Dos planteos casi simultáneos de un dirigente colorado y otro nacionalista que apuntaba a que los partidos tradicionales voten juntos en las elecciones municipales de mayo de 2010 en Montevideo, tuvieron inmediata y mayoritaria repercusión negativa entre las principales agrupaciones blancas y coloradas del departamento.
Con cierto recelo en tiendas nacionalistas, y con posiciones a favor y en contra entre los colorados, se recibió la invitación pública que hicieron esta semana el diputado colorado Washington Abdala y el ex senador blanco Uruguay Tourné, que propusieron públicamente que sus partidos adopten un lema, candidato y programa comunes para tratar de desbancar al Frente de la Intendencia de Montevideo.
El diputado herrerista Jaime Trobo, de la Lista 71, mostró cautela ante la propuesta diciendo que es partidario de que el Partido Nacional tenga "la mayor cantidad de candidatos" posible en Montevideo. "Si hay una estrategia de apertura, el partido está en condiciones de disputarle la Intendencia al Frente", sostuvo Trobo. Para el dirigente, llevar un candidato común es algo "demasiado artificial para el sistema electoral actual", y "muy difícil de aplicar". Por empezar, dijo que habría que crear una "conciencia política montevideana" que no existe aún.
El diputado Jorge Gandini (Lista 250) sostuvo que habría que analizar la conveniencia política de esa idea. Pero advirtió que es prácticamente inaplicable porque habría que conformar un lema accidental para 2010, y las personas que fueran candidatos a edil por ese lema no podrían participar en la interna de los partidos de 2009.
Enrique Arezo, de la Lista 33 de Correntada Wilsonista, vio la idea con mejores ojos. Dijo a El País que sería positivo ampliar aún más ese frente opositor "para tratar de remover el gobierno frenteamplista" de Montevideo. "Sería bueno crear algo más amplio que lo que hicieron Lacalle y Gallinal con Unidad Nacional".
Por su parte el edil Gustavo Osta del Foro Batllista señaló que "armar un frente común es una vieja idea de la que ya se hablaba en 1988". Consideró que no hay que descartar opciones, pero dijo que primero "tiene que haber una propuesta basada en un modelo de gestión diferente, y luego hablar de candidatos".
Mientras, Max Sapolinski, de Vamos Uruguay, rechazó abiertamente la idea. "Sería una muestra de debilidad", ante el Frente Amplio. Además estimó que es "un planteo a destiempo" y "trasnochado". Para Vamos Uruguay "no es razonable" esa idea.