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De policías buenos y policías malos

| Cierre. Juez envió al quinto uniformado preso. Pruebas y testigos fueron concluyentes

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El País

ANA PAIS Y RENZO ROSSELLO

Con el procesamiento del subcomisario de la Seccional 12ª se cierra para la Justicia el homicidio de David Martins. El Ministerio del Interior pone la lupa sobre esa comisaría. Uno de los policías procesados expresa temor a represalias en la cárcel.

Otro oficial fue a prisión por la muerte de David Martins (27). Se trata del subcomisario W.A.R.R. (39), que el día del incidente estaba a cargo de la comisaría. El juez Nelson Dos Santos dispuso su procesamiento con prisión en calidad de cómplice por "un delito de abuso de autoridad contra los detenidos en concurrencia formal con un delito de homicidio a título de dolo eventual".

El comisario fue procesado por encubrimiento, es decir, por "tratar de preparar y mostrar una situación que no era, para evitar la responsabilidad", dijo Dos Santos. En cambio, al subcomisario "se le imputa haber permitido que se hiciera el abuso de autoridad y en consecuencia, el homicidio", agregó.

Pese a las evidencias reunidas por el juez, los ahora cinco policías procesados negaron la golpiza, lo cual "no tiene asidero", según fuentes de la Fiscalía del Crimen. "Por reducir dentro de los parámetros normales o necesarios a una persona no se llega a ese resultado", dijeron.

Testimonios de civiles y policías, la constitución del juzgado en la seccional, así como la indagatoria y la reconstrucción allí, el reconocimiento de diferentes personas y el protocolo de autopsia, fueron claves para que Dos Santos resolviera.

Desde la fiscalía informaron que "lleva unos días" saber si Martins estaba o no drogado al momento de ser detenido, tal como por ejemplo aseguraron varios vecinos que presenciaron tanto su deambular por la zona como la detención en la calle. No obstante las fuentes destacaron que "hay mucha información que quiere desvirtuar un poco el caso para buscarle alguna culpabilidad al muerto. En principio no vimos en el expediente que hubiera una rapiña ni que (Martins) se trabara en lucha con el comerciante (al que supuestamente iba a robar)".

Para Dos Santos, "es lamentable que en pleno ejercicio de la democracia, la autoridad encargada de resguardar la garantía de los derechos individuales cometa este tipo de delitos".

En paralelo a la investigación judicial, el Ministerio del Interior lleva adelante otra. El caso no ha dejado de tener repercusiones a lo interno de la Policía. Por lo pronto, ayer la cúpula de la Jefatura de Montevideo se abocó a una delicada ingeniería de personal para poder dotar a la Comisaría 12ª de un nuevo comisario, subcomisario y sustituir a los subalternos procesados. Algo nada sencillo, aseguraron altas fuentes de Jefatura, con la acusada escasez de personal que enfrenta la principal Jefatura del país.

Del lado de los procesados comenzó a hacerse evidente la preocupación por su nueva situación. Ayer la esposa de uno de ellos, el cabo Omar Mieres, declaró a Canal 4 que su marido temía ser víctima de una venganza por parte de delincuentes. Mieres formó parte durante 12 años de la Brigada de Asaltos de la Dirección de Investigaciones y estuvo involucrado en la captura de varios integrantes de las superbandas que asolaron entre 1995 y 2000.

Hacía tan solo tres meses que Mieres había sido trasladado a la Seccional 12ª. Su esposa asegura que "él no estaba en el procedimiento, él dice que no llegó a ver lo que pasó".

En tanto, los cinco policías procesados permanecen recluidos en el sexto piso de la Cárcel Central a la espera de que las autoridades de la Dirección Nacional de Cárceles resuelvan su alojamiento definitivo.

investigación interna. "Hemos avanzado mucho más de lo que esperaba en la investigación, pero todavía me faltan piezas claves que están en el expediente, como el informe forense por ejemplo", señaló el Fiscal Letrado de Policía, Héctor Di Giácomo.

El responsable de la investigación interna en el Ministerio del Interior entrevistó ayer a los dos agentes de Radio Patrulla que advirtieron las severas irregularidades en la detención de David Martins y alertaron al juez del caso (ver nota aparte).

"Tuvimos una audiencia con los policías y también con testigos particulares que vieron toda la trayectoria de la camioneta policial en el momento de la detención. También llevamos a cabo una inspección ocular en la propia comisaría, que nos permitió ajustar algunos detalles de cómo ocurrieron las cosas", señaló Di Giácomo.

El fiscal también se reunió con el Coordinador Ejecutivo de la Jefatura, el inspector mayor Luis Mendoza, para solicitarle que tomara medidas de protección para los agentes patrulleros que testimoniaron.

Según dijo Di Giácomo a El País, su investigación persigue básicamente dos objetivos: esclarecer las circunstancias de la muerte de Martins y revisar "la actuación policial global, todo el procedimiento desde que empezó hasta que terminó".

A partir de este viernes dejará de funcionar la Fiscalía Letrada de Policía y en su lugar lo hará la Dirección de Asuntos Internos, a cuyo frente continuará, posiblemente, el mismo Di Giácomo, aunque aún no tiene confirmación oficial.

