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Papa reacciona ante casos de abuso sexual

Vaticano sustituye de sus funciones a obispo irlandés

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Roma | John Magee, un obispo irlandés que fue secretario privado de los papas Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II, fue sustituido el sábado de sus funciones por orden del papa Benedicto XVI. Magee está salpicado por una investigación sobre casos de pedofilia, presuntamente practicados por dos sacerdotes de su diócesis.

Responsable de la diócesis de Cloyne, Sur de Irlanda, desde 1987, a Magee lo critican por su actitud pasiva ante las denuncias de abusos llegadas a su despacho.

El Comité Nacional de Defensa del Menor irlandés lo acusó en diciembre pasado de no manejar de forma apropiada los abusos imputados a dos sacerdotes de su diócesis. El obispo no aplicó sanciones canónicas a los supuestos pederastas y se limitó a trasladar a ambos a otros lugares.

En los últimos años, la Iglesia Católica irlandesa es acusada de encubrir numerosos casos de pederastia. Sólo en 2008, 26 diócesis irlandesas recibieron 56 denuncias por pedofilia protagonizada por religiosos, una veintena de ellas contra curas ya fallecidos. Sólo fue incriminado un sacerdote.

Magee, nacido en Irlanda del Norte en 1936 y nombrado Maestro de Ceremonias Pontificias por el papa Wojtyla en 1992, podrá conservar su cargo de obispo, pero el Papa Benedicto XVI eligió al arzobispo Dermot Clifford como administrador apostólico para dirigir su diócesis. Magee solicitó su relevo a Roma el pasado día 4.

"La rápida decisión del Santo Padre es la prueba de la importancia que da la Iglesia a la salvaguarda de los menores y al cuidado que necesitan las víctimas", señaló el cardenal Sean Brady, arzobispo de Armagh y primado de Irlanda, en una nota.

Por su parte, el obispo escribió en la web de la diócesis que su dimisión le permitirá "dedicar todo el tiempo y energía necesarios para cooperar plenamente" con la comisión de investigación creada por el gobierno para esclarecer la actuación de la jerarquía católica ante los abusos.

La organización de ayuda a las víctimas One in Four, recibió el domingo con satisfacción el alejamiento de Magee. Según su director, "los obispos mandan un mensaje claro de que la seguridad de los menores es ahora la prioridad", y "reconocen la gravedad del daño que han hecho".

En tanto Benedicto XVI, en su primera visita oficial ayer a la sede del gobierno romano, rechazó "toda forma de intolerancia y discriminación" hacia los inmigrantes.

El pontífice abogó desde el Capitolio, sede del gobierno de Roma, por un tratamiento justo para los extranjeros, en un momento en el cual la diversidad cultural y religiosa está en aumento.

El Papa instó a Roma a que, ante el flujo de inmigrantes, "sepa exigir a todos el respeto de las reglas de la convivencia civil". Y reconoció que la convivencia es "difícil y compleja" en una "metrópoli multiétnica y multirreligiosa". Sobre Magee, no hizo declaraciones.

El País de Madrid y Agencias

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