
"Empieza a haber un montón de ciudadanos preocupados en cómo anda (esa empresa), porque tienen la suya (el dinero) allí adentro. Ya no dependemos de los controles del Estado y del Tribunal de Cuentas. Dependemos de los controles de los bolsillos de Juan o María", arguyó.
El candidato colorado Pedro Bordaberry dijo ayer que la venta de acciones de las empresas públicas es una idea que él lanzó hace unos días. "Me alegro que Mujica haya tomado esa propuesta. Espero que cumpla con su palabra si llega a ser elegido presidente", apuntó.
Por su parte, la fórmula presidencial blanca respondió ayer en Paysandú al planteo de Mujica señalando que se contradice con las posturas históricas y actuales del Frente Amplio. "En su momento el Partido Nacional impulsó la Ley de Empresas Públicas y terminó con los resultados que todos sabemos que terminó. Y resulta que ahora dentro de los cambios que se pretenden, es llevar adelante esa iniciativa; es raro como se cambia permanentemente", dijo Jorge Larrañaga.
Lacalle, por su parte, recordó que el Senado está tratando una ley que propone que los entes autónomos puedan emitir papeles para la Bolsa de Comercio y "justamente el Frente Amplio vota en contra". Ayer el senador Luis Alberto Heber dijo a El País que hace dos semanas en la comisión de Hacienda el Frente Amplio votó en contra una iniciativa en este sentido.
Para el economista Gabriel Oddone de CPA/Ferrere y asesor de la Bolsa de Valores, la idea "es genuina", pero que esto es "solo parte del tema" por el rol fiscal y de política económica que tienen las empresas públicas. "El día que asuma el nuevo ministro de Economía va a decir que esto no forma parte de su agenda porque tiene antes 15 problemas de gasto público que resolver, que debe ocuparse de la estabilidad macroeconómica y de la eficiencia en la asignación de recursos y que, después de todo, el ahorro público no se canaliza mal porque se emplean los papeles públicos". (Ver entrevista en esta página)
Según Mujica "hay cuatro grandes empresas que cotizan en la Bolsa". Además "se venden papeles del Estado" y "es muy pobre el movimiento de la Bolsa para lo que podría ser".
Para Mujica, el problema de fondo del mercado de valores es que el uruguayo "no tiene alternativas" a la hora de invertir en acciones. Advirtió que un banco "paga muy poco" a los ahorristas y que cuando estos quieren "tratar un poco mejor" a sus clientes, lo hacen pasar por una ventanilla, colocan el dinero en el extranjero y "le pagan un punto más" de interés. A su juicio, ese papel de captar a esos ahorristas, lo tiene que cumplir la Bolsa de Valores.
Mujica también abogó por la ruptura de la "preeminencia" de los bancos y advirtió que la iniciativa de vender acciones de empresas estatales "competirá" con las instituciones financieras y generará una baja de la tasa de interés. "Si hay competencia, bajará el valor del crédito", expresó.
Consultado sobre posibles críticas en la izquierda respondió: "Siempre me van a pasar la factura. Esta es una idea socializadora, porque quiere que una masa de ahorristas participe en la financiación de proyectos importantes".
Por su parte, el dirigente sindical del gremio de UTE (Aute), Luis Labrea, dijo a El País que se rechaza que se vendan acciones de la empresa pública.
"No compartimos que ésta se transforme en una empresa privada o mixta", dijo.
Desde Thatcher a Mujica
Margaret Thatcher, primera ministra británica entre 1979 y 1990 fue la abanderada del "capitalismo popular" expresado en la venta de acciones de las empresas públicas a los ciudadanos.
Hacia el 2000 el entonces presidente Jorge Batlle agitó esta idea para las empresas públicas uruguayas, pero no concretó ninguna iniciativa. En marzo de 2001, cuando se debatió sobre una venta parcial de Ancel, Batlle lo descartó. Dijo que "de pronto algún Poder Ejecutivo más adelante lo considere" pero que en su gobierno no era un tema prioritario. Nueve años más tarde vuelve al tapete con Mujica.