Viernes 10 de octubre: CRONOLOGÍA DE UN homicidio y una mentira

17.20

David Martins y su compañero pasan caminando en forma sospechosa por San Martín, entre Hum y Francisco Pla. Entran a un almacén, intentan frenar dos taxis y un ómnibus, "relojean" un cyber. Alguien de la zona llama al 911.

17.40

Martins ingresa al almacén de San Martín 4187. Su amigo espera afuera. En ese momento llega un móvil de la Seccional 12ª y Radio Patrulla. Martins se opone a ser detenido y lo reducen con dificultades y a la fuerza.

18.30

La doctora Estévez constata la muerte de Martins en la puerta del Hospital Filtro. El joven había sido trasladado de la Seccional 12ª, donde dijeron que se desmayó. La autopsia demostraría luego que murió por estrangulación.

18.40

El juez Nelson Dos Santos es informado del caso. Se dirige al Filtro donde pide una inspección visual del cuerpo con la presencia del forense. "Tiene golpes por todos lados", contó después a El País sobre su primera impresión.

20.00

Dos Santos realiza una reconstrucción en la Seccional 12ª. con todos los implicados. El compañero de Martins reconoce a los policías agresores y el agente Javier Arenaza confiesa al juez que sus colegas estaban mintiendo.

"Hay gente que no se adecua a los nuevos tiempos"

"Quiero reconocer a los buenos policías que denunciaron esta situación. Me parece un gesto de grandeza y honestidad que hay que reconocer. Por eso les vamos a dar todo nuestro respaldo y protección", afirmó ayer la ministra del Interior, Daisy Tourné. El procesamiento de los uniformados acusados de la muerte del detenido David Martins no afectará en nada el desarrollo del Esquema Integral de Seguridad Ciudadana, dijo Tourné: "La concepción que planteamos está hecha por oficiales de altísima trayectoria y rango. Esto es una desviación brutal de lo que es la tarea policial, pero no cuestiona para nada nuestro plan". Y agregó que "el que actúa fuera de esas reglas no es policía, es delincuente". El plan da especial relevancia al papel de las comisarías, el patrullaje preventivo y el contacto con la comunidad. El día anterior, el jefe de Policía, Néstor Artigas, había lamentado que este insuceso hubiera ocurrido en momentos en que se viene implementando la nueva planificación. El plan supone el fortalecimiento de la Policía capitalina con unos 300 nuevos efectivos, así como la reasignación a tareas de patrullaje de uniformados ejecutivos que cumplen tareas administrativas en distintas unidades, básicamente en comisarías. El plan estará totalmente operativo en 60 días. "Considero espantoso lo que sucedió, pero por otro lado me alegro porque salen a la luz las conductas totalmente distorsionadas y la Justicia actúa con celeridad", señaló también la ministra. "Lamentablemente hay gente que no se adecua a los nuevos tiempos", opinó Tourné.

El agente que no tuvo miedo de hablar

El policía Javier Arenaza, del Cuerpo de Radio Patrulla, dijo no sentir miedo por las amenazas que recibió por haber denunciado la situación en la Comisaría 12ª.

Ayer prestó su testimonio ante el Fiscal Letrado de Policía, Héctor Di Giácomo, que dirige la investigación interna del episodio.

"El procedimiento no es de Radio Patrulla, es de la seccional", fue lo primero que aclaró Arenaza al responder a las preguntas de los medios que aguardaban ayer al mediodía en la sede del Ministerio del Interior.

El punto no es menor. Las sospechas de que algo andaba mal se despertaron en el agente cuando en la misma tarde del viernes, en la comisaría de la avenida Millán, sus colegas le pidieron un "parte" de su actuación durante la detención.

El patrullero en el que iba Arenaza y su compañero acudía en ese momento a otro llamado en jurisdicción de la comisaría 13ª cuando al pasar por San Martín y Hum vio a uniformados de la 12ª forcejeando con dos detenidos. Los patrulleros se detuvieron y corrieron a colaborar con sus compañeros.

El agente Arenaza les prestó sus esposas para ayudar a reducir a David Martins que, ostensiblemente, se resistía al arresto.

Luego de cumplir otros servicios, Arenaza se dirigió a la comisaría 12ª en busca de las esposas que había prestado. Al entrar al recinto uno de los policías le dijo que debía presentar un parte de su actuación en la detención. "Lo único que hice fue prestar las esposas", respondió desconcertado Arenaza. En ese momento pudo ver que los problemas entre Martins y los uniformados continuaban. Arenaza pidió la presencia del superior de su base para aclarar la situación.

Por la noche, ya fuera de servicio, fue citado nuevamente a la comisaría. Al llegar observó que estaba el juez Nelson Dos Santos y sus asistentes tomando declaraciones a los policías en lo que, a todas luces, era una reconstrucción.

Recién entonces Arenaza se enteró de que Martins había muerto. Contó más tarde a sus compañeros que sintió que podía verse involucrado en algo grave por una situación en la que nada había tenido que ver. Por eso pidió para hablar con el actuario del juez allí mismo y dio su versión de los hechos.

Arenaza, que recibió amenazas telefónicas anónimas en su casa, no se sintió intimidado. "Es mi obligación, ese es mi trabajo", respondió con naturalidad el agente ayer. En la base de Radio Patrulla del Prado la actitud de Arenaza no es sorpresa.

El agente lleva más de 20 años de carrera y es considerado como intachable por sus compañeros de trabajo, que ven en él un policía honesto y abnegado.

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